Capitulo 7.-

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Camila caminaba rápidamente con la cabeza baja. Yo iba atrás de ella, pisándole los talones mientras trataba de pararla. Pero ella esquivaba mis toques moviendo su brazo. Escuché un sollozo y me alteré aún más.

-Camila, espera- le dije tratando de mantener la calma.

-Déjame- siseó

-Por favor. Lo siento ¿Vale? No volverá a suceder.

Ella se detuvo en seco y me miró. Soltó una carcajada incrédula y negó.

-Claro que no va a suceder. Y si sucede, no me enteraré porque tú y yo no seguiremos juntas.- Me dijo con tono frío.

-¿Qué?- Pregunté sin entender


No one's point of view


Camila soltó otra carcajada mientas Lauren la miraba confundida. Ese día ella había pensado en hablar con Lauren para arreglar las cosas. Odiaba sus temperamentos agresivos, pero la amaba y pensaba que debía aceptarla tal cual es, ya que según sus conocimientos, así es el amor. Ella era del pensamiento que aunque tu pareja tenga miles de defectos, debes aceptarla igual.

-Lo que haz oído, Lauren- Dijo ella en voz baja. Había querido que su voz sonora con decisión. Sin miedo, pero la verdad es que en su tono se reflejaba claramente la tristeza y el dolor que le causaba emitir esas palabras.

-Por favor, Camila. Sé que soy un maldito pedazo de mierda que no te merece. Lo único que he sabido hacer es hacerte sufrir, pero, por favor, eres lo único bueno que tengo. No me dejes.- Le rogó la ojiverde

-Esto nos hace mal a ambas, Lauren- sollozó la chica, limpiándose las lagrimas con el dorso de su mano- te amo, pero nosotras ya no podemos seguir juntas. Esto es más fuerte que yo.

-Dame una última oportunidad- dijo Lauren mientas sentía una opresión en el pecho. Su corazón cada se hacía más pequeño- Te amo también, Camz. Y cambiaré. Por ti

Camila negó con la cabeza y se alojó dando pasos sin soltar la mirada de ella. Lauren la miraba con ojos llorosos, pero su orgullo no la dejaba derramar las lágrimas que tanto quería expulsar. La chica giró y sobre sus talones finalmente y se marchó, dejando así a Lauren anonada.

Cinco minutos después, Lauren aún seguía ahí de pie. Había terminado con la única relación que le había importado por su temperamento. Sus celos y su agresividad, hicieron que perdiera a la persona que más amaba. Pasó su lengua por la comisura de su labio y sonrío. "Ella no me pudo haber dejado. Nadie deja a Lauren Jauregui, ¡Nadie!" Habló para si misma, mientras que las pocas personas que pasaban la miraban extrañados.

Lauren's POV

Llegue a casa después de estar cuatro horas sentada en un maldito bar tomando alcohol como una condenada imbécil. Recién ahora, con más de cuatro botellas de Whisky en mi cuerpo, me doy cuenta de lo que realmente sucedió esta tarde con Camila. Ella me había dejado. Para siempre.

Entre a mi cuarto a oscuras. Y fue ahí cuando todo se desató. Comencé a romper cualquier cosa que se cruzaba en mi camino. Cuadros, lámparas, le di golpes al ropero el cual quedó con un enorme agujero. "Los muebles no tiene la culpa Jauregui" susurró mi subconsciente. En ese momento, no sabia que hacer. Quería ir a buscar a Camila, decirle que la amo y mandar todo esto a la mierda, quería mandar mi orgullo a la mierda. Pero sabia que si iba ella no me iba a abrir la puerta o su madre llamaría a la policía como lo había hecho unas cuantas veces antes. Quería llamar a Normani, pero ella estaba ocupada con su "Novio" haciendo quizá que cosas. Alexa y Verónica estaban en las carreras y ambas eran un tiro al aire. "Menudas amigas te haz conseguido, idiota". Tomé con cautela la fotografía que estaba en mi velador. La primera foto que nos tomamos con Camila.

-¡Vamos amor! Solo una foto ¿Vale?- me dijo ella posando la cámara delante de nosotras.

-Esta bien- dije de mala gana. No me gustan las fotos, pero por mi chica cualquier cosa.

-Gracias. Ahora, sonríe- me dijo ella mientras posaba sus suaves labios en mi mejillas derecha. La miré de reojo mientras una sonrisa natural se asomaba en mis labios. Sus ojos estaban cerrados por el momento que tomaría la foto. El flash salió de la cámara y ambos nos separamos para mirar. La foto era realmente hermosa. Camila me miró y dio un pequeño grito de alegría- ¡Ha salido hermosa!- dijo para luego juntar nuestro labios en un beso donde ella, trató de demostrar todo el amor que sentía por mi.

Deje la foto en el velador y busqué mi teléfono. Tengo que llamarla. Debo llamarla. Si bien, era un poco cursi de admitir, pero ella era, es y será algo escencial en mi vida. La necesitad como si fuera mi aire. Marqué rápidamente el  número que ya a estas alturas me había aprendido de memoria. Un timbrazo. Dos timbrazos. Nada. Seguro llamado... Un timbrazo, dos timbrazos, nada.

-"Bien, respira Jauregui. Esto no será nada fácil" me dije a mi mismo. "La paciencia es una virtud" recordé las antiguas palabras de Camila.

(...)

Después de llamar quince veces más y sin tener éxito, tiré el movil a la cama. Seguía ebria y probablemente si me montara en la motocicleta e iba a su casa, la policía podría agarrarme y ahorrarle un gran trabajo a Sinuhe, la madre de Camila. Me decidí por ir caminando. Antes de salir por la puerta de entrada me fije la hora. Once menos quince de la noche. Aun estará despierta. Salí de la casa y una fuerte brisa me chocó en seco contra la cara, haciendo que me mareara aún más. Me apoyé en la puerta ya cerrada y respiré profundamente. Después de un par de minutos, ya estaba caminando a casa de Camila.

Novia agresiva (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora