—¿Otra? ¿De que trata?

Para Jungkook, Jimin era una gran caja de sorpresas, la cual siempre le daba curiosidad, nerviosismo y ansiedad.

—El primero que encuentra la carne, gana, y el que pierde tendrá que hacer lo que el ganador quiera, por dos días.

—¿Ser un esclavo? No lo sé...

—¿Qué pasa? ¿No tienes confianza?— dijo Jimin, para luego tratar de imitar a una gallina.

—Bien. Acepto.

—En sus marcas...listos...¡Carne!- gritó, provocando que Jungkook corriera unos pasos, luego se detuvo al escuchar la audible risa de Jimin.

—Se supone que tienes que decir ya...— dijo Jungkook, pegándole en la frente.

—Perdón, me había tentado hacerlo— dijo aún riéndose—. Bien, ahora si, ¡ya!— dijo, tomando ventaja en la carrera.

—¡Tramposo!— gritó, para luego correr hacia la parte de congelados.

Luego de aproximadamente dos minutos de búsqueda, apareció el ganador, el cual fue...

—Jungkook...— dijo Jimin, para luego levantar la bandeja con la carne— Al parecer volviste a perder...—dijo, sonriendo satisfecho.

Jungkook tomo sus cabellos con ambas manos, y aunque fingía estar serio, por dentro tenía ciertos deseos de perder. ¿Qué era lo que el mayor estaba haciendo con la mente del menor? Jungkook bajaba todas sus barreras frente a él.

—¿Y ahora qué?

—Hermoso y sensual amo Jimin, debes decirme así. Ahora esclavo, vayamos a pagar a la caja.

—Ridículo.

—Shhh, calladito— dijo poniendo un dedo en la boca del contrario.

Jimin realmente se sentía genial por haber ganado, se sentía poderoso y seguro, ahora tendría a aquel mocoso irrespetuoso bajo su poder y este no podía negarse.

Una vez en el departamento, Jungkook fue directo a la cocina, dejando todos los productos sobre la mesa. Luego se puso el delantal y comenzó a cocinar.

Jimin, el cual estaba en la sala, observaba detenidamente cada rincón del cuarto. Cuando termino su inspección, se sentó en uno de los sillones, pero poco duro en el, ya que segundos después se paró.

—Esto apesta a perfume de mujer...— dijo, mirando el asiento detenidamente, luego se dirigió a la habitación de Jungkook, y pudo ver que la cama estaba desprolija—.   Parece que el mocoso se divirtió— dijo Jimin, quizá algo molesto.

—¡Jimin! Hazme un favor— gritó Jungkook desde la cocina, haciendo espantar al mayor, el cual estaba tocando la almohada del menor.

—¿Qué?— preguntó una vez en la cocina.

—Dame la sal que está en el mueble de allá— dijo Jungkook, intentando señalar con la cabeza, ya que sus manos estaban ocupadas.

—Toda tuya.

—Gracias, eso es todo, ve a descansar.

—No me des órdenes, solo yo te las puedo dar— dijo apoyándose en el borde de la mesa, mirando la espalda de Jungkook—. ¿Quién era?

—¿De qué hablas?— preguntó, mirando por sobre su hombro.

—La chica de antes...su perfume asqueroso se huele en la sala, me molesta la nariz— dijo mirando hacia un costado.

—Ah, ella...es mi ex. ¿Era eso de lo que querías hablar antes?— dijo Jungkook, para luego volver a mirar hacia adelante.

—Mhm, quizá, soy yo quien hace las preguntas. Ahora dime ¿Se divirtieron? Parecía bonita— preguntó, ahora mirándole la espalda.

Cruce de miradas [JiKook]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz