Capitulo 25: Cabaña.

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No me había movido en lo últimos diez minutos, Brandon aun estaba frente a mi y sabía que me estaba diciendo algo, pero yo no podía quitar los ojos del sobre que tenía en mis manos.

-Amira ¿me escuchaste?

Levante la mirada.

-Oh, no perdona.

-No te preocupes, con todo esto de tu padre es comprensible.

Fruncí el ceño ¿cómo sabía él, lo sucedido con mi padre?

-No creí que mi padre lo contará.

Brandon hizo un mueca.

-Bueno, digamos que vivir en su casa lo facilita -dijo encogiéndose de hombros.

Abrí la boca para contestar pero mi teléfono timbró.

-Disculpa -dije a Brandon -Bianca Miller, estás retrasada -bromeé al tomar el móvil

-Lo siento. . . no . . .no podré ir. -dijo con voz entrecortada.

-¿Por qué? -pregunte con una sospecha que esperaba no fuera cierta.

-Harry para, Amy esta al teléfono -susurro - Amy lo lamento. Nos vemos a la tarde -oí la risilla de Harry - pasaremos por ustedes al apartamento.

Y colgó.

Guarde el teléfono frunciendo el ceño. ¿Para que iban a pasar por nosotros al apartamento?

Me giré hacía Brandon el cual me miraba con una media sonrisa.

-¿Te han dejado plantada? -pregunto divertido.

Sonreí

-Si, al parecer su novio la tiene secuestrada.

Brandon rió y se puso de pie.

-Lo lamento también Amira. Pero debo irme . . . tengo que organizar mi nuevo dormitorio.

Me puse de pie y lo salude.

-Espero nos veamos pronto.

-Claro, pero primero procura leer esa carta. Estoy seguro es algo importante -dijo mirando la carta que aún estaba en mi mano.

Yo también estaba segura de eso, pero el problema era si estaba dispuesta a leerla o no.

Luego de despedirme de Brandon me metí en mi auto y mire atentamente el sobre que estaba entre mis manos.

Tenía que ser la carta de la que hablaba Liam, estaba segura que era su letra con la cual estaba escrito mi nombre.

Cerré mis ojos y tome una gran bocarada de aire, esto cambiaría el rumbo de mi vida . . . y la de Liam.

Despegue la solapa del sobre y con dos de mis dedos saque el papel perfectamente doblado.

¡Mi móvil! Mi maldito móvil comenzó a sonar.

Dolor de cabeza: ¿Donde estás? Bianca me dijo que no estás con ella.

Aún no le había cambiado el nombre de contacto.

Yo: Voy en camino. ¿Que necesitas?

Dolor de cabeza: ¿Estás sola?

Sonreí.

Yo: ¿Eso es importante?

Un poco de juego no iba a hacer ningún daño.

Dolor de cabeza: No juegues conmigo Ayers.

Deje escapar una carcajada.

Yo: Estoy sola, posesivo. ¿Que necesitas?

Dolor de cabeza: Que vengas. Nos iremos de viaje con los chicos, en dos horas pasan por nosotros y necesitas hacer tu maleta.

Simplemente atada a ti. (Liam Payne) ©Where stories live. Discover now