Oh no, esa voz...

—...Haeri...

Mi ex.

—Kookie, tanto tiempo. ¿Cómo estás?— dijo, con una voz tierna. Debo admitir que aunque fuera una zorra, su voz siempre me gusto mucho.

—Vamos al grano. ¿A qué se debe esta llamada?— pregunté, tratando de sonar cortante.

—¿Acaso no puedo llamar a mi amigo?

—Ja, ¿Amigos? no recuerdo que seamos eso, es más, ahora mismo estoy hablando con una desconocida. ¿Acaso no dijiste eso cuando finalizaste nuestra relación? ¿qué solo éramos dos desconocidos con el titulo de novios? 

—No sé de que hablas, lo que sea, no seas rencoroso ¿sí? Solo veamos un rato para recordar viejos tiempos. ¿Qué te parece?

—Bien.

—Iré en quince minutos. ¿Aún vives en el mismo departamento?

—Sí. Nos vemos— luego de decir esto, corte.

A pesar de todo lo que había pasado, tenía ganas de verla, pero no porque la extrañase, simplemente tenía curiosidad de cómo le estaba yendo, además de saber qué es lo que quiere, ya que hace muchos meses no hablábamos y que llame de la nada es muy raro.

Los minutos simplemente fueron pasando, hasta que por fin la puerta sonó. Si lo pensaba bien, podría ser vengativo y dejarla esperando afuera, pero como soy un tonto bueno, decidí abrirle de inmediato.

—Hola— dije, mirándola de arriba abajo, traía ropa suelta, lentes de contacto de color gris y estaba muy flaca.

—¡¡Kookie!!— gritó, abrazándome de repente, yo no le correspondí.

—Por favor pasa— dije separándome, ella chisto, y luego paso adelante, sentándose despreocupadamente en el sillón, mascando su chicle con energía.

¿Ella fue siempre así? ¿Acaso fue por eso que durante la relación no le prestaba atención? Realmente no lo recuerdo, solo sé que ahora, lo único que me parece lindo de ella, es su voz.

—¿Qué quieres tomar?

—Café.

—¿Café? ¿Segura? Recuerdo que no te gustaba.

—No me gustaba, pero con mi ex me hice adicta.

—¿Tu ex Youngjae?

—Sí, ¿puedes creer que el muy hijo de puta me engañaba?

Seguro la engañaba con la ex de Jimin.

—Ah eso se le llama Karma— dije por lo bajo.

—¿Dijiste algo?

—¿Eh? No, iré a preparar café.

—Okey— dijo sonriendo.

Bueno, su sonrisa también era linda, debía admitirlo, pero la verdad es que no era nada comparada con la de Jimin...

—Mejor pasare por alto el hecho que pensé en él— susurre, mientras preparaba el café.

—¿En quién pensabas?—dijo Haeri, abrazándome por detrás.

—En Jimin—dije de forma sincera, luego me di cuenta de lo estúpido que fui.

—¿Jimin? ¿¡Tienes novia!? No, espera, dijiste él...

Y como quien dice, fui salvado por la campana cuando la pava con el agua comenzó a sonar.

—Mira, ya está el café, ve a sentarte— dije, soltando sus manos de mi cintura y alejándome de ella.

—Ok— dijo, mirándome de forma sospechosa.

—Estúpida boca, siempre metiéndome en problemas— susurre, y le di un leve golpe con mi mano.

Luego de poner el café en las tazas y colocar dos porciones de torta, puse todo en una bandeja y lo lleve a la sala.

—Puedes servirte.

—Gracias— dijo, agarrando el café y dándole un sorbo— Sabe bien.

—Me alegro— dije, dándole un bocado a la torta.

—¿Qué tal esta?

—Esta rica, ¿por qué no la pruebas?— le respondí sin interés.

—Eso haré— al decir esto, se paro y se sentó sobre mis piernas, luego beso mis labios de una forma que me pareció asquerosa—.  Es cierto, esta rica— dijo la muy zorra.

—¿¡Qué haces!? Aaish— grité, levantándome rápidamente, provocando que ella cayera al suelo.

—¡Auch! ¿¡Qué te pasa!? Que grosero— dijo, parándose rápidamente, y volviendo al sillón en donde estaba sentada antes.

—Y tu eres una atrevida, ¿se te olvida que no somos nada?— dije, volviéndome a sentar, mientras me limpiaba la boca.

—¿Me vas a decir quién es Jimin?

—No es necesario que lo sepas, ¿por qué mejor no me dices que quieres?

—Te quiero de nuevo, ¿no es obvio?

—Muy graciosa. Te dejo en claro que eso no va a pasar— dije, levantándome del sillón por segunda vez—Ahora te pido por favor que te vayas, con lo de hoy me confirmaste que no quiero saber más de ti.

—Espera... ¿Acaso... eres gay?— preguntó mirándome de forma sospechosa.

A ver, admito que nunca le preste tanta atención a las mujeres, solo a Haeri, pero tampoco le daba mucha importancia, por eso principalmente me dejo. También es cierto que bese a un hombre, y me gusto, pero fue solo esa vez, nunca antes, además de que no pasamos los extremos, no creo que los besos hagan gran diferencia, por lo cual no estoy seguro... Sonara bastante cliché, pero, tampoco es que me atraigan todos los hombres, solo estoy interesandome en Jimin...Da igual, lo importante ahora es que puedo usar esto como una excusa para deshacerme de ella.

—...Si, soy gay—dije, abriendo la puerta y saliendo por ella.

—Dudaste. Eso significa que no estás seguro, así que es una oportunidad para mí—dijo mientras salía con una sonrisa, para luego tomar mi mano.

Aquello me había molestado, pero por un momento me quede colgado en la suavidad de sus manos, luego reaccione al escuchar a mi vecina Yon.

—¿Jimin? ¿Qué haces?

—No puede ser, es una broma ¿cierto?— pensé en voz alta, mirando hacia el frente, quitando rápidamente la mano de Haeri, esto provocó que ella mirase también.

Allí estaba el causante de mis pensamientos raros, Park Jimin.

—Con que aquí tenemos a Jimin ¿cierto?— dijo, poco más escupiendo veneno con sus palabras— Luego te llamo Kookie—dijo, para luego alejarse.

Apenas se fue no pude evitar el ver a Jimin, ¿qué se supone que estaba haciendo llevando las bolsas de Yon, y parandose en su puerta. ¿Acaso le van las noonas?

—Uf, aquí están de nuevo tus pensamientos raros, lo mejor será irme a ordenar— dije, para luego entrar a mi cuarto.

Luego de limpiar todo, fui al baño y me lave la boca con el cepillo de dientes, no sé por qué, pero me sentía sucio. Al finalizar me recosté en mi cama y comencé a pensar en lo que podría cocinar en el almuerzo, cuando lo decidí me levante, tome mi billetera y fui directo a la puerta para poder ir a comprar; al abrirla me lleve una sorpresa al ver que Jimin estaba parado frente a ella.

—Jungkook ¿Podemos hablar?

[...]

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Cruce de miradas [JiKook]Där berättelser lever. Upptäck nu