Eran las cinco de la mañana cuando Harry notó la vibración de su móvil y se dio cuenta de que dolía más de lo que lo consolaba el pensamiento de volver a verlo.

Se levantó. Se pegó el teléfono a la oreja y no abrió los ojos para responder.

"Diga" murmuró con la voz ronca. Era Louis; lo sabía por el hormigueo en su propia sangre, por su corazón golpeándole en el cuello con anticipación.

"Siento la hora. Te he despertado, ¿verdad?"

Se frotó los ojos con cansancio.

"Oh, no. Es mi hora de la calceta. Te estaba haciendo un gorro..."

Lo oyó reír, y probablemente no debería sentir el orgullo burbujeando en su pecho por haber conseguido arrancarle una carcajada.

"Hablo en serio"

Sonrió.

"No me importa, Lou. Sabes que puedes llamarme cuando quieras" dijo con cansancio, y lo oyó suspirar.

"¿Podemos cenar mañana? Tengo ganas de verte"

Frunció el ceño, con los ojos cerrados.

"No" admitió en un susurro "Mañana me voy de viaje. Volveré en un par de días"

"¿De viaje?" casi oía su ceño fruncido "¿A dónde?"

"A Boston." Suspiró "Voy a cerrar una compra"

Le oyó un sonido lastimero.

"¿A comprar qué? ¿No puede ir otro? Es firmar un papel, lo he visto. Tampoco hay que ser un lince. Manda a alguien menos inteligente"

Harry rió entre dientes.

"No puede ir otro porque la compra es mía" dijo con sencillez "llevo tiempo trabajando en ella, y no dejaré que ahora otro se lleve el mérito"

"Pero yo quería cenar contigo. He encontrado un asiático que tiene el mejor sushi de la ciudad. Y ni siquiera sale en la guía, es perfecto."

Harry suspiró.

"No puedo, Lou. Es importante"

"¿Qué podría ser más importante que comer pescado crudo en un antro asiático con el omega más espectacular del planet...?" Louis se cortó. Harry se quedó quieto.

"¿Louis?" preguntó, inseguro. Le oyó caminar.

"Sí. Sigo contigo, lo siento." seguía caminando "Vale. Ahora. ¿Qué es eso tan importante que me roba a mi Harry sin piedad?"

Tuvo que sonreír.

"Voy a comprar una empresa de publicidad"

"Eso no suena ni la mitad de interesante que una cena conmigo. Yo sé brindar en japonés"

Rió de nuevo.

"Se lo diré a mi jefe. Seguro que lo convenceré"

Lo oyó suspirar.

"Entonces, ¿puedo llamarte cuando vuelvas?" murmuró, y había casi esperanza en su voz. Habría aceptado cualquier cosa que le pidiese así, suave y cauteloso, como si estuviese tan acostumbrado a recibir negativas que ya estuviera aceptando la suya.

"Claro, Lou"

"¿Estarás el lunes?"

"El lunes estaré seguro" dijo con firmeza, tranquilizador. Lo oyó respirar hondo.

"Vale. Pero échame mucho de menos"

Sonrió.

"Siempre" repitió.

"No puedo..." Louis suspiró "No puedo esperar para verte otra vez, Haz. Me duele dentro"

Harry se mordió el labio inferior. Emocionarse al oír algo así era un lujo que no podía permitirse.

"Y a mí" murmuró.

Un pequeño silencio.

"No sé qué voy a hacer cuando esto se acabe" susurró, y Harry sintió un jarro de agua fría cayéndole por la espalda.

No era que no lo supiese. No era que no hubiera pensado en eso.

Era que se sentía horrible oírlo en voz alta.

Louis pareció interpretar mal su silencio.

"No digo que quiera que se acabe" dijo con rapidez "Ni que... tenga previsto que se termine pronto. Es sólo que... bueno. Ya sabes" Harry abrió la boca para darle la razón, pero Louis siguió hablando "tienes... esa esposa preciosa y esa... vida estable y perfecta, y... no hay mucho sitio en ella para un ex con el que te ves de vez en cuando y que... lo pone todo en peligro, y todo eso"

Harry intentó hablar a través del nudo que le oprimía la garganta.

"Tú no eres un peligro para mi 'vida perfecta', Lou" dijo con sinceridad "Tú no pones nada el peligro. Esto es una decisión que he tomado"

Él respiró hondo, tembloroso.

"Vale" dijo, como si intentase convencerse a sí mismo "Vale. Yo... ¿te veré cuando vuelvas, entonces?"

"Sí" respiró hondo "El lunes, ¿de acuerdo?"

"Te llamaré."

"Adiós" murmuró Harry, sintiéndose los labios insensibles. Colgó intentando ignorar los dolorosos latidos de su corazón, pero apenas le dio tiempo a hacer nada antes de que un ruido brusco le hiciese saltar; Lena estaba en el umbral de la puerta.

"¿Con quién hablabas?"


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