Simplemente atada a ti. (Liam Payne) ©

Capitulo 32: No he estado con nadie.

Liam.

Era domingo en la noche y habíamos vuelto en la mañana de la cabaña.

Quizás Amy no había ganado ese concurso, a pesar de ser la chica mas sexy y hermosa de ese lugar, pero de igual manera habían sido unos días perfectos.

Nos encontrábamos sentados en el sofá del apartamento mirando una película "El efecto mariposa"

Muchas veces habíamos compartido momentos así, muchas veces habíamos mirado películas o tomado café, pero ahora era diferente por que podía mirarla todo lo que quería, podía tomar su mano o susurrarle cosas la oído, podía besarla, abrazarla, acariciarla, y podía hacerlo sin tener que pensar una escusa para después, por que ella era mía.

Deje la taza de café sobre la mesita.

-Muévete -dije a Amy.

Ella giro su cabeza y me miro con el ceño fruncido.

-¿Que? -pregunto.

-Ponte en la orilla del sofá -ordene con el rostro serio.

Nos encontrábamos una pegado al otro. Amy me observo esperando que le dijera que era una broma, pero yo no pensaba cambiar de parecer, así que me mantuve con el rostro serio.

Luego de unos segundos, ella bufo y se corrió hacía la orilla del sofá.

Sin darle tiempo a que se acomodara, me recosté en el sofá colocando mi cabeza en su regazo. Sentí como su cuerpo se tenso.

-¿Que haces? -pregunto intentando quitarme.

La mire, o eso intente, ya que sus pechos me lo impedían bastante.

¡Contrólate Liam!

-Solo disfruto de los beneficios de tener novia -dije recalcando la última palabra y sonriendo de la forma mas seductora posible.

Amy abrió la boca para hablar pero nada salio de ella, así que me volteé y seguí mirando la película, en realidad no tenía idea de que se trataba ya que había pasado la primera hora mirando a mi chica y sus gestos.

¡Estaba quedando hecho un idiota!

Sentí como la mano de Amy se coloco sobre mi cabeza y comenzó a acariciar lentamente mis cabellos.

Amaba esto, sentirme así, libre, feliz, sin preocupaciones, sin discusiones, amaba la manera en la que solo ella hacía palpitar mi cuerpo y corazón.

Cerré mis ojos dejándome llevar por sus caricias.

-¿Hacías esto con tus otras . . . novias?

Su voz me hizo abrir los ojos y girarme para mirarla.

Ella no había dejado de acariciar mi cabeza lentamente, pero su mirada estaba al frente, como si en realidad estuviera prestando atención a la película.

Reí.

-¿De que "otras novias" hablas? Eres la primera Amy.

Ella me miro inmediatamente con el ceño fruncido.

-No mientas, ¿que me dices de la chica con la que tu padre quería que estuvieras?

Fruncí el ceño, al parecer esta no era una charla cualquiera.

Me coloque boca arriba con las manos sobre mi estómago sin dejar de mirarla.

-Ella no era lo que se le puede llamar "novia". Intentaba no verla a no ser en los casos de importancia como cenas familiares o citas programadas, no eramos novios en verdad.