Soy tu fan

Capítulo # 19 [Amor de la infancia]

Narra Flash.

Mi ídola y yo decidimos no volver a la fiesta, no queríamos que nos lluevan las preguntas si hubiéramos tomado la decisión de regresar, en especial mis amigos, ellos son muy curiosos y no me hubiera sentido cómodo responder sus preguntas pervertidas delante de Twilight, aquellos pendejos son muy mente sucia y de la podrida.(? Así que la llevé al hotel donde las Rainbooms se hospedan.

-Bien, aquí nos separamos. -Twilight me tenía agarrado del brazo y su cabeza apoyada sobre mi hombro. Ya estábamos frente a la puerta principal del hotel. -¿Cuándo nos volveremos a ver? -Se separó de mí para estar frente a frente.

-Si por mi fuera, mañana mismo. -Pase mi mano sobre su mejilla. -Pero por lo que he leído en las fuentes, ustedes estarán ocupadas con una disquera ¿Cierto?

-Sí, estaremos todo el día ahí. -Me respondió en tono triste.

-Aparte de hacer conciertos en la ciudad Crystal, también han venido a hacer otros trabajos. -Comenté.

-Eso es parte de nuestra visita en Crystal. Aquí grabamos un disco, hicimos una convención, realizamos conciertos y ahora nos falta hacer algunos contratos con disqueras. Algo que no es tan fácil. -Se encogió de hombros. -A veces tenemos el temor de perder algún que otro contrato importante.

-Pero al final, siempre salen ganando.

-Sí, es lo bueno de tener a una baterista tan insistente e irritable como Pinkie Pie... En algunas ocasiones, gracias a ella, hemos podido grabar nuestros discos en estudios donde al principio no nos aceptaban. -Río bajo. Dio un leve suspiro. -Cuando recién empezamos, muchos decían que nuestra banda no iba a resultar, apenas éramos adolescentes recién graduadas, no teníamos experiencia con la música. Sólo éramos nosotras y nuestros talentos, pero nuestra perseverancia y, sobretodo, unión hicieron de esta banda, la mejor.

-En eso no hay duda. -Le sonreí

-Aquí fue donde empezamos. -Observaba nuestro alrededor. -Y pensar que nuestra primera presentación, digamos, formal, fue en un bar de puros ebrios morbosos. -Volvió a reír.

-¿Sabes? -Llamé su atención. -Yo estuve ahí.

-¿Cómo? -Me miró sorprendida. -¿Viste nuestra presentación?

-Sí. -Afirmé. -Fue ahí donde te vi por primera vez, bueno, a pesar de que ya te conocía. Pero... no sé, coincidencia, destino, camino o lo que sea. Me enamoré de inmediato de aquella chica ojivioleta que agarraba con nerviosismo su micrófono y que con su voz, hizo que me perdiera completamente del mundo real... No lo niego, fue amor a primera vista que tuve hacia ti y algo me decía que aquel sentimiento, no era el típico amor de un fanático hacia su artista favorito, sabía que lo mío era real... Y esperar cuatro años desde aquel día, si valió la pena.

Una pequeña lágrima resbaló en su suave mejilla.

-Flash. -Dijo con un hilo de voz. -Yo... te amo... Y admito que... -Se quedó por un segundo en silencio. -bueno, nadie se lo he dicho, pero... tú fuiste mi amor de la infancia. Y siempre tuve la esperanza de volver a ver aquel niño problema del que me había enamorado.

-¿Y-yo... l-lo fui? -Pregunté tartamudeando. Eso sí no me lo esperaba. Y yo que creí que los cuatro años de mi espera era demasiado tiempo.

Asintió. -Te vi por primera vez cuando tenía nueve años, a esa edad me mudé a Canterlot junto con mi familia. Recuerdo que tu mamá y tú fueron los primeros en darnos la bienvenida al vecindario. Ese día estabas enojados con ella por haberte obligado a venir a nuestra nueva casa a saludarnos... Tuve la esperanza de hacernos buenos amigos después de aquella bienvenida, pero nunca pasó. -En ella apareció un poco de tristeza. -Lo más cerca que estuve contigo fue un día donde nos chocamos. Yo caí y tú enseguida me diste la mano para ayudarme a poner de pie. En eso momento no sabía cómo reaccionar, me puse muy nerviosa.