Me giré lentamente y con los ojos aguosos lo vi. Todos en la sala estaban conmocionados, sorprendidos y más que atentos a la discusión que teníamos. Y me di cuenta que ya no había más del que hablar. Troy ya había hecho su hipótesis, él pensaba que estaba del otro lado. Entonces ¿por qué no dejar que lo pensara?

Los demás creerían mi historia y me tendrían confianza. Nelson se daría cuenta que yo en serio estoy de su lado y si todo salía bien mi plan sería hecho a la perfección.

Solo tenía que hacer algunas cosas más.

Sin nada más que decir y con un plan maquinando en mi cabeza, salí de la habitación.

Si quería hacer algo tenía que hacerlo ya.

(...)

7:00 a.m

La alarma retumba en mis oídos como si de un martillazo se tratara. Mis párpados pesan, mi cabeza duele y los dolores de la noche anterior empiezan a surtir efecto. Con poco ánimo de levantarme, me deshago de las sábanas y camino a paso zombie hacia el baño.

Solo había dormido unas 3 horas después de llegar a casa. Me había tomado tiempo poder salir del recinto sin que nadie me viera y había tardado en llegar a mi casa a pie. No llevaba dinero, así que también el dolor de pies estaba apareciendo.

Saliendo del baño, me dirigí al closet para vestirme y tomar unas cuantas prendas para cuando volviera al recinto aunque la habitación que me había dado Nelson estaba bien equipada, pero yo no quería usar esa ropa -no del todo-. 20 minutos después, luego de tomar una aspirina y una taza de café, agarré las llaves de mi auto y unas gafas salí hacia mi destino.

La peluquería.

Necesitaba un cambio de look, un sencillo nuevo corte de cabello y tal vez un nuevo color. Mi melena rubia era inconfundible y cualquiera -Ed, Luke y quizá Jason- podía reconocerme. Y era lo menos que deseaba.

Con el auto en el estacionamiento, lo más escondido que el día me dejaba, caminé hacia la entrada del pequeño local.

Había acompañado varias veces a Karina y Yoselyn al local cada vez que iban a arreglarse. Obligada por ellas me daban faciales o manicura, pero nunca habían tocado mi cabello.

-Bienvenida a HairStyle, ¿en qué puedo ayudarte? -preguntó una castaña en el miembro en que entré.

-Quiero que me ayuden. -respondí indecisa.

-¿Tienes cita?

-Ehm...no sabía que tenía que hacer una cita.

-Oh no te preocupes. No tenemos casi gente. Ven por aquí. -dijo yo ando mi muñeca y guiándome a una silla. -¿Qué deseas?

-Un...uhm un cambio de look. -respondí.

-¿¡Qué!? -exclamó.

Dos chicas más se nos acercaron. Dios, yo no quería eso.

-¿Pasa algo, Britt? -preguntó la morena.

-La chica quiere un cambio de look. -dijo la castaña, Britt.

-¿Es neta, linda? -me preguntó la rubia.

-¿Hay algo de malo en ello? -pregunté confundida. Esto no era lo que esperaba.

-Querida, tu cabello es hermoso. Rubio natural, con rayos naturales y sedo. ¡Es perfecto para un comercial Pantene! -exclamó la rubia.

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