Capítulo # 18 [Mi querida Dashie]

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Narra Soarin.

Estar al lado de mi diosa hacía que en mi tormentosa vida apareciera un hermoso arco iris, tan radiante al igual que su hermoso cabello multicolor... ok, mucha poesía por hoy.

Bueno, la seguía admirando después de tener una larga charla acerca de fútbol, se notaba que a ella le encantaba aquel deporte al igual que a mí, eso ya es un gran paso para conquistarla, al menos tenemos algo en común. De pronto Rainbow se para de la mesa diciendo que va a tomar un poco de aire. No quería quedarme solo, así que me dispuse a seguirla. No es que la esté acosando ni tengo la intención de secuestrarla, pero... no sé, no podía estar alejado de ella mucho tiempo ahora que tengo esta gran oportunidad.

Los dos salimos del edificio, yo detrás de ella, ni siquiera se había dado cuenta de mi presencia. Ella se apoyó de lado sobre un poste, me acerqué lentamente hasta lograr tener una cierta distancia permitiéndome extender mi mano y apoyarla sobre su hombro, pero eso fue una muy mala idea.

Al sentir que la estaba tocando, Rainbow enseguida volteó haciendo que en un movimiento rápido me dé un golpe con su rodilla en mi entrepierna. Y pues para los que la tienen, saben lo cuán doloroso es sentir aquellos golpes.

-¡Maldita... sea... mis hijos! -Grité y me retorcía de dolor. -¡¿Po-por... qué... lo hiciste?!

-¡Tú! -Exclamó sorprendida mientras me observaba como estaba tirado en suelo sintiendo mis partes palpitar. -L-lo siento... no fue mi intención. -Se agachó tratando de ayudarme a ponerme de pie. Se la escuchaba preocupada. Que tierna.

-Eso sí... dolió. -Me puse de pie con un poco de dificultad, podía sentir que en mi rostro llevaba dolor y sufrimiento. -¿Por qué me pegaste?

-¡Pero qué pregunta! -Exclamó enojada. -Primero me sigues como un acosador, y luego me asustas de esa manera; cualquiera dice "Hola Rainbow" o que sé yo, pero no... en serio me asustaste. Creí que eras un maldito violador.

-¿Por qué pensarías eso? -Le pregunté confuso.

-Porque... -Se quedó en pleno silencio.

-¿Me lo piensas decir?

-No es que sea cobarde ni miedosa... -Agachó su mirada evitando que le viera avergonzada. -solo qué en el primer concierto que hicimos en esta ciudad, un tipo obsesionado a mi persona mostró un enorme cartel donde decía que me iba a secuestrar y violar. En ese momento no le tomé en cuenta, ni siquiera me dio un poco de temor, pero con lo que me advirtieron mis amigas, pues...

-No te preocupes mi querida Dashie. -La interrumpí con un desprevenido abrazo. Sabía que a quien se refería era a mí, pero nunca se me había cruzado por la cabeza que en ella le provocaría temor al mostrar aquel enorme cartel. Ahora estoy en esos momentos donde la culpa me mata y sobre todo porque se trata de mi diosa. -Yo te protegeré. -Le dije nervioso.

-¿Qué te sucede? -Se separó de mí con un semblante de confusión.

-Ya te dije, yo no dejaré que nadie se te acerqué :3. -Le dije lo más tierno posible, haciendo que en ella apareciera un leve tono rojizo en sus mejillas. -Yo seré tu héroe.

-Eeemm... está bien. -Parecía incómoda después de haberle dicho eso. Me estoy dando cuenta que parezco más a un pedófilo enfermo que un fanático enamorado.

-Lo siento si te asuste... sé que te pongo nerviosa cuando no dejo de mirarte o parezco patético cuando digo mis frases cursis. -Dije apenado. -Es sólo que, eres mi ídola, he soñado con este día, bueno, a excepción del golpe. -Ella mostró una pequeña sonrisa burlona. -Es inevitable no despegar mi vista en ti; vuelvo y repito, eres mi diosa y nunca me cansaré de decírtelo.

Soy tu fanOn viuen les histories. Descobreix ara