Novia agresiva (Camren)

Capitulo 40.-

Camila's POV.

Lauren comenzó a dar fuertes zancadas, acercándose a nosotras. Ariana, tomó el cabello de mi nuca y lanzó mi cabeza hacia atrás. Solté un gemido de dolor. Al estirar la piel de mi cuello, las cortaduras se abrieron, y ardían. Ariana enterró la punta de la navaja en mi garganta, y mi cuerpo comenzó a temblar. La fuerte respiración de Lauren se escuchaba, y también logré escuchar un gruñido del fondo de su garganta. Por favor, no te acerques, Lauren...

-Das un paso más, y te juro Jauregui, que le corto el cuello a tu preciosa novia –amenazó Ariana. Luego, soltó una carcajada –. Mierda, quiero decir prometida –la última palabra la dijo con burla.

-Ella no tiene nada que ver en esto, Grande –dijo Lauren con los dientes apretados –. Suéltala, y arreglemos estas cosas, solo los dos.

-¡No! –Rugió Ariana –Tú me quitaste a mi mejor amiga, pedazo de mierda. Ahora me toca a mí, quitarte a tu amada Camila.

Ariana zarandeó mi cabeza tirando de mis cabellos. Cerré los ojos fuertemente, cuando Lauren avanzó un paso y el cuchillo se enterró en mi garganta. Mi respiración comenzó a ser defectuosa, cuando el pedazo de metal comenzó a cortar de nuevo. Solté un gruñido y traté de zafarme del agarre, pero lo único que conseguí es que Ariana enterrara más la navaja.

-Ariana, por favor. Suéltame –le supliqué. Traté de mirarlo, pero ella, enredó mi cabello en su palma, tirándolo.

-No te muevas, mierda. Y tú también Jauregui. Ya te dije, si das un paso más le corto este bonito cuello.

Ariana acercó su rostro a mi cuello, y lamió la nueva herida. Saboreó la sangre en sus labios cerca de mi oído, soltando una risita diabólica.

-Lauren... -jadeé, y bastó solo eso para que toda la mierda se desatara.

En menos de lo que pude darme cuenta, Lauren se lanzó encima de Ariana, tirándola al piso. El cuchillo saltó lejos, y se perdió de mi vista. La ojiverde se sentó a horcajadas sobre Ariana y comenzó a golpearlo en el rostro, mientras que el otro trataba de zafarse. Traté de moverme de mi lugar, pero las muñecas me dolían. Me enrollé en la silla, agachando mi rostro hasta las amarras. Las tomé con los dientes e intenté deshacer el nudo, pero al mover mis muñecas quemaba. Moví el cuello para quitar el cabello de mi vista. Solté una maldición cuando un dolor punzante me paralizó por un momento la cabeza. De fondo, los gritos de Lauren se escuchaban, y los golpes hacían eco dentro de la habitación.

-¡Te voy a matar hija de perra! –gritó Lauren sin detenerse. Sus nudillos estaban rojos de sangre, y el rostro de Ariana estaba irreconocible. Su boca y nariz sangraba.

-Lauren, ayúdame. Por favor –lloriquee.

Ella detuvo la golpiza. Rápidamente se separó de Grande y caminó hasta llegar a mi lado. La sangre goteaba de sus nudillos, manchándome los brazos cuando él intentó desatar los nudos. Maldijo por lo bajo cuando la primera vez no pudo desatarlo. Luego de dos intentos fallidos, desató una muñeca. Y luego la otra. Cuando iba a desatar mis pies, apareció Ariana y le pegó una patada en el costado, haciéndola caer. Solté un chillido del susto, cuando la castaña se sentó a horcajadas sobre el torso de Lauren y le empezó a dar puñetazos. Todo pasaba muy rápido. Con manos temblorosas, desaté los nudos de mis pies. Con cuidado, me puse de pie, tratando de que no me vieran.

Miré hacia todos lados, buscando algún objeto con qué darle a Ariana por detrás, para que dejara de golpear a Lauren. Maldije en alto, cuando no vi nada. Ni siquiera un mueble. Miré la silla en la cual estuve sentada. Tragué gordo y la tomé entre mis manos temblorosas. Rodeé la madera de la silla con mis delgados dedos, agarrándola con fuerza. Tomé una bocanada de aire, y cerré los ojos fuertemente, cuando lancé la silla con todas mis fuerzas a la espalda de Ariana.

Ella se fue de costado, quejándose, gimiendo de dolor. Lauren se puso de pie en un instante y caminó hacia mí. Acomodó sus manos en mi rostro. Su labio inferior tenía sangre y un hematoma comenzaba a formarse alrededor de su ojo derecho y en su mandíbula. El dolor se reflejaba en los ojos de Lauren.

-Vámonos –articuló en susurros. Asentí sin echar una mirada hacia donde estaba Ariana. Grave error.

Lauren estaba a punto de cruzar el umbral de la puerta, cuando un fuerte disparo retumbó alrededor nuestro. Por acto reflejo, llevé mis manos hasta mis oídos. Y vi como Lauren se desplomaba lentamente en el suelo, manchando el suelo con el líquido rojo...
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No odien a Ariana, yo la amo. Es súper hermosa la ardilla