La hija de Sirius Black

La visita de Albus Dumbledore

Narra autora:

Amy deambulada tranquilamente por la casa de los Black mientras arreglaba su largo y liso cabello negro, para tener 13 años es alta y tiene la piel trigeña junto con unos hermosos ojos claros quien saco de su padre. Claro que Amy sabe de la magia, su tio se encargo de enseñarle muchas cosas y ser su tutor, no lo demostraba pero adoraba a Amy como un hija, Amy sabe que es hija de Sirius Black, lo que no sabe es que su madre es Elizabet White, sangre pura como su padre pero traidora a la sangre para los mortifagos.

Regulus le dijo a los 10 años que era hija de Bellatrix Lestrange y que debia seguir sus pasos y ser una mortifaga.

Amy no desobedecia a su tío y ya que Regulus le dijo que ambos padres son mortifagos debe seguir sus pasos.

-Amy, ven por favor- la llamo su tio desde abajo. Amy suspiro, se saco un mechon de cabello del rostro y se lo puso detras de la oreja mientras salia de su lugar favorito, la biblioteca, le encantaba saber de magia y aprendia todo lo posible.

Narra Amy:

-Ya voy Tio- conteste mientras salia y bajaba a buscar a mi tio.
Encuentro a mi tío leyendo el profeta -¿Pasa algo tío?- pregunto preocupada al ver su rostro extraño, no puedo descifrar que sucedía.

-Sirius escapo de Azkaban- me dijo serio, me dio un vuelco al corazón ¿Quiere decir que veré a mi padre, despues de tanto tiempo?

-¿Como?- fue lo único que pude decir, no sabia como reaccionar, según tenia entendido nadie jamas a escapado -¿Mi madre también escapo?

-Eso mismo quisiera saber, como... Y no... Bellatrix sigue encerrada- suspire triste, mis esperanzas de ver a mi madre se fueron -Amy... -lo mire -A pesar que sea tu padre, Sirius es un hombre peligroso, corres peligro aquí Amy- no lo entendia, era mi padre, no creo que sea tan malo como dicen. Algo me dice que mi padre es diferente a todos los Black que el no es malo y es mal juzgado. Mi madre por otra parte se que hizo muchas cosas malas pero se que en el fondo es buena.

-A pesar de que sea así, prefiero estar aquí que en ese mugriento orfanato muggle, yo no pertenezco ahí, pertenezco aquí y seguiré los pasos de mis padres, siendo una Black y una Lestrange -lo dije con un porte digna de toda Black, tal vez mi padre mato a muchos Muggles y mi madre torturo a Mestizos y Muggles, pero son mis padres a pesar de todo. Pero no me gusta pensar en torturar a los Muggles, Mestizos y Impuros, siento que soy diferente, aun así no quiero decepcionar a mis padres ni a mi tío.

-Y lo seras, estoy seguro que serás el orgullo de los Black y que tu madre estará muy orgullosa de ti, por eso mismo te quiero dejar a salvo, no quiero que algo le pasa a la heredera de los Black- me sonrio malicioso, le devolví la sonrisa -Pero... No te devolveré a ese mugriento lugar- dijo con una mueca de asco -si no que iras al colegio donde estudiaron tus padres y yo- ¿A un colegio? ¿Qué colegio? ¡No interesa! Mis padres estuvieron ahí y mi tío también, yo quiero ir -De hecho te espera alguien, ve a la sala te dejare a solas con el- espera... ¿Que? ¿Quien es ese alguien? No pude decir mas cuando mi tío se retiró y yo fui a la sala.

Al entrar vi a un hombre bastante viejo a decir verdad, barbón y con el cabello largo y plateado. Entre de poco hasta llamar la atención de aquel señor.

-Buenos dias señorita Black- me sobresalte no me di cuenta que aquel hombre me miraba me acerque con un porte perfecto y derecho como toda una Black, porque si, me enorgullece ser una Black. A pesar de sentir que soy diferente a los demás.

-Buenos días señor...-

-Albus Dumbledore- asenti -¿Sabes porque estoy aquí?- negué -Porque tu tienes un cupo en mi colegio, soy el director del colegio Hogwarts de Magia y Hechizería y tienes un cupo desde que naciste, tu padre y tu madre estuvieron en el mismo colegio- sonrei interiormente, así que este señor es el director y iré a su escuela, mas feliz no podía estar.