la otra cara de la moneda

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Pasaron dos meses , el diariero estaba contento porque próximamente terminaría sus estudios secundarios, muy pocos jóvenes de su edad lo habían logrado. Tenia planes para continuar su vida tal vez una viaje a la gran cuidad en busca de oportunidades laborales, quería progresar, era entusiasta y luchador. 

 Mística jugo  tranquila en el parque de la casona, abajo de la sombra de un paraíso. Madre no era para nada invasiva, así que ella estaba en paz.

De un momento a otro Mística se recostó sobre el frondoso césped y medito.. Solo silencio había a su alrededor, miraba la veta de luz solar que penetraba entre las hojas del gran árbol, el oleaje producía un sonido pacificador y ella recordó...
Era una media tarde de junio, estaba fresco pero el cálido sol del otoño en américa del sur despertaba las ganas de estar en el patio, Mística se poso debajo de la ventana y se quedo en silencio.
Escucho los pasos de la robusta desde el living al comedor, se sentaron con Nora junto al ventanal que daba al parque.
Las dos se pusieron a conversar, en un momento la robusta le comenzó a comentar a Nora, su amiga, como era su vida antes de que la trajeran a la casa.
Robusta:-  yo era una niña muy mimada, tenia el amor de mis abuelos para mi las 24 horas del día, vestía con las telas mas finas, mi abuela me atendía y  yo me sentía una princesa, recuerdo que leíamos con la abuela novelas de todo tipo y nuestras conversaciones eran amenas. Desde los tres años viví con la abuela en otra comuna lejos de mis padres. Ellos me entregaron como un paquete. Cuenta mi abuela que las primeras noches llore mucho por estar lejos de mi hogar , extrañaba a mis  padres biológicos, digo ^^ biológicos ^^ pero los del corazón fueron mis abuelos.
A los 13 años cuando nació mi hermana menor , mis padres le dijeron a mi abuela que necesitaban mi ayuda y me mandaron a llamar. Vine a una casa donde vivían todos hacinados, comían como bestias, paliaban como demonios, vine a ser sirvienta de todos y a cuidar un bebé. Mis abuelos sufrieron mucho pero sin conflictos cedieron al pedido de mi madre. Me "devolvieron" y yo sufrí mucho. Cuando veo a Mística, siento que ella tiene todo lo que no tuve. A ella la amaron mas que a mi, de ella no se deshicieron mis padres.
Mi abuelo no soporto y murió de tristeza,al año de enviarme de vuelta  y yo estuve lejos, no pude sostener su mano en su último aliento, no le agradecí todo lo buen papá que fue conmigo. No pude acariciar su barbilla, ni abrazarlo fuerte. Estaba lejos, cuidando de una casa, porque eso hacia mi madre me dejaba al cuidado de un bebé y de los quehaceres del hogar, desde cocinar , planchar, lavar, barrer, alimentar un bebé, cambiar sus pañales, hacerlo dormir.
Por un momento la robusta soltó en llanto y maldijo el momento en que la trajeron de regreso al hogar.
Mística estaba debajo de la ventana y escuchaba atentamente, no quería ni siquiera respirar, por las dudas, la oyera y reaccionará mal.
Los chicos muchas veces se sienten culpables de cosas que nada tienen que ver con las decisiones de los adultos.
Mística sentía culpa y dolor.
Al volver nuevamente del recuerdo, Mística se encontraba mirando el mismo haz de luz que atravesaba el árbol.
Sola siguió así un rato largo recordando a su hermana robusta.

Esa noche tuvo un sueño extraño, y se despertó cerca de las tres de la mañana. Sintió que alguien caminaba en la cocina con un bastón, aunque tenia un poco de miedo se acerco hasta la puerta y espió. Era un tipo de anciano, muy chiquito que tenia un sombrero que tapaba prácticamente toda la cara, tenia una cigarillo en la boca, y revisaba la casa, en busca de algo. Mística sintió que lo conocía de algún lado pero dudo, mulaton comenzó a ladrar en tono de alerta y el monarca despertó sobresaltado, tomo la escopeta prendió la luz y salio al patio. Mística se asusto, corrió a su cama y se tapo hasta la cabeza , ni siquiera quería respirar .

No supo esa noche quien era ese extraño hombrecillo, aspecto de anciano pero con una extraña viveza que pudo apreciar debido a su movimiento corporal. 

Misteriosamente MísticaWhere stories live. Discover now