Capitulo 35: Recuerdo y peticiones parte 2

11.2K 878 64
                                    

POV CRISTIAN

Veo como Ana respira con dificultad después de mi despiadado ataque de cosquillas. Pero no es hora de eso, es necesario que me siga contando. Necesito saber qué cosa hizo Ray para que subiera de peso y no volviera a tener esa excesiva baja de peso.

-y ¿Cómo lograste subir de peso? -

-de hecho, fue un logro cien por ciento de mi padre. Aunque no lo creas mi padre además de ser alcalde, sabe hacer todos los quehaceres de la casa. Sabe cocinas, lavar, cocer, barrer entre muchas cosas. Y como Simona renuncio, ya que no acepto más la falta de respeto de Carla y Amelia, mi padre asumió ser mi cocinero personal-

- ¿solo cocinándote? -

-sí y no. El utilizo el método premio y castigo. La primera semana después que me dieron el alta fue consumir solo sopas y papillas. No eran grandes porciones, pero varias al día. En esa época Ray no era alcalde sino empresario así que podía trabajar en casa. El trato era el siguiente, si yo comía toda la porción me ganaba un bombón de chocolate con algún relleno que me gustara-

- ¿chocolate? ¿tu premio era un chocolate? - digo sorprendido por un chocolate era capaz de comer.

-no es cualquier chocolate. Eran los chocolates de señora Ester. Son una delicia además es la única que hace los bombones rellenos con crema de nuez o de almendra, que son mis favoritas. Así que acepte. Mi padre no sé cuánto dinero desembolso para que pudiera hacer valido el trato, pero sirvió para que recuperara mi peso. De hecho, para mi cumpleaños siempre me da una caja con 50 bombones que no demora nada de nada- me dice mientras me sonríe. Puta sonrisa que me enamora.

- ¿Qué te hizo cambiar de opinión y comer, además de los cuidados de tu padre? - le pregunto.

-verlo llorar. Mi padre no es de llorar y verlo con los ojos rojos y triste por mi culpa me hizo entrar en razón. Así que le puse mucho empeño para salir de ese estado, aunque a veces se me hacía difícil- me responde con sinceridad.

- y si yo te regalara una caja de bombones ¿aceptarías algo que tengo pensado para que mi madre nos deje en paz? - ella me mira y lo piensa. Luego se muerde el labio inferior y eso manda una descarga a mi entrepierna.

- ¿Qué cosa? - me mira intrigada.

- ¿sabes lo que haría feliz a mi madre? - pregunto

-no tengo ni idea- me responde de forma sincera.

-un nieto- ella abre los ojos.

- ¿Qué? -

-eso, tengamos un hijo y créeme que tendrás a mi madre comiendo de tus manos. Vamos pequeña dime que si- me acerco a ella quedando a unos cuantos centímetros de su boca. Boca deliciosamente irresistible.

-Cristian eso sería demasiado rápido. Hace un poco más de un mes que nos casamos, te estoy conociendo mejor desde hace unas tres semanas. No nos conocernos lo suficiente y ¿me pides que seamos padres? - me dice

-si en resumidas cuentas sí. Por favor pequeña. Imagínate lo siguiente- le digo

- ¿Qué cosa? - me dice medio enojada

-un bebe con tus ojos y mis facciones. Un bebe pequeñito que se parezca a mi o una beba aún más pequeñita que se parezca a ti. Con tus ojos, con tus labios, con mi cabello, pero con tu carácter- le digo mientras beso castamente sus labios.

- ¿por una caja de bombones? ¿no crees que es muy poco? -

-¿Cuántas quieres? Diez, cincuenta, cien. Las compro todas. Pero hazme un feliz y baboso padre. Por favor- le diga mientras la vuelvo a besar.

-quiero una caja por semana tanto ahora como en el embarazo, ni una más ni una menos. Y estarás conmigo en todo. Pobre de ti que me dejes sola en el embarazo porque me la vas a pagar- me dice refunfuñando. Espera ¿acepto?

-entonces ¿es un sí? - le pregunto

-solo si cumples tu promesa, es un si- la beso.

-pues creo que es mejor ponernos en campaña desde hoy día- le digo.

-no Cristian. Estoy en mi periodo y tu cama tiene sábanas blancas no las pienso manchar- me dice.

- ¿y quién te dijo que lo vamos a hacer en la cama? - la tomo en brazo mientras chilla por la sorpresa. La llevo al baño que hay en mi cuarto y dejo sentada en la cómoda que hay. Comienzo a quitarle la ropa hasta que queda completamente desnuda. Sus senos están duros y sus pezones erectos. No es normal que estén así.

-¿Qué les pasa a tus pechos? Generalmente no están así- le digo apuntándolos.

-me pasa con el periodo. Se ponen duros y crecen. Y muy sensibles. Es normal- me dice mientras se sonroja salvajemente.

-mmm. No lo sabía. Abre tus piernas- ella lo hace. Con cuidado tomo el cordel del tampax, lo quito lentamente mientras masajeo su clítoris con el pulgar. Cuando está completamente afuera lo hecho al basurero. La tomo en brazos y entramos a la ducha. Me quito la ropa en tiempo record y manos estamos desnudos.

-pon las manos en la muralla y abre las piernas- le digo roncamente. Ello lo hace son dudar. Recorro su cuerpo con mis manos, pero me quedo bastante tiempo en sus senos. Su piel eriza y respira con dificultad.

Abro la ducha y dejo que caiga agua tibia. Tomo un poco de jabón líquido y lavo su espalda, senos y abdomen, beso su cuello y juego con su oreja. Sigo lavando hasta llegar al centro de su placer. Gime fuerte y doy gracias a Dios que este lloviendo. La beso fuerte y profundo. Compruebo que no haya rastros de jabón mientras el agua tibia corre por nuestros cuerpos. Compruebo que esta mojada y la penetro por detrás.

El sonido que mis pelvis chocando con su trasero me excita aún más. Levanto su pierna derecha haciendo que la penetre aún más adentro. Mierda esto es una maravilla. Diez, quince, veinte penetradas mas no corremos juntos. Por Dios, es una corrida monumental. Me derrumbo en su espalda y con cuidado salgo. Lavo su sexo y luego salimos de la ducha y la envuelvo en una toalla blanca grande y yo envuelvo mis caderas con otra. Le ayudo a secarse y a vestir. Nos volvemos a acostar, pero antes que nos quedemos dormidos alguien toca la puerta.

- ¿ahora qué? - gruño

-patrón disculpe la molesta pero su madre y sus hermanos están en la sala-

-Lara, no me jodas. ¿los tres? -

-sí señor, los tres. Están empapados y lo peor es que Camacho me acaba de informar que el rio tapo el puente y no hay paso para el pueblo- me informa Lara.

-por lo tanto, se tienen que quedar- complementa Ana

-así es patrona- dice Lara apenada.

-arregla las habitaciones de invitados que nosotros bajamos enseguida- le digo

-si patrón enseguida. Con su permiso- se retira.

-esto es épico- digo

- ¿Por qué? - me pregunta Ana levantándose.

-ya que nunca me vienen a ver y ahora están los tres en la sala- gruño

- ¿Qué querrán? -

-no tengo ni idea, pero ahora la vamos a averiguar- le digo mientras la beso, tomo su mano y salimos de la habitación. Espero que esto no traiga más problemas de los que ya hay con mamá.

SEGUNDO CAPITULO Y ULTIMO. 

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO. LO ESCRIBÍ CON MUCHO CARIÑO PARA USTEDES 

Y NO ME RECLAMEN  QUE ESTA HISTORIA LA ESTOY ACTUALIZANDO TODOS LOS DÍAS... 

LAS QUIERO Y NOS LEEMOS PRONTO

P.D.: ME DIO HAMBRE CON LA IMAGEN



El Engaño: Miradas de Amor, Cristian y Anastasia (1 T)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora