-No, es sólo que ya se porque eres una Ravenclaw y no una Slytherin. No eres igual a Bellatrix, ¿Cierto?- ella me miró y luego desvío su mirada un momento.

-¿Es muy obvio?

-Para los que te conocen, como yo lo estoy haciendo, de a poco.

-La verdad, me sorprende que no me allas juzgado por quien es mi madre.

-Por el mismo motivo que tu no me juzgaste, porque no somos como los demás creen que somos. -ella me miró y asintió a lo que dije.

-No eres tan mala como pareces Black. -y por primera vez algo me sorprendió, ella me sonrió.

-Ni tu...

-Fox, Aline Fox. -dijo ella

-Ni tu Fox. -le sonreí.

-Es lindo ver que se agraden. -dijo Zahia, quien apareció delante de nosotras y nos dedicó una mirada cómplice.

-No somos amigas ni nada, sólo ya no me desagrada tanto como antes. -dijo Aline.

-Si, además que ya no es tan presumida ni "superior" a nosotras. -dije yo, Aline me miró con una ceja alzada.

-"¡Ya llegó por quien lloraban perras!"- me imitó con una voz chillona y haciendo movimientos raros con las manos, ahora yo la mire con una ceja alzada.

-"No es un admirador secreto si es lo que piensas, eres linda pero no te hará mal algo de modestia"- dije imitándola y haciendo movimientos más raros con mis manos.

Ella me miró desafiante y yo la mire de la misma forma.

-¡Antes de que se lancen hechizos recuerden que no deben saber que estamos aquí!- dijo de forma rápida Zahia, con Aline nos miramos y reímos fuerte.

-No nos ibamos a lanzar hechizos, Zahia. -dijo Aline.

-Pero no es mala idea salir de aquí. -dije yo y las chicas asintieron.

-¡Se a donde ir!- exclamó Aline y se dirigió corriendo a las escaleras, con Zahia nos miramos y la seguimos.

Tratábamos de correr en silenció por los corredores, debo decir que la sensación de romper las reglas, es la mejor sensación de todas, sentirse libre, además que es muy divertido.

Llegamos a un corredor vacío, Aline nos indicó que nos quedáramos quietas, eso hicimos, Aline se paseo tres veces por el pasillo con sus ojos cerrados, se veía bastante concentrada en lo que hacía. Hasta que de la muralla se comenzó a abrir la pared dando el pasó a una habitación. Con Zahia estábamos con los ojos bien abiertos igual que nuestras bocas, viendo como apareció una habitación, Aline nos empujó a la habitación y esta se cerró.

-¡Bienvendias a sala de menesteres!- dijo Aline mirándonos con su típica mirada de superioridad. Con Zahia aún estábamos con la boca abierta del asombro. -Si siguen así les entraran moscas a la boca. -dijo riendo.

-¡Pense que la sala de menesteres era sólo una leyenda!- dijo Zahia, mire la sala, tenía tres camas de una plaza, un armario con tres uniformes, tres corbatas, dos con los colores de Gryffindor; dorado y rojo y una con los colores de Ravenclaw; azul y bronce. Sin contar que en la mesa de centro, había cerveza de mantequilla, ranas de chocolate, grageas de todos los sabores y muchas cosas para picar.

-Todos piensan eso, pero no es así. -dijo Aline mientras se sentaba en un sillón y apoyaba los pies sobre la mesa, me recordó cuando fui a la oficina de Dumbledore, yo hice lo mismo.

-¡Hey! No subas los pies a la mesa. -dijo Zahia, yo las mire divertida y me senté en el otro sillón subiendo también los pies a la mesa, saque un paquete de grageas y las comencé a comer.

La hija de Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora