-Uhm... hola -comenzó a decir la chica. -¿Están pasando una buena noche? Ehm, espero que estén pasando una buena noche -dejó escapar una risa nerviosa. -Yo... -la chica miró a Lauren y ésta le levantó un dedo motivadoramente. -Yo estoy muy contenta de estar aquí y de poder presentarme como la nueva pre-alumna -volvió a reír y, tras el severo silencio, aclaró su voz. -Quería agradecer a todas y cada una de las personas que me han permitido actuar en esta fiesta esta noche y... y... dar mi más sincera enhorabuena a los alumnos que se graduan hoy. Ahora tocaré una canción titulada "Lego House" de Ed Sheeran, que es muy importante para mí, porque me hace sentir a la persona que más quiero conmigo, cuando más la necesito.

Los ojos color café viajaron hasta los verdes de Lauren y una pequeña sonrisa tímida en los labios de la latina, hizo que a Lauren le temblaran las piernas y se le parara el corazón, tal y como el primer día que la vio en la final estatal de softball.

Dinah miró a Lauren mientras la melodía de la canción comenzaba a sonar, en manos de una Camila mucho más segura de sí misma.

-Tienes a alguien que te quiere muchísimo a tu lado, Lauren -dijo la polinesia genuinamente, dando un pequeño golpe con su codo en el brazo de la ojiverde. -¿No crees que deberías apreciarlo más?

Lauren se quedó pensativa un par de segundos, aún mirando a la mejor amiga de su novia, que había devuelto la atención al escenario.

-¿A qué te refieres? -preguntó Lauren.

-Sabes a qué me refiero -dijo en tono bastante bajo. -Escucha, cualquier persona de aquí, de todo este campus, querría tener algo con Mila. Y lo sabes, tú lo sabes Lauren.

-Lo sé, ¿y qué? -volvió a preguntar Lauren, tan confundida como al principio.

Y estaba confundida porque ella creía que estaba apreciando su amor tanto como Camila apreciaba el suyo. Pero no, no lo entendía.

-¿Y qué? Que ella te ha elegido a ti, Lauren -contestó Dinah como si aquello fuera obvio. -Ella te ama de una forma que no te puedes llegar ni a imaginar; la conozco, Lauren. La conozco como si fuera mi propia hija. Deberías apreciar que puedes contar con ella para todo.

Lauren suspiró y se cruzó de brazos.

-¿Te refieres a...?

-Sí, Lauren. Claro que me refiero a eso. Honestamente, creo que aquel día que tan mal estabas, que tanto necesitabas a alguien con quien hablar, deberías haber conducido hasta su casa, plantar un beso en sus labios y contarle todo lo que pasa por esta cabecita -dijo Dinah golpeando con un dedo lentamente la frente de Lauren.

-¿Por qué me dices esto ahora? -preguntó Lauren.

-Porque acabo de darme cuenta de cómo te mira, Lauren -confesó Dinah, colocando tranquilizadoramente una mano en el hombro de Lauren. -Esa mirada genuina... no la había visto jamás. Pero te voy a decir algo, no creo haberla visto en nadie. Quizás Brad mirando a Angelina...

Lauren rió ante aquello y dio un leve golpe en la espalda de la chica.

-¿Me vas a hacer caso? -cuestionó Dinah.

-No lo sé. No puedo decirte que sí, porque no lo sé -contestó Lauren sinceramente. -No creo que sea capaz de ver esa sonrisa destrozada.

Ambas miraron a la chica encima del escenario. Su preciosa sonrisa brillaba y era capaz de deslumbrar a los alumnos de las primeras filas.

-Estoy segura de que ambas acabareis destrozadas tarde o temprano si esto sigue así -apostó Dinah apretando sus labios. -Sólo espero que no sufra tanto como lo hizo conmigo.

El destino de la casualidad (Camren)Where stories live. Discover now