Capítulo VIII

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Se fue, salió por aquella puerta para simplemente irse y nunca regresar, los chicos todavía miraban la puerta sin entender lo que sucedía, Thiago se removía sintiendo la perdida de su mate y yo estaba peor.  Adam se acerca a mí y sólo niega con la cabeza para después irse por las escaleras, los gemelos siguen en su misma posición sólo que ahora me ven a mi esperando que les de una respuesta.

—¿Por que se fue nuestra Luna? —preguntan al mismo tiempo—. Se supone que ella nos iba a ayudar a ser mejores lobos y no perdernos.

—Vayan a su cuarto chicos —les hablo firme y comienzo a caminar hacia mi oficina.

En cuanto cierro la puerta comienzo a tirar todo al suelo. Estaba frustrado y de algún modo vulnerable, Thiago cuando se enojaba decía todo sin pensar en que sentiría el otro y ahora Ayleen se había ido lejos de nosotros.





Sentía que algo había mal pero no le tomaba importancia al menos mi hermana y yo teníamos una manada y podíamos dejar de escondernos, Dorian, mi lobo, estaba bastante ansioso pero no quería hacerle caso. Estaba feliz de dejar de ser abandonado. Pero algo me preocupaba, cuando los chicos vinieron a hablar con Leen un intenso aroma a canela y menta me embriagó, pero no quise hacerle caso. No quería tener un mate aún.

Escucho 3 golpes en la puerta y otra vez ese aroma llega a mis fosas nasales, sacudo la cabeza para despejarme de eso, me levanto de la cama y abro la puerta encontrándome con un chico de unos 16 años, él al verme se puso rígido y sabía que estaba notando que era su mate.

—¿Pasa algo? —pregunto con voz un tanto ronca.

—Nuestra Luna me pidió que le diera esto —dice nervioso y se pasa la lengua por los labios mientras extiende un papel blanco doblado.

Frunzo el ceño y lo tomo lentamente, el chico me mira curioso y sin más da media vuelta y se va con pasos rápidos mientras podía jurar que también estaba sonrojado, miro el pasillo por donde se fue por unos momentos y luego cierro la puerta rápido tratando de calmarme. Miro el papel entre mi mano, lo abro lentamente y leo las 2 líneas que estaban escritas con la letra de mi hermana.

Leen se había ido así sin más, sin dar una explicación o de siquiera pedirme a mi que me fuera con ella.

Que la diosa la proteja —murmura Dorian gimoteando—. Va a empezar el caos.

¿De que hablas? —pregunto sin entender nada.

No puedo decírtelo.

Es lo único que dice dejándome aún más confundido, algo estaba mal y Leen está metida en esto. Sabía que si alguien se enteraba de los secretos que ella ocultaban le iban a dar caza, no sólo por su título sino por más cosas.
Alpha, debo hablar con él, abro la puerta y salgo corriendo hacía las escaleras donde me cruzo con una chica de cabello corto unos centímetros abajo de mí.

— Hola guapo —saluda con voz sensual haciendo que sienta náuseas—. ¿A dónde vas con tanta prisa?

— Mira chica que parece no valorarse en lo absoluto —hablo serio—. Tengo que hablar con Alpha, así que si me disculpas.

Paso por su lado y ella sólo me toma del brazo deteniéndome, la volteo a ver sumamente molesto, ella solo parpadea coqueta y se pega más a mí.

¡Esta chica es peor que las pulgas! —exclama asqueado Dorian.

Y tenía toda la maldita razón, la miro con asco y me la quito para volver a tomar mi camino hacia la oficina de Alpha, sin importar nada abro la puerta y entro dándome cuenta de el desastre que había, varios libros en el suelo, el sillón que estaba ahí tenía lo cojines botados y el escritorio ahora estaba pegado a la pared de la izquierda y en la esquina del otro lado estaba Alpha sentado con la cabeza entre las rodillas.

—Alpha —hablo con voz baja.

—Larguense de aquí —habla con el tono de Alpha haciendo que me encoja de hombros y mi cuerpo pida salir a gritos.

—Necesito saber que le pasó a mi hermana —digo luchando por quedarme e ignorar la orden.

El Alpha levanta la cabeza y me mira como si tuviera 2 cabezas, se veía fatal, supongo que porqué es el mate de mi hermana. Me acerco unos pasos hacia él.

—Alpha —pronuncio con voz firme—. ¿Dónde esta mi hermana?

—Se fue —responde el en un susurro—. Para volver a juntar a su manada.

Luna Llena, ¿viva de nuevo? Esto es una locura.







Encontré un prado luego de caminar muchos kilómetros solo bajo la luz de la luna que ahora estaba moviéndose para dar paso al sol, dormiré aquí por unas cuantas horas al menos para poder seguir adelante.
¿Todo puede ocurrir en una noche? Me pregunto a mi misma pensando en todo lo que sucedió y mi respuesta es si, todo puede pasar así.

Todo va a mejorar Leen —me habla Sky tratando de consolarme.

¿De qué hablas? —le pregunto—. ¿Todo va a estar bien?

Sí.

¡Pero si volvimos a ser unos abandonados! —exclamo—. Esto esta de la mierda.

Tienes que buscar a los demás abandonados, hay gente de tu manada ahí.

Eso era imposible, se supone que Troy y yo éramos los únicos sobrevivientes, pero bueno, confiaba en mi loba. Ahora tengo que buscar a mi manada y volver a tener nuestro puesto.

Dios Luna, cuídame.

Legión de Lobos TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora