PISTAS

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Habíamos seguido a Samuel hasta las afueras de la ciudad, habíamos parado en un motel que parecía estar abandonado de no ser porque aun había lámparas que alumbraban, era increíble que nadie encontrara este lugar pues estaba rodeado de arboles y estaba en medio de la nada, no había señal (lo había verificado al llegar).

-Bien, pasen-dijo Samuel abriendo la puerta de su habitación.

Dentro había una cama desarreglada, una mesa y una silla que parecían más para niños que para alguien más grande, una cortina empolvada cubría una ventana sucia, las paredes estaban tapizadas con un papel que se estaba despegando, un aroma a moho cubría el lugar.

-Como verán-dijo Samuel cerrando la puerta tras nosotros-.No es el mejor lugar para quedarse pero es mejor pasar desapercibido, ustedes siéntense en la cama, yo tomare la silla... solo espero que no se rompa-se rió pero ninguno le seguimos el juego.

-No venimos para una reunión amistosa, queremos respuestas-dijo Hannah.

Tome asiento en la cama con clama, parecía que se derrumbaría por nuestro peso, el aire de este lugar era tétrico y solitario, afuera ya estaba oscureciendo y el aire hacia sonidos extraños.

-Yo... bueno, primero que nada-dijo el con timidez-. Debo contarles la historia completa para que entiendan, al final si tienen dudas las responderé.

Me abrace a mí mismo, tenía ganas de saber la verdad de todo, al fin estábamos aquí, era el momento que tanto había ansiado, pero nunca creí que sería en un lugar como este, sin embargo deje mis prejuicios a un lado y me concentré en la explicación de Samuel.

-Todo esto comenzó un mes antes de que su amiga estuviera supuestamente muerta, yo vivía solo y una noche recibí una carta de alguien que se hacía llamar "A", la carta explicaba que podía unirme a un equipo secreto para acabar con esa chica, sin pensármelo mucho acepte la oferta... ustedes saben lo maldita que fue Ashley con mi familia y yo quería que paga por ello.

Sentí un escalofrió al escuchar como narraba todo con rabia, sabía que Ashley siempre había sido una maldita, pero nunca me atrevería a hacer algo así a nadie.

-Había un plan ya trazado, un plan bastante bueno-siguió diciendo-. Un tiempo después entraba yo en el, que fue cuando te conocí, desde el principio sabia todo lo que pasaría, ya te conocía bien, te había observado y estudiado, al principio todo fue divertido: formar parte de algo para hacer justicia, pero después las cosas fueron a un nivel mayor, yo comencé a conocerte mas y... quise salirme, el problema era que no tenía otra opción, el viaje a la playa fue para que nos alejáramos de todo, que nos divirtiéramos-se me formo un nudo en la garganta al recordar ese maravilloso viaje, habíamos compartido tantas cosas...-. "A" me había amenazado por si me salía o decía la verdad, pero no hice caso, prefería pagar las consecuencias a seguir lastimándote, entonces "A" se vengó.

Se hizo un silencio en la habitación, lagrimas resbalaron por las mejillas de Samuel, aquellas mejillas que había acariciado numerosas beses, aquellas mejillas que había besado y sentido cerca de mí.

-¿Qué paso?-pregunto Hannah en voz baja.

-La madre de Ian murió, "A" la mato por querer salirme de su estúpido grupo-me cubrí la boca, Samuel no había matado a mi madre... revivir el dolor me hizo sacar lagrimas, había más mentiras de las que había pensado ¿Qué en mi vida era real?-. Al verte tan dolido supe que no podía renunciar, la siguiente en la lista era Hannah, sabia cuanto significaba ella para ti así que decidí ser yo quien te lastimara a que alguien más muriera.

Hannah soltó un gritito, ella habría sido la siguiente si Samuel no hubiera seguido con su mentira ella no estaría a mi lado en este momento... mi cabeza trabajaba rápidamente para poder comprender todo.

-¿Quién te daba las órdenes?-pregunte.

-Yo... no lo sé-respondió.

-¿Cómo no lo vas a saber?-grite frustrado.

-¡Nunca le vi! Siempre recibía las indicaciones por correo o mensajes, nada personal-se cayó de repente como pensando en algo-. ¡Esperen, le vi una vez! Cuando estaba en la cárcel alguien vino a visitarme, tenía... un saco rojo y una mirada pesada, era un hombre, pero no recuerdo más.

-¡Dios mío! ¿Viste a saco rojo y no le recuerdas?-dijo Hannah alterada.

-No sé si recuerden que parte de mi memoria se borro-respondió el-. Saco rojo me visito y me contó la segunda parte del plan, pues el plan principal había fallado, pero al enterarme lo que vendría me eché para atrás, el había pagado mi fianza y sabia que me mataría, así que me puse nervioso, los demás internos supieron lo de mi liberación y me golpearon hasta dejarme inconsciente, después... desperté en una camilla de hospital y ya no recuerdo muy bien nada.

-¡El plan inicial era matarnos!-grite.

-No, el plan inicial era que los entregara a él, nunca estuvo la opción de matarlos, todo fue actuado para intimidarlos y hacerlos pasar miedo, pero todo se echo a perder cuando tu padre irrumpió, yo nunca he matado a nadie.

El cristal de la ventana salto sobre nosotros sin previo aviso, algo salto por aquel hueco.... ¡Un encendedor! La cortina se encendió rápidamente, los tres nos pusimos de pie al instante, Samuel corrió a la puerta pero no la abrió, el humo se extendía con rapidez.

-¡Abre la maldita puerta!-grite.

-¡No puedo! Esta cerrada por fuera-respondió con los ojos abiertos.

Intenté abrirla pero no cedió, estábamos encerrados... alguien nos había encerrado aquí, el humo se introdujo en mis pulmones, comencé a toser con fuerza, todo era negro y naranja, teníamos que salir de aquí o morir, no había muchas opciones.

El cristal que quedaba de la ventana exploto y un pedazo se incrusto de golpe en mi pierna, caí al suelo y trate de mirar la herida, solo podía ver sangre y nada más.

-¡Cuidado Ian!-grito Samuel.

Entonces un pedazo del techo cayó sobre mí.


Atadura (Metamorfosis 2)Where stories live. Discover now