Capitulo 46.-

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Lauren's POV

Abrí mis ojos lentamente, sintiendo un dolor punzante en mi cabeza. La luz cegadora, me hizo volver a cerrar los ojos. Esperé unos segundos, y cuando volví a abrir los ojos, tuve que parpadear varias veces para que mi vista se acostumbrara. Una brillante luz colgaba en el techo. Como pude, moví el cuello, recorriendo con la mirada aquella habitación con paredes blancas. Una máquina emitía un ruido molesto. Alcé mi mano derecha. Mis ojos se abrieron al instante cuando vi una aguja enterrada en la vena del torso de mi mano. Seguí con la mirada aquel tubo plástico, dándome cuenta que era suero el que corría por mis venas.

Traté de moverme, acomodarme un poco, pero mi cuerpo dolía. Una mujer morena entró en la habitación. Sus ojos abriéndose como platos. Se acercó a mí, y me rodeó con sus brazos. Sollozó en mi hombro. Las lágrimas tibias mojando mi piel. Después de unos segundos, ella se separó de mí, secando sus mejillas con sus manos. Me acarició la mejilla, con cariño. Mis ojos temblaban en su rostro, sin saber verdaderamente quién era ella.

-Has despertado - susurró con voz rota.

Relamí mis labios resecos, tratando de hablar, pero mi garganta estaba seca, y dolía.

-¿Quieres un poco de agua? -preguntó la mujer a mi lado. Asentí despacio.

Ella comenzó a llenar aquel vaso de cristal. Dejó la jarra llena de agua sobre la mesita de noche y con cuidado, acercó el vaso a mis labios. Tomé un sorbo, sintiendo como el agua corría por mi garganta. Hice una mueca.

Me recosté de nuevo en la cama, mirando el techo. No sabía dónde estaba, ni quién era aquella mujer. La miré por el rabillo del ojo. Sus irises marrones fijas en mí, brillando con alegría.

-¿Quién es usted? -hablé con voz ronca.

El rostro de aquella mujer morena se ensombreció notablemente. La comisura de sus labios, bajaban lentamente, borrando aquella sonrisa tan cálida. Frunció el ceño, sin poder creer mis palabras.

-¿No me recuerdas?

La miré bien, preguntándome si debía recordarla.

-No -musité.

Un hombre de más o menos treinta años, con un delantal blanco y una pequeña plaquita con el nombre de Charlie Stenson alumbró mis ojos con una pequeña linterna. La mujer morena, que dijo era mi madre, se encontraba los pies de la camilla, con sus brazos cruzados sobre su pecho, viendo con atención cada movimiento del doctor.

El hombre se alejó de mí, y guardó el pequeño aparato luminoso en la cartera de su delantal. Cogió una carpeta y comenzó a garabatear algunas palabras en ella. Mi madre -supongo -se acercó rápidamente a él.

-¿Qué es lo que tiene realmente? -preguntó.

-Lauren ha perdido la memoria, Clara -él se dirigió a la mujer. Ella, me miró. El dolor se reflejaba en su rostro.

-¿Podrá recuperarla? ¿Es grave?

El hombre enganchó el pequeño bolígrafo en los espirales de la carpeta, ubicándola bajo su brazo. La miró bien.

-No te sabría decir con exactitud -susurró -. Su pérdida de memoria, puede ser permanente, o temporal. Aunque, debo hacerle algunos estudios para saber la respuesta definitiva. Al parecer, la bala causó mucho más daño de lo que pensábamos.

-¿Cuándo podrás realizarle los análisis? -preguntó ella, sin despegar su mirada de mí.

-Esta misma tarde. Ahora, dejemos a Lauren descansar.

Mi madre asintió cabizbaja.  El hombre serpenteó el brazo alrededor de la cintura de la mujer. Deduje que ambos ya se conocían de hace bastante tiempo.

Novia agresiva (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora