Capítulo 7

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Multimedia: Somebody that i used to know- Gotye ft Kimbra.

Maratón parte 2

Faltan pocos minutos para que salgamos hacia Garden Grey, el sitio que Richard y yo elegimos para celebrar nuestro matrimonio.

Mi boda no es religiosa, Richard y su familia son ateos, así que preferí no entrar en dilemas de ese tipo y casarme sólo por la vía civil. Los padres de Richard no me aprecian demasiado, ellos querían que él se casara con una australiana. Según ellos las mujeres de ese país son de huesos fuertes y amplia fertilidad. No sé qué tiene que ver la fuerza de mis huesos con mi capacidad como mujer, pero en fin. La verdad suelo ignorar sus malos comentarios, porque quien siempre me importó fue su hijo. Ahora que lo pienso, Meghan, su madre; quemaría mi vestido si se entera que engañé a su hijo.

Me quedo un rato a solas con Alessia. Entramos a mi cuarto y nos sentamos sobre la cama. Las demás fueron a terminar de arreglarse.

Sólo me falta ponerme el vestido de novia. El traje es precioso, puro y muy blanco. Una ironía de todo lo que en estos momentos no represento. Con mangas largas creadas con un lindo y elaborado encaje floral, y una amplia falda de tul. Enmarca mi figura, haciéndome ver sofisticada y a la vez delicada. Como una flor rodeada de partículas de diamante.

Alessia se levanta y tranca la puerta de la habitación.

—¿Me puedes decir qué te pasa? —dice—.Te veo más al borde del llanto que de la alegría.

Siento que si no hablo con alguien la culpa me cercenará la garganta.

—Me acosté con Armand anoche—puntualizo directa y sin escapatoria.

La mandíbula de Alessia se desencaja, ella abre su boca por un minuto. Continúa así por dos minutos más. Sus facciones se estrujan en esa posición, hasta que transcurren como ocho minutos.

Mi mejor amiga sigue con la boca completamente abierta y los ojos muy dilatados por tres minutos más. Está en shock.

—Oye, ya di algo. —pido.

—Lo siento. Es sólo que no me lo esperaba. ¿Cómo te sientes?

—Como la peor de las mujeres. —respondo, mi voz se tambalea. En cualquier momento empezaré a llorar de nuevo.

Ella menea la cabeza de un lado al otro.

—No serás la primera ni la última que sea infiel. No es como si hubieses matado a alguien. Además, en las despedidas de soltero tampoco es que jueguen videojuegos y se vayan de retiro espiritual.

—Te estás pareciendo a Caroline.

—Cuando se trata de apoyar a mis amigas no escatimaré en esfuerzos. —comenta con una sinceridad vehemente. —¿Lo viste en la discoteca?

Perverso - CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora