Capítulo 11: "Cierra el pico"

6.3K 755 83
                                    

                  

—P-P-Park....-Tragué saliva sintiendo mis mejillas enrojecerse.

Su gran sonrisa a juego de mirada, lograba causarme una sensación de malestar y perforamiento que nunca antes sentí. Mis extremidades por alguna razón parecían estremecerse con la sola mención de su nombre.

Lo detestaba, como nunca antes detesté a nadie.

—Es una sorpresa encontrarte por aquí.-Se cruzó de brazos, esta vez registrándome con la mirada.

Me sentía tan humillada en ese momento al estar siendo vista con aquel vergonzoso vestuario y maquillaje, no era nada en comparación a las demás chicas.

Apreté mi puño con el trozo de carne cruda en mi mano, deseando azotarle el rostro con él.

—No he venido a tu fiesta en realidad, he venido por mi perra.-Me encogí de hombros restándole importancia.- Está en tu piscina por si no la has visto...

—La verdad es que...-Me interrumpió repentinamente, ampliando su sonrisa aún más.- Esperaba algo más despampanante viniendo de la perra del instituto, ya sabes.-Tensé mis puños, debía contenerme. Mordió su labio con diversión humeante, volviendo a registrarme con su mirada.- Por ejemplo, yo no dejaría que tu boca embarrada de rojo se acercara a mi entrepierna, y sinceramente no sé si alguno de los muchos a lo que se lo has hecho te ha dejado o simplemente te le abalanzaste arriba.

—Cierra el pico, Park.

Una estremecedora risa erizó los poros de mi piel; sacudió tranquilamente su cabello, inclinando levemente su rostro a un lado.

—Mírate, ___.-Enarcó una ceja con sorna.- ¿Te has visto alguna vez? Claro está que no sabes maquillarte, ni peinarte, ni siquiera vestirte. Pareces una niña pequeña, ¿Listón en el cabello? ¿Vestido acampanado por las rodillas? Esos zapatos ni siquiera quedan bien con tu estúpido vestuario.-La crueldad de sus palabras arrancaba cualquier cosa que pudiera decirle, enmudecía mis contestaciones. Cada vez daba menos crédito a lo que estaba escuchando.- No solo eso, eres una maldita perra también, ¿Cuántos chicos? ¿5? ¿10? ¿22? Quién sabe, posiblemente más...-Bufó con descaro, rebajándome con su repugnante mirada.- Lo peor de todo igualmente, es que eres una pordiosera, sin madre, un padre desempleado, eres una sucia cerda que dudo hayas siquiera considerado darte un baño en los últimos meses...

No podía creerlo.

Muchas veces me habían rebajado, insultado, llamado por nombres...

Pero ninguna de ellas había degradado mi nombre a tan grande escala en tan solo segundos.

¿Qué le había hecho yo para ganarme tanto odio de su parte?

¿Qué cosa tan desagradable había hecho para que me faltara el respeto de aquella manera?

—¿Qué? –Dejó de hablar unos segundos, sonriendo de lado y hundiendo sus manos en los bolsillos delanteros de su jean.- ¿Qué pasa, ___? ¿Vas a llorar?

No, de ninguna manera.

Fue instantáneo el gran golpe que aterricé sobre su maldita mejilla, dándoselo vuelta. Sus ojos abiertos enormemente resolvían mis dudas, él nunca antes había sido golpeado por nadie.

—Eres la peor persona con la que me he encontrado, imbécil.-Mi garganta ardía de las lágrimas rencorosas que luchaban por escapar.

No se lo permitiría.

Estampé mis pies fuertemente mientras me aproximaba a la alberca. Agité el trozo de carne ante los codiciosos ojos de mi saco de pulgas, y fueron segundos lo que le llevó alcanzarlo y comenzar a mordisquearlo con gula.

La tomé del collar rápidamente, ansiando irme de aquella casa infernal y ruidosa. La arrastré lejos, y ambas con la cabeza en alto nos marchamos dedicándole una mirada rencorosa al aún estupefacto Park.

ℬ.Ï .Ꭲ.ℂ.ℋ. ❰  ✘ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora