Capitulo 32: Mas Cerca

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POV CRISTIAN

-mamá- grito y corro donde se encuentra el cuerpo de mi madre. La tomo con cuidado y descubro que aun respira. Suelto el aire que estaba conteniendo. La tomo en mis brazos y la dejo en el sofá grande que hay en la sala.

-Ana, ¿puedes...? - me giro a ver dónde está, pero no se encuentra a la sala. A los segundos vuelve con una botella de algodón y una botellita de alcohol. Esas cosas son de botiquín que está en la cocina. Niña lista.

-muévete para ver si despierta con eso- me muevo torpemente hasta que queda frente a ella. Hecha un poco de alcohol en el algodón y lo pasa por la nariz de mi madre. A los segundos comienza a reaccionar y Ana se mueve y me da acceso a ella.

-mamá, despierta- le digo de forma tranquila. Ella abre sus ojos y me mira. Sonríe y acaricia mi mejilla.

-cariño, tuve un sueño tan raro. Soñé que estabas casado- me dice mientras se sienta en el sofá.

-mamá, no es mentira. Estoy casado- le digo.

-Cristian Grey ¿desde cuándo que estas casado? ¿Por qué no me avisaste? ¿lo saben tus hermanos? ¿Quién es? ¿la conozco? ¿Cómo es? Ya dime algo- dice de forma rápida.

-mamá cálmate. Si dejas de hablar te podría contestar-

-pero hijo... yo quería estar en tu boda. Conocer a la susodicha esa. ¿Dónde estás? - pregunta.

-detrás de ti- le digo. Ella voltea y mira de pie a cabeza a Ana. Ana juega con dedos, sé que está nerviosa.

-esa flacuchenta ¿es tu esposa? - dice Grace.

-mamá no digas eso. Es mi esposa, no quiero que la hagas sentir mal- digo mientras miro Ana pidiéndole disculpas. Ella asiente, pero puedo ver tristeza en sus ojos. Madre siempre metiendo la pata.

-es guapa y todo eso, pero cariño ella es muy delgada. Yo quiero nietos, muchos nietos. Y ella con esa figura dudo mucho que pueda ser madre. ¿ella come? -

-oh por Dios. Deja de decir esas cosas. Ella es la mujer que amo y punto. La quiero con sus defectos y cualidades. Dale unos minutos para conocerse y te darás cuenta que no es lo que estás pensando- digo a modo de gruñido.

-pues si no me queda de otra- dice de mala gana.

-con su permiso me retiro. Tengo que seguir ayudando a Lara con la comida- dice Ana y se va rumbo a la cocina. Yo la sigo con la mirada hasta que desaparece de mi visión. No la vi bien.

-más encima le ayuda a la servidumbre. Pero hijo ¿con quién te has casado? - me pregunta enojada.

-basta. No te permito que hables así de ella. No tienes de derecho a juzgar la decisión. Acaso ¿no te acuerdas que mi padre era un simple trabajador de la tierra el primer día que lo conociste? ¿no era un simple trabajador de faena y aun así te enamoraste de él? - le digo enfadado.

-hijo no me hable así. Es que eso ya paso. Además ¿Quién es ella? ¿de dónde la sacaste? - suspiro. Señor dame paciencia, mucha paciencia.

-es la hija de Raymond Stelle, el alcalde del pueblo. Ella es una mujer encantadora, ella es inocente y muy tierna. Deberías conocerla antes de hablar de ella. No es lo que aparenta. No le gusta vestir de forma de exagerada, con un simple short y una camisa sin mangas es feliz. Le gusta ayudar a todos y no pide nada a cambio. No sigas hablando de ella sin conocerla. Te lo pido por favor. No quiero que llegue el momento es que me exijas que decida entre ustedes dos porque la respuesta no te gustara-

-no me digas eso, hijo. Yo te amo y lo sabes. Yo no quiero estar más lejos de ti. Tus hermanos también han llegado a un conclusión-

- ¿de qué hablas? - le pregunto sin entender.

-tus hermanos y yo hemos decidido volver a vivir a esta casa. A estar contigo. Ya ha pasado mucho tiempo desde que nos separamos. De hecho, no vamos a vivir aquí en la hacienda sino en el pueblo. Acabo de comprar una casa, es grande y por lo menos estamos más cerca de que hace unos años, ¿no crees? - me dice.

-sí, supongo. Aunque no creo que me acostumbre muy rápido a estar acercamiento. No estoy acostumbrados a tenerlos cerca- digo

-lo sé y lo peor es que los únicos culpables somos nosotros. Pero queremos arreglar esto. Y si para que me aceptes más rápido hablare con tu esposa. Además, por la forma en que hablas de ella, sé que la quieres mucho- me dice.

-la amo demasiado. Ella me ha ayudado a ser mejor persona. Lo único malo es que, al ser tan hermosa, me salen unos celos que ni en mi vida me he imaginado. De hecho, he tenido unos agarrones con mi capataz que ni te cuento- ella me sonríe.

- ¿el capataz se siente atraído por ella? -

-no de la manera en que me estás pensando. La quiere como hermana y la defiende a morir. Además, no me comporte muy bien con ella los primeros días de casado. De hecho, creo que nunca he tratado a alguien tan mal como lo hice con ella- le digo mirando al suelo.

-pero si ella te perdono esas acciones es porque realmente te ama. Y eso es lo que te debiera importar. Creo que mi primera impresión fue errónea y lo reconozco. Para que tu hables de una mujer así, es porque te llego directo al corazón- dice mi madre.

-perdón por interrumpir, pero les traje esto para que conversen a gusto- dice Ana con las mejillas sonrojas, trae una bandeja donde hay dos tazas con un café que huele delicioso, un plato con galletas caceras, un pote de mermelada de frambuesa, unos cuencos con azúcar morena.

-gracias- le digo a Ana mientras le ayudo con la bandeja. Ella me sonríe y le robo un beso. Ella se sorprende y mira a mi madre.

-no me mires así, querida. Son esposos y es normal las demostraciones de cariño- le dice mi madre mientras toma un sorbo de café.

-bueno, con su permiso. Voy a ayudar a Lara con el almuerzo- dice Ana.

-querida, espera. ¿Por qué no te sientas con nosotros y así charlamos un poco? - dice mi madre. Y luego dicen que el bipolar es uno.

-claro. Pero tengo que ir a ayudar Lara. Ya me comprometí con ella- responde ella apenada.

-entonces vamos a la cocina y también les ayudo. Aunque no recuerdo mucho, pero de algo serviré no- dice mi madre.

-vamos entonces- digo y todos vamos rumbo a la cocina. Antes de entrar, tiro de Ana y la atraigo hasta mí.

- ¿te he dicho que te amo? -

-no, hoy no me lo has dicho- dice mientras me sonríe.

-pues la amo señora Grey- y la beso. Me importa una mierda quien no vea, total ella me pertenece y si la quiero besar, la besare.

UN CAPITULO MAS... 

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO... 

LAS QUIERO Y 

NOS LEEMOS PRONTO.



El Engaño: Miradas de Amor, Cristian y Anastasia (1 T)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora