Soy tu fan

Capítulo # 32

Narra Flash.

La alarma de mi celular me terminó despertando. Me levanté enseguida, no podía perder un segundo más, perder medio de éste sólo significaba esperar más para entrar al concierto. Me asomé a la ventana, el sol aún no había salido. Eso era bueno. Entré al baño, hice todo lo que debía hacer allá para finalmente estar listo e ir a mi destino.

El sonido de mi celular llama mi atención, no demoro en contestar la llamada.

Era Soarin.

-"Ya bajo"

Fue lo único que dije para finalmente colgar. Salí de mi habitación para dirigirme a la de mi mamá. Ella aún seguía escondida entre las sábanas. Con mucha cautela me dirigí a su cama.

-Mamá. -Susurré en su oído mientras sacudía su brazo con suavidad. -Mamá. -Volví a repetir, pero esta vez con un tono de volumen más alto.

Abrió sus ojos lentamente, le dio una rápida mirada al reloj que estaba sobre su mesita de noche, después me mira a mí, frunció su ceño.

-¿Por qué rayos jodes a esta hora de la madrugada? -Reprochó con enojo para luego darme la espalda. Hice una mueca mientras la miraba con desaprobación. -Necesito dormir mis ocho horas.

-Sólo vine para avisarte que me iré al concierto de las Rainbooms.

-Ah ya, que te haya bien. -Dijo con poco interés. -Y espero que no vengas con los ojos rojos.

-No voy a llorar. -Refuté. -Prometí no hacerlo.

-Eso dices ahora.

Rodeé mis ojos al ver que mi mamá no creía en mis palabras, era caso perdido discutir con ella.

-Bueno... me voy. -Me despedí de mi mamá. Me encaminé hacia la salida.

-Dile a Twilight que le deseo mucha suerte en su gira y que le agradezco mucho haber hecho feliz a mi piojito. Espero que muy pronto vuelva a esta casa.

Me detuve, giré, mi mamá me estaba mirando con una sonrisa, le devolví le gesto.

-Se lo diré.

-Suerte.

Salí de su habitación. El timbre empezó a sonar constantemente, gruñí mientras corría hacía la puerta.

-Dejen de tocar el timbre. -Abrí de golpe, los chicos soltaron un brinco del susto que se dieron por repentino acto. -Mi mamá está dormida.

-Estabas demorando demasiado. -Reclamó Chesse que estaba de brazos cruzados. -Fue demasiado con esperar al egocéntrico de Fancy.

-Tengo que ir elegante para mi querida Rarity, eso toma tiempo.

-Pero vamos a un concierto, no a un fiesta de gala. -Caramel lo señala al chico vestido de terno.  -Te ves ridículo.

-Da igual lo que ustedes digan, a ella le va a encantar. -Se encogió de hombros.

Todos rodamos los ojos a la vez.

-Mejor vámonos ya, no queremos llegar tan tarde y estar en una larga cola. -Dije.

[...]

Llegamos a dicho lugar, todos nuestro ánimos se fueron al suelo al ver una larguísima cola de gente esperando a que las puertas del auditorio donde se realizará el concierto se abran.

-¡Ya vieron! -Gritó Chesse exaltado. -Les dije que era mejor pasar la noche aquí. Todos los que están al principio, lo hicieron.

-¿Dormir en el suelo? Ja, eso nunca. -Comentó Fancy. -Que desagradable.

-Yo siempre estuve de acuerdo con Sándwich, yo no hubiera tenido ningún problema en eso. - Dijo Soarin algo decepcionado. -Pero como siempre, más cuenta la opinión de la mayoría. -A Fancy, Caramel, Big Mac y a mí nos fulminaba con la mirada.

-Nunca me imaginé esto. -Me defendí ante las miradas amenazantes de mis dos amigos. -Creí que con madrugar terminaríamos siendo uno de los primeros. Así como paso en el primer concierto.

-Era algo de esperarse. Las Rainbooms ya se van. -Comentó Big. -Este es su último concierto en la ciudad Crystal, la última oportunidad de que sus fans asistan a una.

Todos agachamos la cabeza, tristes de lo que sucederá en unas horas. Ay.

-Bueno, señores. -Intervino Caramel con una mirada de querer dar un discurso alentador, pues demostraba confianza y una chispa de esperanza. -Nos fuimos a la verga, preparen el saldo a sus celulares que al parecer nuestra despedida será a través de ellos. >:'v

Todos nos golpeanos la frente con una palmada ante el inesperado final.

-Que buen mensaje de motivación nos diste. -Dijo Soarin. -Al menos Chesse lo intenta, a pesar de lo malo que es con eso.

-Exac... ¡oye! -Exclamó Chesse indignado. -Creí que mis mensajitos les subía el ánimo, siempre me lo decían.

-Lo siento, pero te mentimos. -Dijo Caramel colocando su mano sobre su pecho, fingiendo pena y pesar.

-Ay, he vivido toda mi vida engañado... ¡Mentirosos! ¡Yo los amaba! ¡¿Cómo pudi...?!

-¡Ya paren con el drama! -Interrumpí, todos miraron hacia mí. -Ahora no es momento para las fuertes declaraciones, no debemos rendirnos tan fácilmente. Debemos encontrar una forma de cruzar primeros esa puerta. -Señalé hacia lo ultimo mencionado, que estaba a varios metros de distancia, tan lejos que era casi imposible de ver.

-Pero ¿Cómo? -Preguntó Fancy.

-Eso... aún no sé.

De pronto siento unas manos que agarran mi brazo.

Una chica de capucha y gafas negras era quien estaba a mi lado.

-Siganme. -Susurró.

Reconocí esa voz, sonreí de oreja a oreja al saber que aquella chica era mi Twilight. Antes de obedecer a su orden, no dude en darle un fuerte abrazo. No podía dejarlo pasar ahora que sé que en unas horas montará un avión para irse muy lejos.