Sabía que Dante ya había notado el cambio de color de mis ojos pero la verdad, eso era lo que menos me importaba ahora, quería saber la verdad pero una parte de mí decía que no fuera estúpida porque de seguro él amaba a la otra chica y eso sólo hacía que aquel dolor en mi pecho se hiciera un poco más fuerte. Dante nos llevó hacia el bosque metiéndonos cada vez más en su naturaleza, amaba el bosque de alguna forma me sentía tranquila sentía que mis padres estaban más cerca de mí y de mi hermano Troy.
Cuando estuvimos en lo más profundo del bosque, cerca de un lago dónde la luna se reflejaba él sólo me dio la espalda y dijo en voz alta:
— Me acosté con ella.
Algo se removió dentro mío haciendo que el aire se escapara de mis pulmones. "Me acosté con ella, me acosté con ella" se repetía en mi cabeza como un pequeño mantra que sólo hacia que Sky se enojara y yo me sintiera rota. Era mi mate y tenía el complejo de chico perfecto, pero ahora, era obvio que las apariencias engañan.
— Pues parece que la zorra es muy buena en la cama —reclama Sky diciendo lo primero que pensaba.
— Tú no entiendes —responde con voz neutra.
— ¿Sabes? —habla Sky con misterio—. Creo que es mejor regresar a Luna Llena y tomar mi lugar como la Alpha que debo ser.
¿De qué hablas Sky? —pregunto sorprendida ante sus palabras.
Tenemos y vamos a irnos —me responde firme.
— ¿Piensas ser Alpha de un lugar muerto? —pregunta y voltea a vernos con el ceño fruncido—. ¿De un lugar dónde no queda nadie?
— Eso es lo que tú crees —reclama Sky—. Creo que es mejor que Troy y yo volvamos y reconstruyamos nuestro hogar, así tu podrás seguirte acostando con esa cosa.
¡No se puede ir! —habla Thiago—. Tienes que detenerla.
— No puedes irte, eres la Luna de esta manada —respondo con total seguridad—. Y ahora tienes un deber con Luna Nueva.
Excelente razonamiento Dan.
Ayleen nos mira superior unos segundos, sabía que ella era alguien fuerte porque era de los pocos de nosotros que podían cambiar el color de sus ojos. Y sabía que algo ocultaba, tal vez era su mayor secreto, pero no me dirá.
— Tú y yo somos mates —responde ella señalándose y luego señalándome a mí—. Pero puedo rechazarte.
Por favor —habla Thiago perdiendo la poca paciencia que tenía—. Has que se quede, no aceptes el rechazo.
El rechazo. Éste era cuando alguno de los dos mates no quería estar con el otro entonces se le rechaza para buscar a otra persona muy a pesar de no tener un mate de nuevo, pero el mate más débil era el que sufría más ya sea que decida quedarse también con la otra mitad del dolor o morir. Y eso, no iba a pasar
— ¿Qué te ocurre? —pregunta mi voz siendo controlada por Thiago—. Vengo a hablar contigo sobre lo que ocurrió conmigo y Amber y tú...
— Así que se llama Amber —nos interrumpe ella y se encoje de hombros—. Creía que las zorras no tenían nombres
— ¡Basta Ayleen! —reclama Thiago comenzando a enojarse—. ¿Qué es lo que quieres saber? ¿Qué esa chica estuvo en mi cama varias veces gimiendo mi nombre? Pues así es y déjame decirte que es jodidamente buena.
¡Thiago! —digo su nombre enojado —. Detente tu ahora, dame mi cuerpo.
Trataba de pelear por tener el control de mí pero Thiago se rehusaba a dármelo y en un instante vi una lágrima descender por la mejilla de ella, la cual se la quita rápido.
"No quería hacerte llorar, Luna mía" me disculpo con el pensamiento.
Algo se rompió en mí cuando dijo eso, algo se quebró, algo se rasgó, no lo sé. Pero no quería que nos viéramos débiles incluso Sky se sintió mal. Sentía como poco a poco volvía a recuperar mi cuerpo, mi loba estaba herida y ya no quería hablar.
— Espero que tengas suerte con ella, Dante —respondo con voz débil—. Creo que la Diosa se equivocó en unirnos, porqué parece que no somos el complemento del otro. No quiero mi puesto de la manada, es mi decisión, pero Troy se quedará porque él no tiene la culpa en esto.
Veo que Dan me miraba sorprendido pero se repone al instante, solo asiente aceptando mi petición.
— Irás a la casa de la manada y sacarás lo esencial el resto será dado a tu hermano —informa con la voz firme—. Volverás a ser una abandonada.
Asiento decidida y camino de regreso a la casa, no iba a decirle nada a Troy simplemente le escribiría una pequeña carta y esperaré hasta que sea tiempo de volverlo a ver. Cuando alcancé a ver las luces de la casa respire hondo, esta fue mi decisión, que la Dios me proteja.
Entro a la casa y camino hacía el cuarto de Dante, por el aroma se me hizo imposible perderme. En cuanto entro comienzo a guardar mis cosas en una mochila solo un poco de ropa, un par de tenis y el dinero que teníamos ahorrado mi hermano y yo. Tomo un cuaderno y en una hoja escribo:
"Troy, lo siento. Estarás bien aquí, la manada te protegerá.
Te quiero mucho, no lo olvides nunca hermanito .
Volveré. Te lo prometo"
Arranco la hoja, la doblo para guardarla en el bolsillo del pantalón, me acomodo la mochila y bajo los escalones encontrándome con los gemelos.
— ¿A dónde vas? —pregunta Cat viéndome curiosa.
Los miro unos segundos y abro la boca para hablar cuando otra voz contesta por mí:
— Se va a ir —responde Dan con la mandíbula apretada y los brazos cruzados.
— ¿Por qué Alpha dice eso? —pregunta ahora Kyle.
— Kyle, quiero que le des esto a Troy por mí —le pido al chico mientras le doy la hoja—. No vayan al bosque solos.
Ellos solo asienten, camino pasando a un lado de Dante parándome a su lado, lo miro de reojo y suspiro.
— Espero que ella te quiera —le susurro a modo de despedida.
Camino hacía la puerta y salgo por ella cerrando con fuerza para después comenzar a caminar perdiéndome entre la espesura de la naturaleza. Quería convencerme de que mi hermano iba a estar bien ahí, Dante no podía hacerle nada porque yo lo sabría y regresaría por el.
Sin más, volví a la vida de un abandonado pero con la meta de recuperar a mi manada, tomar mi puesto y dirigir.
