•|¿Sasuke-kun?|•

Start from the beginning
                                        

—¿Sasuke-kun me estás escuchando? —preguntó la ojiverde curiosa sin dejar de ver al moreno con su leve sonrojo.

—Hmp —desviando su mirar a la ventana suspiro cansado, realmente no sabía de que tanto le estaba hablando—. ¿Terminaste? Estoy cansado

—N-no aún falta mucho pero te dejaré descansar, te traje algo de comer yo misma lo preparé —se acercó a la pequeña canasta y saco un bento cubierto con un pañuelo color rojo—. Aquí tienes, come —sonriente se lo entrego.

—Gracias —abriendo el pequeño recipiente vio onigiris y bolas de carne, tomando uno con los palillos, se lo llevo a la boca, arrugando sus cejas, trago rápido—. »Esta demasiado salado« —una gota resbaló por su mejilla, ¿Cómo le diría que ya no pensaba terminarse eso? —. Quiero dormir.

—P-pero no has comido ¿Quieres que te ayude? —estaba por tomar los palillos a lo que rápidamente se los alejo.

—Estoy cansado, ha sido una sesión muy larga, además no quiero que te agotes por mi culpa —aquel comentario la hizo sonrojar a más no poder—. Podemos continuar mañana, gracias Sakura.

—No te preocupes Sasuke-kun, sabes que siempre estaré para ti —su comentario hizo que un escalofrío le recorriera la columna, sentía un poco de lastima por la chica ya que él no la vea como mujer, si no como su amiga.

La vio salir de la habitación y bebió toda el agua de la botella que amablemente le dejo la ojiverde. Acomodándose en la cama decidió dormir un poco.

La semana paso tan rápido que se sentía frustrada por no pasar más tiempo con su amado pelinegro, siempre que estaba por acercarse a él llegaba alguien a interrumpirlos o incluso el mismo chico le decía que estaba agotado.

—«Maldita sea, si no es Naruto es Kakashi-sensei» —iba pensado con enojo, pateando las pequeñas piedritas que se interponían en su camino, a lo lejos escucho que la llamaban volteando a ver a una rubia acercarse a ella.

—Sakura ¿Cómo has estado? —preguntaba sonriente la Yamanaka, recibiendo una cara distorsionada de la pelirosa—. ¿Pff y esa cara?, no me digas que es por Sasuke-kun...

—¿¡Cómo sabes que él está aquí!?

—Por favor ¿Es en serio que preguntas eso? Toda la aldea sabe que está aquí, de hecho todos se enteraron que lo llevaste al hospital —la vio hacer una mueca fastidiada—. Pero volviendo al tema ¿Por qué estás de mal humor?

Iniciando su caminar por la concurrida calle ambas chicas mantenía una tranquila conversación—. Porque siempre que intento acercarme, nos interrumpen, primero Naruto, él se enteró que estaba en el hospital y quiso acompañarme, después Kakashi-sensei y lo más extraño es que incluso Sai fue a visitarlo.

—¿¡Sai!? —gritó la rubia sorprendida, sabía que él ninja pintor no era del agrado del Uchiha, así que era imposible creerlo—. Vaya, no me lo esperaba.

—Y no solo eso, Sasuke-kun siempre que termino de curarlo me da la espalda y me dice que está cansado —cabizbaja continuo—. Realmente no se que hacer, quiero ser alguien importante para él, cómo lo es para mi.

—De verdad lo siento amiga, porque no llevas algo de comer para que al menos disfruten un almuerzo agradable.

La idea de la ojiazul hizo sonreír a la ojiverde y con un agradecimiento estaba por salir corriendo a su casa, pero su amiga hizo un comentario que la molesto.

•Sasuhina•Where stories live. Discover now