Cuando su ex novio reaparece, la burbuja de perfección en la que Lynd Spencer creía vivir se rompe completamente.
Armand Koch está dispuesto a recuperarla, pero ella ya está casada.
Él, dejándose llevar por sus oscuros deseos le hace una rabios...
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La música estridente flamea en mis oídos provocando que mis caderas se muevan de un lado a otro. Los danzantes en la discoteca dejan que el ritmo les guíe a través de luces de neón, cabellos agitados y experiencias sensoriales que llegan a su punto máximo cuando la juventud reina sobre la noche.
Caminamos a través de la multitud efervescente que marcha al compás de Free Woman, de la cantante Lady Gaga. Las mujeres, encendidas por el sonido de la libertad al que la canción les incita, se apoderan de la pista, mientras los hombres las observan entretenidos y deleitados por la belleza, de la que las féminas en Manchester, hacemos gala.
Mis amigas y yo, vinimos a celebrar mi última noche como soltera. Nathan, el dueño del local, me ofreció un pase con bebidas y comida para todas. No pude rechazar su interesante propuesta, así que henos aquí, pasándola muy bien. Nos conocimos cuando dirigí un video para promocionar su local en redes sociales, página web y televisión. Quedó encantado con todo el equipo de producción, pues el buen trabajo que hicimos logró que los clientes aumentaran en un diez por ciento en el último mes.
El local es impresionante, con inmensas lámparas Led dispuestas en cada esquina iluminando todo en tonos que van desde el naranja, hasta un encendido y vibrante fucsia. Es cómodo, alegre e inmenso, pues sus cinco niveles, lo convierten en uno de los centros de diversión más grandes y modernos de Europa.
La discoteca, cuenta con una piscina en el primer nivel, en la que los más atrevidos celebran, introduciéndose en ella con sus parejas para llevar la celebración más allá. Mesas metálicas, repletas de tragos rodean la piscina. El segundo nivel es exclusivo para aquellos que sólo vienen a bailar y en el tercero y según tengo entendido, se ofrece refrigerios, alcohol y habitaciones particulares por si conociste a alguien en la disco y sólo estás interesado en tener sexo ocasional. El cuarto y quinto piso casi siempre están reservados, según sé, son departamentos alquilados por personas de cartera amplia. Están construidos de forma que los ruidos provenientes de los pisos inferiores no afecten demasiado sus horas de sueño. Este lugar es más un hotel que una discoteca.
Nosotras llegamos al ascensor y nos adentramos en él para llegar al segundo piso. Aunque las chicas se mueren por conocer el tercer nivel, la idea de ir a un lugar con desconocidos que sólo van por sexo, y que posiblemente se encuentren alcoholizados no me resulta demasiado atractiva.
El ruido disminuye apenas entramos al cubículo presurizado que nos permitirá ascender. La quietud se asienta rápido, dándole un leve descanso a mis oídos.
Somos el típico grupo de amigas que se conoció cuando iban a la universidad y su amistad prevalece.
—Me pregunto cuántos chicos apuestos conoceremos esta noche— se adelanta Lana, una pelirroja nacida en Escocia, que siempre se muestra interesada en todo lo que implique estar cerca de hombres apuestos. Estudió arte y tiene su propia galería, es talentosa y distraída. Su estilo es bohemio y despreocupado.
