Atadura (Metamorfosis 2)

VOLVAMOS

-¿Todos está listo?-pregunté cerrando la cajuela de mi camioneta.

-Creo que si-respondió Hannah.

-Vámonos.

Al pasar por la comisaria vi a la señora Evans, y para desgracia nuestra ella nos vio también, volvió a mostrarnos esa sonrisa tan aterradora, fingí que no la había visto y seguí mi camino.

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Nos detuvimos frente a la cárcel, estar de regreso despertaba ciertas sensaciones en mi, los recuerdos de mi vida, de mi infancia golpeaban mi mente, pero también me recordaron la miseria que viví, algunos vecinos nos vieron sorprendidos pero ninguno saludo, como sea, tampoco me interesaba verlos, no venia por ellos sino por Samuel.

-¿Se puede saber que harás?-preguntó Hannah.

-Preguntare por Samuel y ya.

-¡Oh claro! Es que es tan simple como escoger unos zapatos baratos- no comprendí aquella comparación, pero a Hannah no le importo.

-Vamos allá-dije y baje de la camioneta.

Me arme de valor y comencé a caminar a la entrada, entramos en el enorme edifico y llegamos a la recepción, había un señor mas dormido que despierto así que ni noto nuestra presencia, sin hacer ruido estudie una lista que decía donde se encontraba la sala de visitas.

Comenzamos a subir por el elevador, tenía los nervios a flor de piel, no sabía cómo reaccionaría al verlo de nuevo, al llegar al piso de visitas nos aceramos a una trabajadora y preguntamos por Samuel.

-Claro, espere aquí-dijo y se alejo.

-¿Estás listo?-pregunto Hannah.

-No ¿Y tú?-ella negó la cabeza.

A nuestro lado paso un policía y nos estudio, me puse nervioso pero rápidamente se alejo, hasta el momento no me había percatado de que no había dejado de mover mis manos con nerviosismo, tenía miedo y nervios, por fin vería a mi atacante a la cara, con ojos diferentes, ya no con ojos de amor sino con odio y rencor. La enfermera regreso con una carpeta en manos.

-¿Me podría repetir el nombre de quién van a visitar?

-Samuel, está en la celda 2 creo-respondí.

La mujer dudo, y me puse más nervioso.

-Lo siento, en la celda 2 no está ningún Samuel.

-¿No está en otra celda?

-Esperen un momento-dijo la trabajadora-. Ya sé a quién buscan, lamento informarles que el ya no está aquí.

-¿Cómo que no está?-preguntó Hannah.

-Tuvimos un... percance con el chico de aquella celda y fue trasladado de aquí.

-¿Dónde está ahora?-pregunté alarmado.

-En el hospital siquiátrico de la ciudad.

¿Hospital siquiátrico? ¿Qué demonios hacia ahí? El debía estar aquí, encerrado pudriéndose tras unas rejas, la respiración comenzó a acelerase, había salido de aquí... no tiene sentido, el era culpable.

-¿Qué tipo de percance tuvieron?-pregunté.

-Temo que no puedo comentarles sobre ello.

-¿Hace cuando fue trasladado?-añadí.

-Hace como dos meses aproximadamente.

¡No pude ser! Hace dos meses fue la última vez que platicamos con Samuel por la cámara de la computadora, fue cuando alguien ataco a mi amigo y lo secuestro, Samuel había estado fuera ese día y había atacado de nuevo, se vengó.

-Bueno, debo retirarme-dijo la trabajadora-. Solo me queda decirles que ese pobre muchacho no merecía nada de lo que le ocurrió.

¿Cómo? Ese maldito casi nos mata a mi amiga y a mí, nos molesto durante meses con secretos, me extorsionó, ademas secuestro a mi amigo ¿Y no se merece esto? Bueno es cierto, se merece algo peor, salimos del lugar sin discutir.

-¿Cómo logro salir?-dijo Hannah ya en la camioneta.

-No sé, pero ahora sabemos dónde podemos encontrarlo-respondí encendiendo la camioneta.