—Aléjate de ella, maldito idiota. —dijo entre dientes antes de darme otro golpe.

Otro golpe. Y otro. Otro. Otro...

Como pude hice que Nelson se alejara de mí con un tentáculo de agua. Mientras se retorcía en el, yo traté de levantarme del suelo y recuperarme.

—No me alejaré de ella, no si ella me lo pide. —dije. —Tu no eres nadie para decirme o decirle que hacer.

De su mano apareció una espada de hielo negro. La blandió y cortó el tentáculo haciendo que este desapareciera y cayera al suelo. Una acción que me debilitó.

—Tu tampoco eres nadie para decirme qué hacer. —dijo acercándose a mi. —Te recuerdo que nada más eres un simple chico dentro de todo esto. Un peón en mi juego. No eres nada. Traicionas, engañas... ¿qué más puedo decir?

—Eres igual que yo. —respondí entre dientes. —Un enemigo.

—¿Enemigo? ¿¡Yo!? ¡Qué va! —soltó una risa. —Soy la peor pesadilla de todos.

—Eres débil. —si dos a pasos a él. —No eres peor que el Nelson de hace años. Eres un simple Buscador.

La punta de la espada dio a mi rostro. Nelson estaba tan molesto conmigo que el arma temblaba y su rostro estaba más que rojo.

—Cierra la boca, Thompson. —murmuró entre dientes. —Puedo acabar contigo ahora.

—¿Y qué te detiene? Tienes a demasiados perros falderos detrás de ti. ¿Qué más da si pierdes a uno?

—No me obligues a...

—¿A qué? Estoy en lo correcto, Nelson. Eres débil. Conociéndote, ya me habrías dado mi merecido. Pero ¿ahora? Ahora te disputas en si matarme o no. ¿Qué cambio?

Con el ceño fruncido y la cara roja de ira, movió al espada haciendo que la punta del arma lastimara mi rostro. Sentía la cara arder, ahí donde hacía hecho el corte.

—Esto es solo una advertencia, Thompson. No me hagas tomar medidas extremas. —susurró.

En ese momento, con el rostro lleno de sangre, noté algo que siempre había estado delante de mí. Cassandra tenía toda la razón, ahora su plan tenía sentido para mí. Nelson se estaba volviendo débil... inseguro... sensible. Ahora, matarlo no era una opción para la chica. Ella quería salvarlo. Salvarlo de su propia oscuridad.

(...)

~ Narra Heather. ~

Dolor y cansancio era lo que recorría en mi cuerpo en este momento. Delante de mí estaba el quinto árbol que cortaba a la mitad y en una roca cercana mis pertenencias. Había salido del recinto hacia el bosque que estaba cerca y desquitado todo en los árboles. Una ligera capa de sudor cubría mi cuerpo. Aún tenía calor, y solo llevaba puesta una camiseta de tirantes. Mechones de cabello cubrían mi visión y se pegaban a mi rostro. Me era difícil ver los árboles a través del cabello.

Mis músculos dolían, pero hacer esto me hacía sentir mucho mejor. Me había podido relajar y aclarar mi mente. Ya sabía que haría con todo. Ya sabía por qué me sentía tan... molesta con Kamille y frustrada. El secreto que guardaba con mi empeñaba me estaba carcomiendo por dentro y si no se lo decía a alguien, explotaría. Había decidido decírselo a Lany. Él y yo teníamos una conexión; él había traicionado a los que quería para salvarlos, yo estaba traicionando a mi mejor amigo casi hermano para salvar a los demás y, muy dentro de mi, para salvarlo. También quería decirle a Cassandra, sabía que ella era de confiar y que la podría considerar como una amiga, pero ella ocultaba algo, algo que no compartía con nadie. Y después de que Kamille me dijera que era la chica que nos había salvado de un hechizo de Nelson hacía que desconfiara un poco de ella. ¿Qué pasa si le cuenta a alguien mi secreto? ¿Qué pasaría si ella le dice a...

Revenge © |B#3|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora