•Sasuhina•

•|The last|•

-Será mejor que descansemos, esta por anochecer -ambos pelinegros asintieron y fueron descendiendo para poder acampar.

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Los seis ninjas llegaron a un lugar muy extraño era una ciudad desierta, se les dio la orden de ir a investigar, el rubio tomo de la mano a la ojierla y se fueron corriendo.

-Sasuke-kun, vayamos por acá -la pelirosa le señalo el camino al Uchiha quien molesto la siguió.

Caminaban por aquella ciudad abandonada, no encontrando nada en el camino, sintiéndose curiosa decidió arriesgarse.

-¿Estás celoso, Sasuke-kun? -soltó sin más la Haruno, mirando juguetona al azabache quien solo la miro con fastidio-. Vamos, no seas tímido, ¿Te molesta que Naruto se llevará a Hina-chan?

-No

-¡Ay Sasuke eres un mentiroso! -se detuvo mirando el gran océano, se veía hermoso, sintió al Uchiha posicionarse a su lado y decidió continuar-. Se que estás molesto... Naruto es un gran amigo y se preocupa por todos, no solo por Hinata.

-Hmp, lo sé...

-Deberías hablar con ella -se giro para quedar frente a frente al azabache y prosiguió-. Cuando una chica se enamora de verdad, se siente pequeña y vulnerable, solo piensa en la felicidad de esa persona y en protegerla, entiendo muy bien como te sientes -bajando su mirada sintió una gran punzada en su corazón, ella aún tenía sentimientos por él, pero desde que se entero que eligió a Hinata para acompañarlo en una misión entendió todo.

La pelirosa quería protegerlo pero sobre todo deseaba verlo feliz. Le había tomado años poder entender que él no la amaba, así que decidió centrarse en alguien que si lo había hecho desde que eran unos niños.

Una gran explosión los hizo dirigirse al lugar donde se veía la gran nube de humo.

-¡¿Hinata, estás bien, me escuchas?! -gritaba sin poder oír la voz de la Hyuga, se maldecía por a ver bajado la guardia.

-¿Qué ocurrió aquí? -el Nara preguntaba mientras bajaba del techo de una casa destruida.

-E-estabamos viendo estás ruinas, cuando de repente explotó y Hinata se quedó del otro lado yo...

Un puñetazo en el estómago lo hizo caer de rodillas tosiendo un poco de sangre.

-¡Naruto! -se acercó la pelirosa al rubio-. ¡Sasuke-kun no es momento para pelear, debemos sacar a Hinata de ese lugar!

-Tch -se hizo para atrás dejando que Sai y Shikamaru inspeccionaran una salida.

Mientras tanto dentro del lugar la Hyuga investigaba lo que estaba debajo, una bola de luz la guío por unas escaleras donde observo tumbas y un hombre, un destello la hizo retroceder y después solo oscuridad.

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-¿Dónde estoy? -estaba abrumada, no había ninguna luz en aquel lugar, caminaba sin rumbo hasta que oyó la voz de aquel hombre de cabello blanco.

-Si quieres recuperar a tu hermana, vendré por ti... Tu deberás decidir si quieres salvarla tomando su lugar -comenzando a desvanecerse-. Estaré feliz de volver a verte princesa Byakugan...

Se despertó sobresaltada-. ¿Qué pasó? -un rubio se abalanzó a la morena con gran emoción, dejando a un azabache furioso y decidió salir de aquel escondite esto siendo visto por un par de ojos jade.