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Gritos
C a r l

Cuando en a la casa, no encuentro a Michonne por ningún lado. Comienzo a sentirme nervioso, y mis pasos resuenan fuertemente contra el suelo de madera del pasillo. Lo atravieso con rapidez, y veo una puerta al final del pasillo, abierta. Acelero mis pasos, y entro.

"¿Michonne?" Mi voz suena más preocupada y ansiosa de lo que me hubiera gustado haber sonar. Un sentimiento de alivio recorre mi cuerpo cuando la veo justamente cerrar una puerta rosa, con una mirada completamente aterrorizada. Frunzo el ceño, y analizo en el ambiente en el que me encuentro. No lo había notado. Estaba tan colorida ésta habitación, claramente se notaba que le pertenecía a un niño pequeño. Como a lo mucho cinco años.

"Oye, ¿estás bien?" Pregunto, al devolver mi mirada hacía ella. Su mirada está pegada al suelo, la misma expresión. Levanta su vista, sus brazos se encuentran detrás de su espalda, sosteniendo la manija. Está en una posición que la hace lucir como si ella no quisiera que yo entrara por alguna razón.

Sólo hay una razón por la cuál ella se comporte así, en una habitación de un bebé, y el de una niña.

"¿Hay un bebé?" Suelto, pero suena más bien como una afirmación, o una acusación. Sus facciones se endurecen de inmediato.

"Es un perro" Masculla, como si se hubiera enojado conmigo. Me quedo callado unos segundos, ella me mintió. Tomo una profunda respiración, y bajo mi cabeza. Estaba segura de que había algo allí; un niño. Pienso en Judith, en Andre, en Charlie. Pienso en esos tres niños, no sé si pasan segundos o minutos, pero me es imposible tan si quiera dejar de pensar en ellos.

"Mi papá me dejó elegir el nombre, ¿sabes?" Levanto mi cabeza, y la miro. Miro hacía la ventana, y justo se escucha un leve ruido de una puerta rechinando. No sé porqué se lo digo, solo intento abrirme más con ella. Al final de cuentas, Michonne se ha abierto conmigo y me ha contado cosas de su pasado. Sentía que se lo debía.

Los dos volteamos y vemos a Barbie en el marco de la puerta. Parece sorprendido de ver la habitación, y la observa como si estuviera asombrado. No quiero sonar cursi, pero siento que es necesario decirlo. Tengo...como las ganas de hacerlo, por mi mismo. "Quizás ella, y Charlie con André estén juntos ahora en alguna parte" Me encojo de hombros, y miro hacía Barbie.

Barbie comienza a sentir unas veces, lentas. Sonríe sin mostrar los dientes. Veo como sus ojos comienzan a cristalizarse.

"Ese niño debe estar en alguna parte, estoy de seguro de que feliz. Al igual que Andre y Judith. Es...tan extraño como tenemos eso en común. Es triste, lo sé, pero creo que eso es lo que nos motiva, ¿no creen? Eso nos ayuda a seguir adelante. Ese niño significaba todo para Marie, para mi,...ahora solo puedo pensar en que él ahora se encuentra en algún lugar mejor." Baja la mirada, intentando no quebrarse.

Volteo a ver a Michonne, ella está sonriendo con sus labios apretados. Sus ojos también están cristalizados. Está sonriendo de una manera de la que parece que está orgullosa. Me dedica una mirada,...tan,...

Tan como mamá.

"Vamos, ya es casi mediodía. Tu padre se podría preocupar" Camina hasta mi y me abraza por los hombros. Nos giramos y salimos de la habitación. Sin embargo, el hermano mayor de Marie se queda quieto, con la misma posición. Parece estatua.

Dejamos de caminar y volteo mi cabeza para mirarlo.

"¿No vienes?" Michonne me gana las palabras.

Suelta un suspiro.

"En un momento los alcanzo, yo..." Está a punto de decir algo, estoy completamente seguro. "...yo tengo que hacer algo. Ahora los alcanzo" Evitó lo que iba a decir. Maldición, Barbie. No entiendo porqué no puede ser más abierto con nosotros. Parece que es nuevo, como si no nos conociera. Y en cierto modo, algo así pasó. Nuestro lazo que nos conectaba como grupo se había roto hacía ya un tiempo. Supongo que será un poco difícil volver a la normalidad.

Tal vez quiere despedirse de lo único que le recordará a su primo de nuevo. Tal vez quiere despedirse de una manera indirecta, en un ambiente de niño pequeño. Tendría sentido. Tal vez.

Michonne y yo nos miramos cómplices, y salimos de la casa. En todo el camino, pienso en mis siguientes palabras con Marie. Lo que le diré, como empezaré, ¿la abrazaré?, ¿me perdonará? Solo espero que no me odie, no podría con eso. Ya hay suficiente como para que ella intente matarme con un caminante. Intentaría arreglar las cosas, y si no cedían como esperaba, pues a la mierda.

'Eh, Marie, hola'.

No.

'Seré directo: perdón'.

Tampoco.

'Oye, Marie, fui un idiota y sé que me merezco tus-'

Gritos.

Una alarma se prende en mi sistema al estar a unas casa de distancia de nuestro refugio. Michonne me mira alarmada, y frenamos en seco. Me estira de mi camisa y nos esconde detrás de un árbol. Barbie nos alcanza, con la respiración agitada.

"Mierda" Escupe, y suena furioso.

Mi respiración se acelera, el sentimiento de impotencia se funde en mi. Quiero ir y dispararles a esos imbéciles. Maldición, están en casa con mi padre. Con Marie. Aprieto la mandíbula tan fuerte que siento que la puedo quebrar. Entre debates, por fin me decido a desenfundar mi arma cuando veo a mi padre saltar por una ventana, y a Marie rodar por el tejado hasta caer contra los arbustos.

Después, un regalo para nosotros.

Disparos en nuestra dirección.

—•—•—

Este capítulo está asqueroso. Y corto, sorry. Es solo que no me inspiro, goddamn. Tal vez el siguiente sea más largo.

Saving You [carl grimes]Where stories live. Discover now