Despertando

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Mística despertó en su nuevo hogar, tenía algo así como dos años, estaba al cuidado de una persona deforme, robusta, pelo enmarañado, manos largas, y en su mano siempre tenía una escoba.

Mistica- mi primer sentimiento fue ganas de llorar, el lugar era frio, y esta persona era mi única ayuda a cinco metros a la redonda, yo no sé hablar, cuando quiero expresarme sale un llanto.

La persona se me acerca y me toma de un brazo, me alza y me lleva a una mesa redonda, me sienta, y me da de beber un fluido blanco, dulce, me dice que se llama leche, a mí me gusta. Me está alimentando, no hay nada malo en eso, empiezo a confiar. Me siento animada, me gustan sus brazos, creo que es mi mama.

De repente miro al techo veo un espacio por donde se filtra la luz, es una luz amarilla, casi blanca, veo pequeñas partículas pequeñas danzando sobre ese rayo de luz, me gusta, lo quiero tocar.

Miro a mi alrededor y veo que las paredes son de barro y material precario, es un hogar pobre. No hay puertas solo cortinas de puertas para separar las habitaciones, los pisos son de tierra y cascote. Uso pañales de tela, la persona que me cuida está molesta no quiere lavarlos, yo me siento mal, siento su molestia en mi corazón.

Aparecen dos muchachos relativamente parecido, uno es deportista, el otro el rockero. El deportista me quiere asustar, usa el miedo para llamar mi atención, estamos solos los dos en la habitación, él toma un cuchillo y me lo pone en la mano, siento que eso es divertido, sonrió, luego él se acerca mucho y grita, se cae en la cama empieza a retorcerse y veo que el cuchillo ya no está en mi mano, me siento confundida, veo que el cuchillo está en su estómago y empiezo a llorar, me asusto mucho, éramos amigos y de repente lo lastime, yo tenía el cuchillo en mi mano y ahora está en su estómago, es terrible lo que está pasándome.

Este muchacho está bromeando, apoyo superficialmente el cuchillo en su ombligo e invento la escena del homicidio, algo cruel para hacerlo con una niña de dos años.

Mística conoce a tres de los individuos que conviven en ese hogar, una mujer y dos varones.

Después de algunos meses, las cosas no cambiaron mucho, el individuo bromista asustaba de alguna manera a mística. Era algo negativo ya que su cerebro se estaba formando y estos sustos solo generarían recuerdo muy difícil de erradicar.



Misteriosamente MísticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora