Tú siempre para mí | Naruhina

III. SORPRESAS

Capítulo III. SORPRESAS

La Hyuga se quedó en shock al ver aquella persona al frente suyo, Naruto la miró fijamente.

— Hola Hinata — dijo aquella persona, se estaba acercando poco a poco hasta donde ella.

— Toneri... — murmuró.

— Ni siquiera un abrazo Hinata.

— Lo... lo siento — se acercó a él y lo abrazó.

— ¿Quién eres tú? — pregunto el rubio, extrañado de la situación.

— Mi nombre es Toneri Ootsusuki y ¿tú eres?— lo miró con indiferencia.

— Yo soy Naruto Uzumaki.

— Bueno Hinata necesito hablar contigo.

— Toneri, por favor puede ser más luego — El chico de cabellera blanco miró con frustración y recelo a el Uzumaki.

— Está bien Hinata— la tomó de la barbilla y le depositó un beso en sus blancas mejillas de porcelana y subió al segundo piso.

— Hinata...-— habló el rubio rompiendo el silencio que se había formado hace unos segundos — ¿Quién es él? — preguntó firme.

— Hablemos afuera — fue a dirección de la puerta.

Caminaron por el patio y Hinata contemplaba las hojas de otoño que caían de las ramas de los árboles.

— Un perfecto tono anaranjado — murmullo.

El viento soplaba sus cabellos oscuros como la misma noche revoloteaban al compás de esta, miró los penetrantes ojos azules del rubio. Su mirada era de confusión y... tristeza.

— Toneri es...— bajó la mirada y el rubio se le acercó, puso uno de sus mechones rebeldes detrás de su oreja — Toneri ahora es mí novio.

Para Naruto sintió que le echaban un balde de agua helada y aún peor en pleno otoño. Así que ella ya lo había olvidado. Eso era bueno, pensó, ella ya tenía su propio camino.

— Hinata... ¿Es verdad?.

— Sí, él fue una de las personas que conocí allá, él me ayudaba en todo, es siempre atento y cuando me pidió que seamos novios, lo pensé y el ha hecho todas ésas cosas por mí y... acepté.

— Hinata— la abrazó — no me des explicaciones estás en todo tú derecho el salir con alguien más, además quiero ser tú amigo — ésas palabras herian al rubio.

— Naruto~kun...Yo

— Sabes mejor anda adentro o te vas a resfriar, yo me voy a mi departamento, tienes que hablar con tú novio ¿no es así? — su voz era apagada, como sin vida.

— Lo siento — lo tomó por las mejillas y acarició aquéllas marcas tan significativas de él— sonríe — le pidió

— Claro — dijo y mostró su sonrisa — Nos vemos Hina~chan — besó su frente y fue hasta su auto, Hinata estaba ruborizada, no esperaba tal acción de aquél rubio escandaloso.