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Aún sigo en las nubes. Ah, hombre. Qué preciosos labios. Qué precioso es él...
Qué maldita cursi soy.
Pero recuerdo sus labios y aprieto las nalgas...
-... no lo sé, quieres, cariño?
Asiento, sin saber de qué habla Gato Sexy. Me sienta y pone frente a mi cara, una fresa.
-Hm. Rico.
La agarro y me la como con ferocidad. Evan se ríe de mi y se aleja. Tara sigue tejiendo como loca; yo estoy sentada en la mesa y Evan está al lado de su madre, acaba de besar su mejilla... con aquellos labios que minutos antes estuvieron en mi nariz y... Seguramente en Michelle. Agh.
Me he tomado una pastilla ya y el dolor disminuyó. Veo cómo hablan entre susurros y luego su madre lo ignora y se para. Se acerca a mi y me sonríe, mientras se sienta.
-Y... cómo es que se conocieron si son vecinos?
-Eh? Yo... Hm... No... lo... sé... de... de hecho, lo sé, pero creo que no es conveniente decirle... Decirle que espié a su hijo tanto que...
Oh...
Acabo de...?
Sí. Lo hice.
Tonta.
Boba.
Oh, hombre. Qué bocaza la mía.
Tara se ríe suavemente y asiente. -Mi hijo es irresistible, verdad?
Evan se pone rosado pero lo ignoro. -Lo sé! - digo, con algo de timidez. No voy a mentir. Lo es.
-Me pasó lo mismo con Thomas. Dios santo! Qué guapo! Te juro que me desmayaba cada vez que me sonreía. De hecho, creo que lo hacía. Sí. Me desmayaba. Y aún lo hago...
Me río y asiento. Thomas llega con unos enormes platos blancos y tengo que parar a pensar. Por qué trae platos? Vamos a quedarnos? No Evan quería irse ya?
Veo a Evan sentarse frente a mi y sonreírme con un suspiro
-Que rico, amor. - dice Tara, viendo la ensalada.
Yo asiento, claro que está, o se ve, rico.
-Sírvanse. - nos dice Thomas mientras va, a lo que supongo que es su cocina. Regresa con más platos.
Bueno. Eso quiere decir que nos quedaremos.
Rico!!
Agarro ensalada y comienzo a comer, escuchando cómo la madre de Evan aún lo regaña por no traer a Michelle. Eso me hace sentir algo... incomoda. Está bien. Son celos. Por qué hablan de ella cuando estoy yo aquí? Como si fuera nadie... deberían dejar de hablar de ella y prestarme atención.
Hola.
Soy Lara Jean y no soy tan torpe como crees. Soy genial! Y tengo más senos que Michelle. Y mis ojos son más cool y todo.
Ja.
-Y... aquí creciste, Evan? - pregunto.
Él me ve y asiente.
-Sí. El cuarto de ahí; ese. Ese es mi antiguo cuarto.
-Sí. Y tenía unos pósters de chicas en bikini como todo un idiota. - su madre dice, riendo.
Evan pega su cara más al plato. Yo me río.
-Eso es asqueroso, Evan. - río. Vale. Como si yo no hubiera tenido pósters de bailarines enseñando el pecho...
Pero esa es otra historia.
-Se lo decía. Siempre.
-Sí, pero tenía quince. Ya sabes. Quince.
Yo tenía 24.
Qué infantil.
-Ah, y no sólo eso. Tenía como dos novias a la vez. A los quince años. Recuerdo que un día fui a comprar algo de fruta y lo vi, con esta chica rubia y guapa mayor que él...
-Mamáááá!!
-...estaban besándose. En la esquina, como si fuese lo más normal del mundo. Diablos, Lara, casi me da un infarto. La chica era un perra y todo. Tenía 21 años. Y entonces los observe y se despidieron. No te imaginas lo que fue a hacer después.
-Qué hizo? - pregunto cuando me deja en suspenso.
-No quieres saber.
-Ah, vamos Tara!
-Pues...
-Mamáááá...!
-Dime! - salto de la silla un poco.
-Fue a la casa de una chica llamada Ashley. Y salió con la hermana de Ashley, Mia. Hablaron un rato y estaba a punto de irme cuando los veo besarse. Con lengua y todo. Asqueroso, lo sé. Mi bebé era un puto! Mi bebé!! Inconcebible.
Me río y veo a Evan encogerse aún más en su silla.
Diablos.
Qué linda madre tiene Evan!
Qué bromista.
Thomas se ríe a carcajadas viendo a Evan que está casi con el rostro en la ensalada.
-Oh. Trae las fotografías, amor. - pide Tara a Thomas.
Un momento.
No me había dado cuenta que son Tara-Thomas "TT".
-Ten.
La madre de Evan comienza a enseñarme fotografías de él, con pañales, recién nacido, desnudo, con biberón y riendo. Pero que precioso bebé!! Es tan sólo como... como todo redondito, mejillas regordetas y sonrisa...
Diablos.
Ja...
Yo quisiera un bebé así. Pero de qué hablas, Lara Jean? Tienes solamente 26. Y qué buena edad para tener...
No, no.
No.
Fuera, pensamientos maternales. Primero paso, un esposo.

Después de comer y ver fotografías de todos los Cartwright, Tara y Thomas se levantan, dejándonos la tarea de levantar la mesa.
Una tormenta comienza, justo cuando terminamos de lavar los platos. Evan los secaba y guardaba.
-Mierda.
Asiento. Que popo de lluvia. Mañana debo trabajar...
-Mira... - empieza Evan. -yo... creo que deberíamos quedarnos. Yo te llevo mañana al trabajo a las cuatro de la madrugada si quieres.
Me quedo pensando un momento para hacerlo sentir incomodo. Es mi venganza.
-Si quieres...
-De acuerdo. En dónde dormiré?
-En mi habitación. Ven.
Abre la puerta y está completamente llena de basura. Escritorios, ropa, mesas...
Él gruñe y nos dirigimos a otra habitación. Igual.
Vale.
Mala suerte la mía.
Seguro duermo ahora en el auto.
-Ah... Sí. Sólo está vacío el cuarto de Luke. Lo usan para Nicole. Mis padres ayudan demasiado a mis hermanos. Por lo menos a Chris pero...
Evan habla consigo mismo. Sí. Lo hace. No está esperando una respuesta de mi parte. Sonrío. Abre la puerta de color rosado y entramos. Es café. Por la madera en las paredes. El piso es igual, de mármol. La cama es rosada, con dosel y enorme. Tiene un montón de luces en forma de estrellas alrededor del dosel.
Ah, el cuarto deseado de todas las chicas. Es un cuarto de princesa. El armario está abierto y hay un montón de tutus de todos colores y vestidos extravagantes de talla pequeña.
-Vaya. Quieren más a la nieta que a su hijo "el rompe corazones". - me guiña el ojo.
Bien.
Claro.
Qué guapo.
Me acerco a la cama y enciendo las luces.
-Apaga esa luz. - le digo a Evan.
Él lo hace y veo cómo el cuarto se ilumina con pereza. Bostezo.
-Qué genial.
Me quito la chaqueta cuando noto que Evan cierra la puerta. Pero no ha salido. Trago y levanto ambas cejas.
-No irás a quedarte en el cuarto de princesa, cierto?
Él asiente. -Creo que la cama es lo suficientemente grande. Y el sillón no es una opción. Es muy pequeño.
-Oh. Bien. Claro. No. Sí? Evan...
-Shh.
Él se esconde detrás del biombo y escucho cómo la ropa se desliza fuera de su cuerpo.
Me.
Mata.
Perro.
Idiota.
Ahhh!!
Hago lo mismo y me quedo con mi blusa que, gracias a Naomi, es floja y larga. Me meto en la cama, cierro mis ojos y me tapo hasta el cuello.
No respires.
No parpadees.
No te muevas.
No.
No.
Ahí viene.
Ahhh!!!!!!

::::
Jajaja
Ya subí!! Por fin pude subir de nuevo en un día.
Voten y comenten.
Besitos.
P.K Martínez.

Obviamente besitos de Evan, chicas.
Pero si quieren uno... jaja

Mi Amor de Ventana      #Wattys2015Where stories live. Discover now