CONOCER

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-Aquí están las cervezas y las alitas que ordenaron-dijo el mesero.

-Gracias.

Le di un trago a la cerveza, y me dispuse a admirar el bar, era bastante... bueno, daba la impresión de que ocurriría alguna pelea en cualquier momento, pero una vez que entrabas, la cosa cambiaba mucho, había posters de artistas verdaderamente talentosos, algunos muy pocos conocidos.

-¿Te gusta el lugar?-pregunto Jason.

-Es bastante cómodo- respondí.

Tome una alita y la mordí, ¡Dios! Estaba deliciosa, tenía un poco de picante pero aun así me encanto, hace mucho que no comía alitas.

-Y bien, ¿Qué te trae por estos rumbos?-preguntó.

-Pues, mi padre y yo quisimos mudarnos, los cambios son... necesarios en ocasiones-recordé a Marcos, aquella triste fantasía que ahora no existía mas, esa mentira bien hecha que hizo que subiera hasta las nubes para luego dejarme caer sin alguna protección.

-Te entiendo, hay veces en las que hay que cambiar para vivir de verdad, es como un juego, necesitamos pasar de nivel.

-¿De dónde sacaste eso?-dije un poco sorprendido.

Jason me estudio, en sus ojos pude ver un brillo bastante singular, un brillo que había visto antes en... Marcos, en aquel personaje, aun no podía entender que en realidad fuera Samuel, baje la mirada avergonzado ¿Cómo podía seguir adelante si seguía tropezando con la misma roca?


-Soy escritor, me encanta leer y escribir cosas-lo mire sorprendido, el levanto las manos en defensa propia-. ¡Lo sé! Es la cosa más ñoña del mundo.

-¡No! Para nada, es... sorprendente, a mi me encanta leer también, tengo varios libros en casa.

-¿Enserio? Pues es una coincidencia-se rió.

-¿Tienes alguna novela o algo así?-dije bastante interesado.

-Trabajo en una, pero no sé, no siento que sea la mejor.

-Debe ser increíble-susurre.

El me observo a los ojos, sentí que un calor recorría todo mi cuerpo, tome la cerveza y di un largo trago, maldita sea, esto no podía estar sucediendo, no de nuevo... ¿En que estaba pensando? Este chico me gustaba y apenas le había conocido, pero por alguna razón me sentía tranquilo con él, era amigable y gracioso... solo que hay un problema, no sé si le gusten los chicos también.

-Puedo mostrártela si lo deseas.

-Me encantaría... ¿Y qué estudias?

-Nada, en un par de meses voy a trabajar como maestro de literatura.

-¡Eso es increíble! Espera... ¿Cuántos años tienes?

-Veintidós –sonrió y se le formaron unas ligeras arrugas a los costados de los ojos.

No aparentaba tener esa edad, parecía de mi edad, comenzamos a platicar de varios temas, de las materias que mas me gustaban, entre ellas estaba la actuación y la literatura, siempre he sentido una fascinación por las letras y lo que estas pueden expresar, las horas con Jason parecían segundos.

Ya habíamos pedido como tres cervezas mas, las alitas habían desaparecido y aun seguíamos aquí, riendo y platicando, era extraña la manera en que conectaba con él, me daba la sensación de que ya nos conocíamos, no me considero tímido pero tampoco soy tan lanzado, no con las personas que no conozco al menos, pero con el... era diferente.

-Iré al baño-dije después de un rato.

-Te acompaño, tengo que sacar lo que llevo dentro-Me reí y los dos entramos a los baños. 

Yo solo quería lavarme las manos, pues la salsa de las alitas se me había quedado, Jason entro a un cubículo para "sacar lo que tenía dentro" y después de unos segundos salió, había pequeños jabones de barra para que cada quien tomara uno, tome uno y este se me resbalo, en una lucha por impedir que cayera al suelo comencé a dar brincos pero era casi imposible tomarlo, Jason comenzó a ayudarme, comenzamos a reírnos, esto era estúpido, los dos luchando contra una pequeña barra de jabón.

Al final el jabón cayó al suelo, para cuando me di cuenta nuestras caras estaban a pocos centímetros, podía sentir su respiración sobre mi rostro, podía ver las pequeñas pecas que tenía en su fina nariz, entonces él se inclino y me beso, me aparte de él... pero después volvió a intentarlo y esta vez no me opuse.

Sus labios sabían a alitas, eran carnosos y suaves, comenzamos a levantarnos sin dejar de besarnos, sentí los brazos de Jason rodeando mi cintura, entonces me levanto y me sentó en los lava manos, recargue mi espalda en los espejos del baño y rodee a Jason con mis piernas atrayéndolo hacia mí, el calor aumento, los besos también, podía sentir la pasión y las ganas.

Me aleje un poco, abrí los ojos y lo observé, el me sonrió y yo le devolví al sonrisa, acaricie sus increíblemente suaves mejillas con mis pulgares, sabía que cualquier persona podía entrar en el baño y vernos en cualquier momento, pero eso no me importaba.

-Creo que quiero conocerte mas-susurro Jason.

-Yo igual-le respondí y lo bese.

Atadura (Metamorfosis 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora