—Estoy molesto contigo.

—¿Entonces por qué viniste a verme?

—No sé, quiero pensar en otra cosa. Estoy fatigado. Pero de todas formas no quiero volver a casa, es muy aburrido.

—¿No te gusta vivir solo?

—En un principio me encantaba, tienes la libertad de hacer lo que sea.

—¿Pero?

—Es solitario, extraño mi familia, las bromas de mi hermana, los consejos de ni madre o las increíbles experiencias de mi padre.

—¿No querrías ir a mi casa?

—¿Cómo?

—Pues... en mi casa siempre están ocupados, tampoco es la gran cosa estar solo, ya sabes.

—Es que... —debo admitir que no me emocionaba la idea de estar a solas con él. Era peligroso— no lo sé, Ryuzaki.

—Estará mi hermano, puedo presentártelo. Aunque no le agradan las visitas. Si crees que yo soy antisocial, Beyond es aún peor.

—Ya veo...

—¿Te agradaría ir?

—Aunque quisiera, no puedo, el profesor Aizawa me castigó.

—Eso no es problema. Déjamelo a mí.

—No estoy muy convencido la verdad, pero si me liberas de ese castigo no tengo razones para decir que no.

—Perfecto. Sígueme.

***

Me subí a su increíble limusina blanca más que molesto y me crucé de brazos nada más entrar en aquella maravilla de vehículo.

—¿A ti que te pasa? —partió el automientras discutíamos—. Acabo de liberarte de tu castigo, ¿por qué te enojas?

—Ryuzaki... ¡No había razón para que ocasionases el despido de ese profesor!

—Se lo advertí. Le dije antes de que pasase, no se puede quejar.

—No puedo creerlo...

—Deja de alegar, disfruta un poco, te arrugarás si sigues así de amargado.

—¡Eres un inconsciente! ¿Te das cuenta de lo que eso significa? Y para colmo, te atreviste a lanzar mi colchón por la ventana simplemente porque no quisiste dormir en la cama de huéspedes.

—Creo que ya estamos llegando.

—¿Estás escuchándome?

—No iba a dejarte a solas con Mikami. El único que puede manosearte soy yo, no te confundas.

—¡Ryuzaki!

—Ya entramos al antejardín.

Suspiré con pesadez y me asomé a la ventana para ver su casa.

¿Casa? No... esto no es una casa.

No se le puede llamar así.

—Esto es... increíble... una maravilla...

—Esta mansión es única en su tipo, está construida alrededor de una de las piscinas residenciales más grandes en existencia, donde enormes paredes de cristal se abren para permitir una transición sin problemas desde su increíble interior al exterior, permitiendo que toda la casa cobre vida con la luz natural.

—Me estás...

—Contiene varios salones, una sala de entretenimiento, un comedor formal giratorio, cine privado, un gimnasio, una oficina ejecutiva personalizada, una cocina de calidad de restaurante con un comedor informal separado, una estación de teppanyaki y una bodega de vinos.

¿Un cine? ¿comedor giratorio?

—Cuenta con nueve habitaciones, cada una, obviamente, con su propio baño, los cuales incluyen la enorme suite principal de varias habitaciones con lujosas instalaciones, muy similares a las de un spa, que se abre a una azotea con vistas de trescientos sesenta grados.

—No puedes estar hablando en serio...

—El garaje en la planta baja puede acomodar a más de veinte vehículos.

—¿Ve... veinte?

—Es mi casa. Por éste sector.

—¿Éste sector?

—Tengo cuatro o cinco mansiones por el país, pero casi no voy. Es aburrido viajar solo. Déjanos aquí Watari, no me apetece entrar por la planta baja.

—Como desee, joven.

El auto se detuvo y me bajé con la piernas temblando. Frotando mis ojos para tener bien en claro que esto no lo estaba imaginando.

—Esta... esta piscina es más grande que mi departamento completo, el doble o quizás el triple... tiene luces... es...

—Deja de hacer eso, no es para tanto —sonrió con suficiencia.

—¿¡Cómo que no!?

—Dios, Light. Cálmate. Ven, entremos.

—¿Qué haces en una escuela si puedes tener profesores privados?

—Quería vivir una vida normal de estudiante. No funcionó. Estaba a horas de decir que quería dejar el instituto para un profesor particular, pero...

—¿Pero?

Se me apareció un hermoso castaño tratándome de anormal.

—Te lo habías ganado.

—Lo sé. Después de conocerlo, no me quise ir. Me cautivó la suavidad de su voz y brillo el curioso de sus ojos.

La sangre me subió a la cabeza y me enrojecí de pies a cabeza.

—Cállate...

—Ven, entremos —sonrió divertido.

Justo al momento de tocar la puerta, ésta se abre por un hombre alto, elegante, vestido de terno. Incluso antes de verme y sin importar nada, agarró con fiereza la corbata suelta de Ryuzaki y le acercó rozando sus labios con una osadía que jamás había visto... le está... le está introduciendo su lengua.

Bienvenido a casa, joven Lawliet.

Qué... qué fue eso.

Ryuzaki ni se inmutó.

Cuando le soltó sonriendo lamiéndose los labios, aquél hombre de cabellos negros que, en primera instancia me había ignorado olímpicamente, posó sus intensos azulinos iris sobre mis ojos.

—Ryuzaki, ¿Qué...?

Ah, Lían, él es Light. Light, él es Lían, mi mayordomo.

Es un placer conocerlo, joven Light.

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Empezaré a detallar menos y subiré antes, lo siento.

Curiosidades

n° 1: La primera vez que cree la historia en mi cabeza, Light se iba a enamorar de Elle primero e iba a intentar conquistarlo para descubrir su introvertida personalidad. Lo cambié a último minuto.

En cada capítulo iré poniendo estas cosas, ideas que finalmente no fueron llevadas a cabo. Gracias por sus lindo comentarios, me hacen muy feliz.

StrangeTH

Serás Mío (Death Note yaoi) Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon