Tú siempre para mí | Naruhina

XIV. TÚ SIEMPRE

XIV. TÚ SIEMPRE

Ya hace un par de horas de que Naruto se marchó a Estados Unidos. Las chicas se decidieron reunir para escuchar lo que les tenía que decir Hinata. Aquella azabache andaba metida en sus pensamientos y no dejaba de pensar en el rubio de ojos azules tan penetrantes como el cielo...

— ¿Hinata? ¿Me escuchas?

— ¡¿Qué?! ¡Sí! Si, perdón.

— Bien dilo ya, sabes que puedes confiar en nosotras — habló Ino.

— Sí, bueno es acerca de mi bebé — las dos pusieron atención estaban serías — Toneri... no es el padre de mí hijo.

— ¡¿Qué?! — gritaron al mismo tiempo.

— Es de Naruto.

— Pero Naruto no lo sabe

— Y Toneri ¿Cómo reaccionó con esto? -preguntó Sakura.

— Él... él me pidió no decirle a Naruto~kun y me dijo que quería ser el padre de mí bebé. Estoy indecisa si decirle o no a Naruto.

— Hina — puso Sakura su mano en el hombro de su amiga — Quieres que te sea sincera — ella asintió — Hina tú no estás enamorada de Toneri, es más estás jugando con sus sentimientos, tú nunca olvidaste a Naruto... — Sakura dejó de hablar, ya que habían tocado la puerta, Ino fue abrirla.

— ¡Temari! — la abrazó

— Tema... — pronunció Hinata.

— ¿Qué está sucediendo aquí? — Ino miró a las otras dos chicas y la azabache asintió. Cerraron la puerta y le contaron lo sucedido, se sorprendió, pero se mantuvo callada y siguió hablando Sakura.

— Y Naruto te ama a ti, deben de estar juntos, su amor es verdadero, los conozco a ambos ustedes son personas maravillosas para mí así que en mí opinión es mejor que dejes de jugar con los sentimientos de Toneri y enfrentes la situación y le digas la verdad a Naruto.

— Hinata... sé que estás muy confundida y creo que te diré lo que la mayoría piensa, no puedes negarle a alguien a saber sobre la existencia de hijo —. Está vez comentó Ino.

— No, no lo creí de ti —. habló Temari. — Debiste reaccionar a tiempo, no ves que te estás hiriendo a ti misma y a los demás involucrados, también tú bebé. Toneri vino aquí por ti, solo por ti, es verdad le dijiste que no estabas interesada, pero cuando le diste alas, por que seguiste haciéndole seguir creyendo que lo querías. Sé que eres fuerte, pero ahora no te reconozco, por que sé que tú si podrias con esto saber lo que esta bien y lo que esta mal.

— Temari… tienes razón me hice la ciega, por que no quise reconocer la verdad y esto me atormenta. Ahora ya se que debo realmente que hacer.

Las chicas sonrieron, Hinata por fin logró desatar aquella venda que la cegaba, se sentía mejor al entenderlo, pero se preocupaba por las reacciones de las personas que la rodeaban. Aunque la decisión estaba tomada.

(···)

Era la mañana de un sábado, Hinata dormía plácidamente entre sus sábanas y el gran edredón, aún seguía el clima frío. Un ruido la despertó, miró hacía su mesita de noche y vio su celular que sonaba, cogió el celular y se fregó los ojos para poder despertar mejor y ver con claridad.