Capítulo 28

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Multimedia: Stan- Eminem ft Dido

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Narra Richard

El olor a putrefacción se mixtura con el frío de las cadenas de alambre de púas a las que me mantienen atado. La sensación lacerante en mis piernas, sólo es superada por el ardor estomacal que siento tras una semana sin comer. No he tomado agua en casi tres días, la garganta me arde, me cuesta respirar entre tanto olor desagradable y por su fuera poco; apenas he logrado dormir.

Soy un espectro patético que se obliga a vivir, alimentado por el rencor que siento hacia mi ex mujer. Esa hija de perra me las pagará, aunque tenga que destinar lo que queda de mi vida para lograrlo.

La incomodidad en mi entrepierna sin miembro es asquerosa. Odio a Lynd con todo mi puto ser, por su culpa ya no tengo pene. Los médicos se encargaron de que sobreviviera, de que no muriese desangrado después de la puñalada que esa maldita rubia me propinó.

Mi cuerpo es un matorral de moretones, sangre coagulada y varias fracturas que por obvias razones no han sido tratadas como es debido. Ni siquiera puedo moverme, permanezco con la cabeza gacha e inmóvil recostado en una esquina, como un animal que no merece ver la luz del sol nuevamente.

Jamás me había sentido tan humillado. Jamás había caído tan bajo.

La oscuridad es tan fuerte como el incesante pitido de las goteras cayendo en algún rincón de este sitio frío y desgastante.

La bratvá me encerró aquí por pedido de Lynd, desde entonces me han torturado y obligado a comer mi propio excremento, todo con la intención que revele lo que sé sobre Dante; pero la realidad es que no tengo gran información que darles. Aunque pudiera tampoco lo haría, y no porque sea mi primo; sino porque sé que el acecho de Dante Domenici intranquiliza a la zorra Spencer.

Benedict vino a verme el primer día, y me recalcó que todo lo que estaba por vivir me lo había ganado por atentar contra su sobrino y contra la mujer de este.

Já, su mujer. El pobre iluso cree que Lynd es la mujer de Armand. Esa es hembra de todos y a la vez de ninguno. Una vez que dejas de ser útil para ella te desecha y se consigue alguien mejor. Es una zorra malnacida que se atrevió a dejarme en plena luna de miel.

¿Se puede ser más puta en esta vida?

Me pregunto en qué momento Koch se unirá a la lista de pendejos a los que Lynd manipuló y después arrojó al abismo con una sonrisa de lado a lado.

Pero esa perra me las pagará, en algún punto de toda esta mierdera situación lograré levantarme y darle un escarmiento.

Ni la inútil de Gianna logró despertar tanta ira en mí. Ni siquiera cuando se convirtió en la puta obligada de medio Sicilia. Lynd sobrepasó todos los límites de lo que repudio en una mujer. Es altanera, se siente autosuficiente y cree que con su belleza infernal podrá conseguir todo lo que se propone. Pero entre "creer que podrás" y "conseguirlo" hay una línea amplia que pretendo extender.

Perverso - CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora