Broken Memories (Harry Styles) [De vuelta proximamente.]

The Rose Garden

-Narra Harry-

Aún recuerdo el día que le pedí a Emma que fuera mi novia. Sabia de antemano que iba a pasar el fin de semana en la casa de campo de Kath. Su familia estaba organizando una fiesta de navidad y Emma había sido invitada.

La casa tenía un hermoso jardín con una fuente en el centro y una banca oculta entre las rosas. Parecía como si los padres de la chica hubieran tomado la idea de una película romántica, lo que suponía una ventaja para mis planes.

Sin que Em se enterara, le conté a Kath mis planes. Recuerdo que la chica se emocionó tanto que gritó a los cuatro vientos y me abrazó tan fuerte que por poco nos caemos.

Con esa reacción de parte de su amiga deduje que Emma estaría igual de feliz con mi propuesta. 

Eran las diez de la noche y ahí estaba yo, parado en el centro del jardín con un traje negro ajustado. Había arrojado rosas al suelo, creando una pasarela que condujera a Em hacía mi. Me empezaba a impacientar cuando chequé la hora y me di cuenta de que efectivamente se le había hecho tarde.

Kath era una terrible cómplice; ¿dónde estaba su amiga?

Estaba poniéndome muy nervioso; qué tal que no le gusta lo que planee? Qué tal que dice que no? Qué tal que no me vuelve a dirigir la palabra?

Después la vi y todas mis dudas se disiparon.

Estaba hermosa; con un vestido halter azul marino y tacones grises se veía como una princesa.

Mi princesa.

La obscuridad de la noche no cubría sus mejillas y se podía ver a distancia lo sonrojada que estaba.

“Harry, que estás haciendo aquí?” Me preguntó mientras caminaba hacía mi, inspeccionando su alrededor.

Tomé su mano y le entregué una caja roja.

“No sabía que íbamos a intercambiar regalos de navidad, Harry.” Negué con la cabeza.

“Es sólo una pequeña cosa que quiero obsequiarte; o mas bien, obsequiarme a mi mismo, Em”

“No entiendo.” Me miró con confusión.

La tomé de la cintura y la dirigí hacía la banca que se encontraba frente a nosotros.

“Ábrela Em.” Le susurré al oído.

En el interior de la caja se encontraba un cuaderno azul. Un cuaderno azul en blanco y una carta.

Mientras Emma leía los sentimientos que hace unas horas había plasmado en papel, me dediqué a jugar con los mechones de su cabello, intentando grabar en mi mente cada reacción que tenía.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y para cuando terminó de leerla, su mirada mostraba completa felicidad.

“Entonces, qué dices Em?” Le pregunté la respuesta a la última oración de mi mensaje.

“Tu hiciste todo esto para mi?” Señaló nuestro alrededor y el presente que sostenía en sus manos.

Asentí.

“Claro que quiero ser tu novia, Harry.” Y con eso, selló el pacto con un beso.

Nuestro primer beso.

 “Te amo Emma.” Tomé su cara entre mis manos y le correspondí presionando mis labios contra los suyos.

Esa fue la noche más grande de mi vida.

Después de la cena, la llevé de vuelta al jardín donde unas horas antes nos habíamos declarado. La senté en mi regazo y juntos disfrutamos del anochecer.

Sosteniéndola entre mis brazos le susurré al oído…

Cómo te amo?, déjame enumerar las formas en las que te amo

Te amo con toda la profundidad,

La amplitud y la elevación

Que mi alma puede alcanzar.

Te amo hasta la necesidad más silenciosa de cada día

Bajo el sol y a la luz de las velas

Te amo con mi respiración,

Con las sonrisas y las lágrimas

De toda mi vida

Y si Dios quiere,

Te amaré aún mas después de mi muerte

“Mi poema favorito.” Emma mantenía sus ojos cerrados. “ Gracias.”

Le di un beso en la frente y la abracé mas fuerte. No quería que esta noche acabara. “Te amo Harry”

Abrazados, nuestros labios se encontraron de nuevo prometiendo que nuestro amor duraría para siempre.

No fue así.