V.LUNA

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Capítulo V. LUNA.

Era viernes por la noche, Hinata se estaba alistando para su no-cita con Naruto.

Se miró por última vez al espejo, llevaba un vestido, que le daba justo en las rodillas, era de color violeta y era de manga larga, llevaba un suéter blanco y su cabello agarrado en una coleta. De maquillaje sólo llevaba puesto rimel y delineador y un labial rosado; cogió su bolso y bajó.

Naruto estaba esperando en la sala, se encontraba conversando muy animado con Hanabi.

— Hasta luego, papá — se despidió de su padre, él le dio un beso en la frente.

— Vamos Naruto~kun — sonrió.

El rubio se adelantó y la Hyüga menor se acercó a Hinata.

— ¿Y qué piensa Toneri de esto? — susurró.

— Él no lo sabe — respondió en el mismo tono — así que no se lo comentes. Adiós Hanabi.

Fueron juntos a comer en un restaurante, coversaban de trivialidades de la vida misma. Para Naruto le fue algo difícil mantenerse en el mundo real, ya que la belleza de Hinata le hacía caer embobado.

— Ese es un bonito colgante — señaló al collar en su cuello, por inercia ella lo topó.

— Me lo regaló Temari — sonrió.

— Te queda muy lindo.

— Gracias...— tomó de su copa de vino — ¿Dime cómo es eso que ahora juegas con las mujeres? — arqueo una ceja.

— Pues...— se rasco la nuca — ...Bueno no podía olvidarte...y pensé que podría encontrar a alguien más — se sinceró — pero Tod resultó al revés y solo han sido aventuras pasajeras. Y me gané esa mala fama.

Hinata estaba sorprendida por la respuesta del rubio.

— Naruto~kun...— tomó su mano sobre la mesa y la acarició.

— Sé, que fue el idiota más idiota del mundo,  no pude ver que tú estabas ahí para mí. Te terminé lastimando... Y ahora tú… ya tienes a alguien más en tú vida — su mirada se clavó en el suelo.

Hinata siguió acariciandolé la mano y no quiso decir algo... aunque en su interior gritaba. Yo aún te sigo amando, es muy difícil olvidar a alguien como tú.  Pero era muy difícil, aún no tenía el valor suficiente de decirle esas palabras.

···

— Quiero que te vendes los ojos.

— Pero ¿Por qué?.

— Vamos, es una sorpresa — le guiñó el ojo.

— No...— suspiró — esta bien... — dijo resignada y dejó vendarse los ojos.

Él la guiaba, estaban tomados de las manos, está nerviosa y se tambaleaba. En su mente vino el recuerdo del día en que Toneri, le había hecho aquella sorpresa, su amiga Temari.

— Bien ya llegamos — susurró a su oído, ella sintió una brisa recorrer su cuerpo. — Lista.

El rubio le quitó el vendaje y ella parpadeo varias veces, cuando pudo ver bien, era la una vista hermosa de la ciudad de Konoha.

Tú siempre para mí | NaruhinaWhere stories live. Discover now