Un ¿amor? sin control.

Declaración

—Si pero al menos yo no coqueteo con todas a las que veo. —rio en el borde de sus labios.

—No yo tampoco...—sonrió ahora él.

— ¡Eres un mentiroso de lo peor!—lo acuso  con intensión de quitarse pero él le entrelazo sus brazos alrededor de la cintura apretándola más a él. 

— Yo solo veo una luz cada mañana, una sola paloma que me guía, un solo corazón que hace palpitar al mío, un solo cuerpo que se acopla junto a mí, una sonrisa que me hace suspirar y solo veo a una chica que me hace decir cada día "gracias por dejarme vivir y conocerla Dios" .—le dijo muy serio mirándola a los ojos a escasos centímetros de su rostro, ahí es cuando ella se dio cuenta de la sinceridad de sus palabras, de cómo ese azul especial le revelaba el secreto de su corazón. —Quizá sea un mentiroso, pero si de algo estoy seguro que no miento es que o vivo por ti, o muero por ti. Nadie más, nunca, jamás, solo tú. — en ese armario a escasos centímetros el uno del el otro no hacían falta más palabras para demostrar el amor que había entre ellos, lo único que se escuchaba eran los escandalosos latidos de los dos.

Cuando la madre de Elly se retiró del hogar ellos salieron del closet se acostaron abrazados en la cama mirándose cada parte de sus rostros, admirándose y demorándose en la complejidad de la belleza que poseían y los latidos del corazón no cesaban.

— ¿En verdad esto es por siempre?—le pregunto la chica con una lágrima derramando por su rostro.

—Por siempre—entrelazo sus manos.—ya no hay vuelta atrás, me he subido a tu tren Elly ya nada me hará bajar de él, ni peleas, ni celos, ni Rebeccas.—sonrió al decir eso— ya nada ahora estamos destinados a estar siempre juntos, ya no existe un "terminamos se acabó", solo existe un "bueno lo superaremos" o un "lo solucionaremos", ya no tengo fuerzas para separarme de ti en el resto de mi vida, todo lo tengo contigo, todo y si aceptaras casarte conmigo en este momento seria el hombre más feliz ¿lo sabes?—Ella siguió derramando más lágrimas de felicidad sonrió y lo abrazo apoyando su cara en su pecho, él la rodeo por la cintura.

—Sabes que no puedo.

—Lo se amor mío. —suspiro. —pero si algo te quiero prometer—él se separó  bajando de la cama, ella se sentó en el borde,  él se arrodilló ante ella. —Yo Daniel Hopkins Land prometo , ¡JURO!—se corrigió— darte a ti Elly Rumsfeld Flint darte mi tiempo, mi lealtad, mi fidelidad, mi dedicación, mis sentimientos, mi corazón, mi vida ¡Todo lo que tengo! es para ti , mi amor, todo lo que hare será por ti y de una vez te pido perdón si algún día te llego a lastimar, soy un idiota y lo sabes, pero este idiota intentara cambiar solo para complacerte cada día, porque de eso viviré cielo, de mimarte y amarte toda mi vida, por siempre te entrego mi vida y pase lo que pase, me quieras o no —sonrió.— estaré junto a ti, porque sin ti soy un paraíso sin felicidad. —Ella automáticamente se abalanzo sobre él y lo abrazo muy fuerte dejando que unas lágrimas fluyeran. — Te amo Elly.

— Te amo con todo mi corazón y con todas mis fuerzas Danny.

— ¿Juntos para siempre?

—Por toda la eternidad—confirmo ella. 

Él pudo sentir un alivio inmediato suspirando y abrazándola con todas sus fuerzas.

Esa noche consumaron su promesa entrelazando sus cuerpos, besando, acariciando y amando cada centímetro de ellos, ¿acaso existe algo más hermoso que esto? llego a pensar Elly; A la hora de irse a dormir ella cerro con seguro la habitación ya que quizá su madre (aunque era poco probable) fuera a verla y se encontrara con Daniel. 

Al día siguiente esperaron a que la madre de Elly se fuera a trabajar y fue cuando Daniel se tuvo que ir ya que de seguro Rebecca le dijo a su padre que no había llegado a dormir y empezarían problemas.