—Fácil, he estado en eso antes.

—Combate con fuerza controlada, debemos mantenernos ocultos por lo que tu fuerza no puede ser bruta. —Salta del techo y yo la sigo. —Mira esta tabla. —Levanta una del suelo, asiento. —Sostenla. —Me la da y la agarro frente a ella. —Si golpeo con mi fuerza controlada—golpea y la tabla sigue intacta pero sus nudillos se tornan rojos— no causaré daños pero si en cambio uso mi fuerza natural—vuelve a golpear atravesando la tabla limpiamente y sin rasguños. — causo muchos.

—Vale, eso debe ser fácil. —Tiro los pedazos al suelo, Kim levanta otra tabla y la sostiene.

—Golpeala, no la atravieses ni rajes. —Asiento y golpeo pero mi brazo atraviesa la madera, ella niega y vuelve a agarrar otra. —Concentrate. —Vuelvo a golpear pero el resultado se repite.

—Es imposible, ¿cómo lo haces? —Ella agarra otra tabla y vuelvo a golpear, los resultados no cambian.

Seguimos en este círculo con más de quince tablas, me estoy cabreando. ¿Cómo es posible que no pueda hacerlo? ¡Yo siempre he controlado todo sobre mí!

—Vamos, otra vez.

—No lo entiendo, no puedo.

— ¡Intentalo! —Grita.

— ¡No me grites! —Grito de igual manera mientras golpeo la tabla no sólo atravesándola pero también quemándola. — ¿Qué demonios?

—Oh, ya veo. Piromántica, controlas el fuego. —Señala la tabla incendiándose. —Piensa en devolverlo a ti, y el fuego volverá. —Levanto una mano con dirección a esa tabla.

Fuego vuelve a mí, se mío.

Pasan unos minutos antes de que el fuego se eleve a mi mano haciendo que sienta una corriente térmica por todo mi cuerpo y aquella llama de la tabla ya no está.

—Puede que no lograrás la fuerza controlada pero has dominado mejor que nadie su poder.

— ¿En serio?

—Cuando descubrí el mío me dio jaqueca y me desmayé de dolor. Tantas voces en uno es algo abrumador. Volvamos a la fuerza controlada pero cuando golpees piensa en algo que ames y nunca dañarías.

Suspiro mirando aquella nueva tabla, sé que nunca dañaría a mis padres y mucho menos a Agust pero me parece que ya lo he hecho. No dañaría a Chris pero ya lo he estampado contra la pared. No dañaría a Sam o a Ginger pero ya las he puesto en riesgo. Nunca he dañado a Jackson, no lo haría, es mi hermano pequeño, es mi versión bebé.

Golpeo pensando en él, el truco de Kim funciona la tabla está intacta. Realmente extraño ese enano.

—Buen trabajo novata. —Sonrío y la sigo hacia afuera, toma un vaso y lo rellena en la fuente para luego dármelo. —Debes estar sedienta, toma con confianza.

Miro el vaso lleno de ese líquido con aroma irresistible, comienzo a tomar y Kim baja el vaso de repente.

—Controla tu sed, tomaste lo necesario. Seguir mataría a lo que sea de lo que te estás alimentando.

—Pero, quiero más.

—Si no quieres herir a nadie sólo toma eso. —Sonríe y toma mi otra mano para que agarre el vaso también. —Ahora sígueme, toca lo aburrido. —Toma otro vaso para rellenarlo de sangre y tomarlo lentamente, lo levanta como un brindis hacia mí y luego camina a un cuarto lleno de vitrales.

Los vampiros se ven como los reyes en el primero pero en el segundo se visualizan una guerra contra lobos rodeados de algo de colores, pero estos eran destrozados. El último muestra una silueta negra con una mano arriba con algo que parece brillar.

Vampiro por Accidente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora