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Lara, Lara, Lara. Me regaño mentalmente y bajo los binoculares. Me tiro al suelo y comienzo a lloriquear.
-Mamamamami! - me quejo.
Mi madre aparece en mi campo de visión y pienso que acabo de invocar al diablo.
-Qué haces ahí abajo? Arriba. Ya ves lo sucia que está la casa? Y riega a tu planta, se está muriendo. En dónde está Naomi? Acabo de verla. Ella me abrió...
Cierro mis ojos con fuerza y ruedo por el suelo, quejándome acerca de soledad y esas mierdas.
-Ya no me habla. Y ahora duerme en el sofá.
-Mm. Qué le hiciste?
-Me besé con Gato sexy. Está decepcionada de mi. Crees que yo no? Estoy decepcionada.
-Qué mentira!! Yo duermo a tu lado, consolándote. Por qué le dices eso? - chilla Naomi, acercándose desde la puerta principal.
Suelto una risita diabólica y me levanto.
-Porque sí. Salimos? De todos modos, estoy despedida. Por eso te invitó Naomi. No sufro depresión, mamá, quien crees que soy? - río y me acuesto en el sillón y como una chocolatina.
-Pero Naomi me dijo que necesitabas ayuda. Que necesitabas a tu madre. Y que estabas deprimida y...
-Sí, es verdad mami. Te necesito. No tenemos para comer. Esta Naomi no consigue trabajo y yo perdí el mío. - sonrío socarronamente y Lara Jean Melancólica me pega una cachetada.
Esperen...
Mi madre. Ella me ha golpeado!!
-Niña estúpida! Yo que estaba pensando que por fin un hombre te había roto el corazón.
-Mi corazón no se rompe. Se derrite por aquel hombre que está allá, fumando. No pasa nada, mamá. Sólo quería saber si tienes algunas libras... - extiendo mi mano con mi mejor sonrisa loca.
Ella me frunce el ceño y luego a Naomi; corre a la cocina con sus flacas piernas. Revisa la refrigeradora y luego mis alacenas.
Bostezo y la espero. Tiene que darme o me iré a vivir con ella. No sé qué hice con todo mi dinero. Según yo, me alcanzaba para todo un año sin trabajar. Pero hoy cuando fui al banco encontré que tenía 10 euros. Diez malditos euros que ya gasté en chocolatinas.
Que irresponsable, me dice Lara Jean Seria.
-Hija! Maldita seas, niña.
Oye!!??
Mi mamá acaba de...?
-Mamááááá!
-Ten. Les dejo doscientos euros. Irresponsable!! Ahora hazme unos croissant que tengo hambre.
-Vale. Dame el dinero. - digo y me acerco a ella. Agarro el dinero y salgo. -Tengo que ir a comprar comida! Naomi, quédate con mi mamá...
Cierro la puerta y subo al ascensor. Trabajaré de camarera o algo. Necesito dinero.
Despedida.
Qué injusto.
Llegue tarde y falte dos días y ya me despiden. Soy su mejor empleada!! Y en el ballet... Me salí. Necesito una nueva academia. Un viaje. No sé...
Trabajo.
Sí.
Hay trabajo con las niñas en el ballet.
Abro mis ojos ampliamente y comienzo a bailar al compás de Love Hurts; termino con una gran sacudida de trasero y las puertas se abren. Salgo del ascensor y voy al parqueo. No quiero malditamente caminar. Saco las llaves de mi bolsa y veo mi escarabajo de color aguamarina con líneas rosadas.
-Hace ya tanto tiempo, Amanda. - saludo a mi escarabajo y entro con algo de esfuerzo ya que la puerta está oxidada.
Inserto la llave y la giro.
Lo que necesitaba.
Ya no sirves, Amanda. Tenías un tiempo de vida aunque confiaba en ti. Especialmente hoy. Bajo del auto y pateo tan fuerte la llanta que comienzo a chillar.
-MALDITA SEAS, AMANDA!! AY QUE DUELE MUCHO...
Escucho que alguien carraspea y levanto la mirada, quejándome.
-Michelle...
-Quieres que te lleve? - dice con voz suave.
Qué rayos...?
Asiento y me voy detrás de ella.
Esperen.
No me irá a matar, cierto? Se sube al lado del copiloto y yo me quedo como estúpida. Quién va a manejar?
-Pasa atrás. - dice ella.
Saca su mano y se arregla el fleco rubio.
Jadeo.
Anillo a la vista.
Anillo
A
La
Vista!!!
Mierda.
Escóndete. Escóndete Lara Jean!!!
Suena el claxon del auto y me hace saltar. Parece de camión!!!
-Sube atrás que te llevaremos.- me vuelve a decir Michelle.
Aprieto las nalgas y estoy 100% segura que Evan está ahí. Y él fue quien me hizo sonar el claxon. Bueno. Eres sexy y él se lo pierde. Pero no coquetees!!!!  Camino hacia la parte trasera arreglando mi flequillo sobre mi frente y me siento.
Sí. Ahí está. Viéndome por el retrovisor aunque sea por un segundo.
-A dónde vas? - pregunta Michelle mientras Evan avanza.
-A-al supermercado. - balbuceo.
-A cual? - me pregunta Michelle.
Mierda. Qué incómodo. Ya no quiero estar aquí. Ellos, o más bien él, parece enojado.
-A-al que está a... Bueno, puedes dejarme en...
-Dinos a donde rayos vas! - me gruñe Evan.
Me muerdo el labio y le frunzo el ceño. No soy un maldito perrito.
Idiota. -Al que está a cuatro kilómetros.
Que se gaste su maldita gasolina!!!
No contestan. Me quedo viendo mis uñas y luego contando los euros con cuidado. Debo de... Me tiene que alcanzar. Necesito trabajo. No sé qué pasó. Todo iba muy bien.
-Llegamos. - me canta Michelle.
Asiento y bajo del auto. La ventana se abre y me saluda Michelle.
-Pregúntale si tiene cómo regresar. - escucho claramente la voz de Evan.
-Sí. - asiento y me alejo del auto negro donde está el diablo y su novia.
Entro al supermercado y voy por los precios más bajos. Termino mis compras y me inhibo de comprar chocolatinas y salgo de ahí.
Reviso cuanto dinero tengo y me doy cuenta que no me alcanza para un taxi si quiero sobrevivir una semana.
-Mierda. - susurro.
Agarro bien las bolsas y comienzo la caminata. Son sólo cuatro kilómetros. En ese tiempo recuerdo lo que ha pasado estas dos semanas.
No he visto a Evan porque mantiene las cortinas cerradas y de vez en jamás logre verlo entrar a la casa de Michelle. Naomi ha estado buscando trabajo y yo lo dejé, confiando en mi cuenta de banco. No me deprimí. No sé por qué. Tal vez sí lloraba algunas noches cuando pensaba en lo estúpida que fui pero se me quitaba rápido. No hay razón. Lo extraño, sí, pero yo lo arruiné, justo como dijo mi Lara Jean interna. Tal vez podamos ser amigos después. Tenía un poco de esperanza pero hoy, cuando vi ese anillo me cague. Él la ama. Ella es linda y perfecta para el hombre perfecto. Bueno. Perfecto para mi.
Logro ver los edificios a lo lejos y apuro mi paso. Ya casi. Estoy en el elevador y siento... No sé, depresión? Acabo de darme cuenta que ellos en verdad son felices. Incluso le dio el anillo. El sagrado anillo. Las puertas se abren y entro a mi departamento con una sonrisa.
-Aquí estoy!! - grito y llevo mis cosas a la cocina.
Entonces tocan la puerta. -Ya voy. - susurro y me acerco.
Es Michelle. Qué raro.
-Hola. - la saludo cuando le abro.
-Lara Jean, quería contarte...
Me empuja y observa mi departamento con atención y ojo crítico.
-Bueno. Me traes un poco de té?
-No tengo.
Ella me frunce el ceño. Es una perra de nuevo. Me arrepiento de mis lindos pensamientos.
-Bueno. Qué tienes?
-Qué querías decirme? - le pregunto para no decirle la verdad. No tengo nada.
-Quería contarte, Lara Jean, que nos vamos a casar. Supongo que ya lo sabías, no? Y... Me encantaría que... Nos dejaras en paz. Siempre estas llamando la atención, Lara Jean, como hoy. Sabías que estábamos ahí en el parqueo y por eso hiciste como que ibas a entrar a ese escarabajo pero no, no me gusta que interfieras en mi relación. Por favor, Lara Jean, él me ama y tú... Bueno, tú ya debes superarlo. Por eso vine. Quería tener tu palabra.
Okay. Bien sí. De acuerdo. Dale tu maldita palabra. De todos modos, Evan está enfadado y hace esto más fácil.
Asiento. -De acuerdo. No te preocupes por mi. No me gusta Evan.
Ella sonríe coqueta y sale de mi casa.
Okay. Vamos a espiar a Evan.

::::::

Eres terca.
Voten y comenten.
Perdón la tardanza. Me dormí ayer y ya lo tenía terminado, sólo estaba corrigiéndolo.
Paz mundial y todos tienen cara de Evan,
P.K Martínez.

Mi Amor de Ventana      #Wattys2015Where stories live. Discover now