Capítulo III

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Sentí que el mundo se detuvo en cuanto sus ojos se posaron en mí, notaba que estaban dilatados y que las aletas de su nariz de movían captando mi aroma. Miro hacia Troy que parece haber notado lo que sucedía, sacudo la cabeza para aclarar mis pensamientos y trago saliva.

—Alpha —comienzo a hablar y siento que me temblaba la voz—. Te pedimos su permiso para formar parte de su manada.

—¿Qué pasó con la suya? —me pregunta y noto que su voz era gruesa pero de alguna forma para mis oídos era lo más hermoso que hubiese escuchado.

—Fuimos atacados por demonios y rogues —explico y me acerco un poco a mi hermano tratando de estar firme.

¿Puedes dejar de jugar y besar al chico que es nuestro mate y que parece un bombón? —pregunta Sky y deja escapar un ronroneo.

Basta Sky —ordeno lento.

A cambio escucho un gruñido de parte de ella el cual ignoro olímpicamente mientras veo que solo estábamos mi mate, el chico que nos trajo aquí, Troy y yo.

—¿Por qué no se dio alerta?

—Fue hace 3 años —habla Troy—. Somos los únicos sobrevivientes y hemos tratado de conseguir una manada desde entonces.

Él asiente lentamente y yo por tratar de distraerme centro mi atención en el cuarto en el que estábamos, era bastante amplio, en la parte central había un escritorio de madera negra con una laptop y varios papeles al igual que una pequeña lámpara. Detrás había una silla de cuero negro donde el estaba sentado con los codos recargados y en la pared habían varios libreros repletos, aún lado había un sofá de negro y en el estaba aquel chico que nos trajo. Me muerdo el interior de la mejilla ansiosa hasta que siento el sabor metálico de la sangre.









En cuanto puse un pie en la puerta de la casa un aroma a fresas y rosas me golpeo haciéndome dar cuenta de que entre los abandonados estaba ella, mi mate. Thiago aullaba de felicidad por saber que la habíamos encontrado y quería verla urgentemente. Abro la puerta y me encuentro con Adam, quien estaba sentado viendo la repetición de mi partido.

- Lleva a los abandonados a mi oficina ahora -ordeno y pongo mi casco y el resto del equipo en uno de los sillones.

- Mandaré a Dereck -
-habla el al darse cuenta que ya estaba aquí-. La chica me odia o algo

¡Nuestra mate! -exclama Thiago mientras brinca y lanza aullidos.

Tranquilo chico -le pido mientras río nervioso-. Ya la conoceremos.

- Sólo llevenlos a la oficina -pido y me acomodo la camisa negra que traía.

- Ya voy.

Pasa a mi lado y me da un golpe en el hombro mientras yo solo río y lo empujo, camino hacía mi oficina y entro mientras sacudo mi cabello. Había tomado el puesto de Alpha hace año y medio ya que mi padre decidió que ya estaba listo entonces el y mi madre se fueron a una casa en el centro del pueblo. La puerta se abre distrayéndome de mis pensamientos y dejando ver a Dereck, mi tercero al mando y detrás de el se encuentra un chico y una chica. En cuanto entran los 3, el aroma de mi mate vuelve a embriagarme y mis ojos se posan en ella.

Era delgada, tenía los ojos morados y el cabello le caía por los hombros, sus facciones eran suaves y a mis ojos se veía como una chica de porcelana que en cualquier minuto se pudiera romper, aún lado estaba un chico que se acercaba bastante a ella. Una parte de mi estaba celoso por eso, ¿¡quién es y porque esta muy cerca de mi mate!?

- Alpha -habla ganándose mi atención mientras la miro atento-. Le pedimos su permiso para formar parte de su manada.

- ¿Qué paso con la suya? - pregunto con curiosidad mientras me siento detrás de mi escritorio.

- Fuimos atacados por demonios y rogues -vuelve a hablar con su melodiosa voz.

Se acerca al otro chico y un gruñido se implanta en mi garganta a punto de salir, no sabía quien era él. Pero ella era mía y de nadie más.

- ¿Por qué no se dio alerta? -pregunto tratando de sonar firme.

- Fue hace 3 años -responde el chico-. Somos los únicos sobrevivientes y hemos tratado de conseguir una manada desde entonces.

Me quedo pensativo unos segundos, la única manada que había sido atacada hace 3 años fue.. ¡No! Imposible. Fue la manada Luna llena, la más importante de todas y la que nos protegía al resto, nosotros somos los segundos; Luna nueva en cuanto nos enteramos de que no había ningún sobreviviente tomamos el primer lugar. Los miro atento, ella miraba a otro lado nerviosa y el miraba a ella como si fuera algo valioso.

¿Quien es él? -habla Thiago molesto y enseña los colmillos.

No lo sé -me quejo igual-. Ella es mía.

- ¿Como es que ustedes sobrevivieron al ataque hacia la manada Luna llena?

- Mi hermana me salvo a mí -habla el chico y sus palabras nos calman a mi y a Thiago-. Fue después de la transformación de ella.

- Tú serías la siguiente Alpha de esa manada -señala Dereck quien había olvidado que estaba ahí.

- ¿Como se llaman? -hablo a la vez que el lo hizo.

- Ayleen y Troy Scott - anuncia ella con firmeza.

- Pues Ayleen y Troy -hablo y me levanto de aquella silla-. Bienvenidos a la manada




Ya estaba, no seremos más unos abandonados, tenemos una manada y yo tengo un mate. Abrazo a Troy quien me recibe alegre.

- Todo va a estar bien ahora hermanito - susurro cerca del oído.

- Así es Leen -me responde.

- Dereck lleva a Troy a una de las habitaciones y manden a alguien por su cosas -ordena Alpha-. Quiero hablar con ella a solas.

¿Estarás bien con él? -me pregunta Troy por nuestro vínculo.

Estaré bien -aseguro-. Si pasa algo dejaré que Sky tome mi lugar.

El sólo asiente aún inseguro y se deja llevar por Dereck, cuando la puerta se cierra detrás de ellos me le quedo mirando unos segundos y después siento unos brazos envolverme por la cintura para pegarme a un cuerpo.

- Te estuve esperando por mucho -me susurra con voz ronca.

Me quedo quieta unos segundos y luego lo abrazo para después aspirar aquel aroma que el poseía, era como el aroma de todo un bosque enfrascado en él, mi mate, estaba segura ahora.

Troy y yo tendremos una mejor vida ahora

Legión de Lobos TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora