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Él me toma por la barbilla con fuerza, parece molesto; me hace mirarlo y analiza mi chinchón con preocupación.
-Qué? Qué tengo? - hago como que no tengo un enorme chinchón en la frente.
Me frunce el ceño y suspira.
-Puedes dejar de golpearte, quemarte, caerte y todas las mierdas que te pasan, sólo por un día?
-Yo...
-No entiendo! Puedes bailar y saltar en el escenario pero afuera de, te rompes el culo!
-Eso es diferente.
-No, no lo es. Deja de caerte ya. La próxima puede que sea más grave... Es muy peligroso, Lara Jean.
-Lo siento, yo...
Por qué me disculpo por eso? A él no le duele que yo me caiga. Es a mi!! A mi!! Yo soy la que debería estar regañándolo por no atraparme.
-Sabes qué...? Quiero que te imagines que estas en el escenario. Todo el tiempo.
-Y eso para qué?
-Para que no te caigas. Estas bailando todo el tiempo y no puedes caerte.
Sonrío.
Nunca había pensado en eso.
Es... Muy buena idea.
-De acuerdo. Bien. Sí.
Él sigue frunciendo el ceño aunque creo ver el indicio de una sonrisa en sus labios. Sus labios...
-Vamos. Ya va a comenzar. - nos dice Naomi y justo viene Michelle hacia nosotros.
Me separo de Evan y siento que me jala de la mano.
Veo nuestras manos unidas y lo veo a él. Tiene una sonrisa dulce en sus labios.
-Ya deja de ser una boba. - me regaña pero sus ojos no han dejado de mostrar esa sonrisa dulce.
Asiento y me suelta. Sigo a Erick y a su novia... Acabo de olvidar su nombre y entramos a la sala. Ya están pasando los respectivos anuncios y encontramos nuestros lugares.
Bostezo y veo a Evan acercarse con Michelle a su lado y me siento muy bien al ver que no se toman las manos. A mi sí, perra, y con chinchón y popo en el vestido. Se sienta a mi lado pero Michelle se sienta hasta la otra esquina, al lado de Barbie girl y Giulio.
Qué vergüenza.
Pero gracias, supongo.
La película comienza y está tan aburrida que comienzo a bostezar.
Creo que me dormiré del dolor. Necesito un Tylenol.

-Tengo frío - le susurro a nadie en específico.
-Ven aquí.
Abro los ojos y veo que Evan está removiendo el brazo del sillón y me hace espacio para que me recueste sobre él.
No pienso en que me debe de dar vergüenza mi cara por que esté tan extraterrestre hoy, sólo me acuesto sobre él y pronto me veo envuelta en mis sueños.

-Sabías que cuando duermes pesas como un elefante?
-Cállate, Giulio. - esa es la voz de Naomi.
-Amor, te quedaras en mi casa hoy? - es esa la voz de Michelle.
-Y yo qué? Realmente no quiero que se quede. - ella es barbie girl.
-Oh, lo siento amor. - dice Michelle.
-No, de todos modos tengo trabajo. - dice Evan.
Decido no abrir los ojos porque por una vez en la vida, no siento a Michelle maltratándome. Suena el "ding" del ascensor y Giulio me lleva a mi departamento.
-Las llaves están en... No sé!
Bien. Creo que ya es hora de despertarse.
-Aquí las tengo yo. - agarro mi...
No!
No está mi bolsa!
Abro los ojos y agarro con mucha fuerza las mejillas de Giulio.
-PERDÍ MI BOLSA!!
-Mierda! Ay... - se queja Giulio y lo suelto.
Me hace pararme y se soba sus mejillas.
-Bestia.
Sonrío y me acuesto en la alfombra, bostezando.
-Ya se me bajó el chinchón?
-Aún no. Qué hacemos? Vas a pedir las llaves a recepción o a alguien?
-Sólo las tiene el dueño del departamento. Y soy yo.
Naomi se golpea la frente repetidas veces y Giulio se acuesta a mi lado.
-Me quedo con ustedes hasta que piensen que hacer.
Toco la alfombra y me recuerdo de algo.
-En donde esta Erick? Puede ser... Quizá...
-Se fue con su novia.
-Uy.
-Por qué?
-Porque puede ser que tenga una llave. La otra vez me pidió entrar a traer su teléfono.
-Oh, bien. Esperemos.
Se escuchan pasos y veo a Evan acerarse a nosotros. Le sonrío y él a mi. Levanta la mano y ahí está mi amada bolsa.
-La tienes!! - grito.
-Sí. Te la quitaste y la tiraste. Decidí recogerla. Y aparte quería hablar contigo y como estabas dormida...
Naomi carraspea y ambos le sonreímos.
-Abre. - me da mi bolsa y saco las llaves.
-Te vas a ir? - escucho que Naomi le pregunta a Giulio.
-Sí. No puedo dormir entre ambas.
-Puedes.
-No! - se queja Evan.
-Estoy de acuerdo con Evan - suspiro.
Entonces mi estomago se cae al infierno cuando siento que él, Evan, pone una mano en mi cintura y la aprieta. Trago saliva y disimuladamente me alejo, o lo intento, ya que se acerca más a mi, hasta que su barbilla se apoya en mi cabeza. Y su pecho en mi espalda...
-Naomi... - pido ayuda!
Alguien!
Fantasma!
Michelle!
Alguien!
-No seas así... - me susurra en el oído y me hace entrar a la casa.
Tropiezo con la alfombra pero él me sostiene y me lleva a mi habitación rápidamente. Me acuesta en la cama y entra a mi baño.
-Qué querías hablar?
-Nada.
Frunzo el ceño y me recuesto en mis codos para verlo. Está lavándose los dientes.
Que guapo.
Esperen...
Ese es mi cepillo!
Mierda! Espero no desmayarme.
-Ven aquí, bebé.
-Ah... - suspiro e intento pararme pero mis piernas se niegan.
Él pone el cepillo en una de sus mejillas y se acerca a mi para cargarme.
Qué hace?
Por qué este cambio?
Me sienta enfrente del espejo y me observa mientras continúa lavándose los dientes. Yo he suspirado unas mil veces mientras lo hacía y me siento muy bien conmigo misma por no desmayarme.
Dios.
Que guapo es.
Él se ríe cuando suspiro de nuevo, viéndolo.
-Te lavaré los dientes.
-Sí. - susurro.
Esperen.
NO!
Yo puedo.
-No. Yo puedo hacerlo sola.
-Pero quiero hacerlo yo. Déjame cuidarte hoy. Que Naomi y Giulio se duerman en el sillón. O en la alfombra, no me importa.
-Pero yo puedo...
-Mm.
Me calla y me echa pasta dental en los labios. Frío! Abro la boca y él mete mi cepillo en mi boca a la fuerza y comienza a lavarme los dientes.
-Esto es muy incomodo. - digo cuando me hace escupir.
-Déjame.
Me hace enjuagarme y escupir. Me hace abrir la boca y me inspecciona cada diente.
Qué vergüenza.
De seguro tengo caries o un perejil y él está tan minucioso con esto.
-Ya está. Estas lista. Ahora lávate la cara. Te voy a preparar tu ropa de dormir.
Comienzo a hacerlo y cuando se va, reacciono. Qué...? NO! No, que no toque mi ropa! Eso no!
-Evan, no! - salgo del baño chorreando todo el piso y lo atrapo justo cuando ya sacó un par de bragas de viejita que siempre me gustan para dormir.
-Qué...?
-Tú sacaste eso? - digo con la voz seca y asustada
-Sí? - afirma o pregunta.
Siento cómo enrojezco y me tapo la cara con las manos pero me toco el chinchón y grito.
Lo hizo!
Toco mis bragas de viejita!!!

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Jaja.
Pobre tú.
Descubrió tu secreto.
Voten y comenten!
P.K Martínez

Mi Amor de Ventana      #Wattys2015Where stories live. Discover now