"Sonaba... agresivo"

"No es tu lugar juzgarlo"

"¿Hemos venido aquí para que esquives todas mis preguntas?"

"Te he dicho que estoy bien. ¿Qué más quieres saber?"

"¿Por qué está tu número en mi teléfono?"

Esta vez sí que se calló.

"Yo... yo lo guardé" admitió él, bajando la mirada.

"¿Para qué? ¿Para poder rechazarme en cualquier momento, en cualquier lugar?"

Louis se mordió el labio inferior.

"De acuerdo. Lo siento" respiró hondo "Lo guardé porque... pensé que alguna vez querrías... podríamos..."

Lo dejó continuar, pero no lo hizo. Alzó las cejas.

"¿Podríamos...?" repitió. Louis suspiró.

"Ya sé que te dije que no era buena idea, pero podríamos... vernos..." dijo en voz baja, y Harry frunció el ceño.

"Vernos" repitió. Louis puso los ojos en blanco.

"Sexo, Harry. Estoy hablando de sexo" espetó, con un leve rubor tiñéndole las mejillas casi imperceptiblemente. Harry entrecerró los ojos y lo miró con atención por segunda vez.

Está maquillado.

¿Por qué se maquilla?

"¿...Sexo?" repitió, y Louis se encogió de hombros, pero asintió.

"¿Por qué no? Yo te conozco. Tú me conoces a mí. Sabemos de sobra... lo que le gusta al otro"

"No es posible que me estés proponiendo esto en el pasillo de un restaurante, mientras mi mujer y tu alfa nos están esperando"

"¿Eso es un no?"

"Lee entre líneas"

Louis hizo un mohín.

"¿Es porque tienes miedo de que se entere?" preguntó con inseguridad.

"Es porque no está bien. Porque han pasado cinco años y tenemos... parejas, y ya no somos los mismos."

"Me siento el mismo cuando estoy contigo. Me sentía el mismo cuando me ayudaste con mi celo" Louis alzó una mano para acariciarle la mejilla; lo apartó con delicadeza.

"No sé cómo decirlo sin que suene ofensivo, pero no eres una persona de la que cabría esperar que necesita sexo. Más" añadió, y Louis puso los ojos en blanco.

"Te sorprendería las pocas veces que eso está incluido en mis servicios" dijo, ladeando la cabeza "Además, es trabajo"

Sacudió la cabeza.

"No puedo creer que él te deje hacerlo" murmuró. Él suspiró; alzó la mano de nuevo, y esta vez no se apartó y dejó que le acariciase la mejilla. "Yo me... me volvería loco"

Louis sonrió.

"Tú no me dejarías" dijo con cariño, y por alguna razón su tono de voz hizo que se le revolviese el estómago "No permitirías que nadie me tocase, ¿verdad? Que nadie tocase lo que es tuyo"

Harry respiraba despacio, hipnotizado por el suave movimiento de sus labios. Quería besarlo, hacer morir las palabras en su garganta, quería devorarlo entero.

Tragó saliva y cerró los ojos. Cinco años.

Cinco años de apatía, de conformismo, de rencor y desconcierto y de darse explicaciones que nadie le había pedido.

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