Parte /7/La cena de navidad

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─Gracias señora Dolores, ahí estaré.

─Ay mija que suerte tienes, mira que la señora se molesto en comprarte un vestido, lastima que ella no se deja ver, sino, yo personalmente le daba las gracias─. Dijo su madre muy emocionada.

El ama de llaves al escuchar a Francisca le dijo rápidamente.

─Ni se le ocurra molestar a la señora, sino quiere recibir un desplante de ella.

─No señora Dolores, yo nada más decía.

Ramona en su inocencia creía que en verdad la señora le había mandado el vestido.

Esa tarde las mujeres se fueron al río a bañarse, esa noche tenían que estar bonitas ya que por primera vez iban a tener una celebración, Ramona fue con ellas, cuando regreso a su vivienda, desenvolvió el paquete, era un vestido sencillo de los que usaban todas las chicas humildes como ella, dos listones y unos guaraches, el patrón hubiera querido que usara un vestido elegante, zapatos, joyas y el costoso perfume que le había comprado, pero eso no era posible.

Ramona se vistió, trenzo su cabello con los listones, se rodeo la cabeza formando su corona, se veía sencilla, pero muy bonita, con el porte de una reina.

Cuando llegó a la casa grande el ama de llaves le dijo.

─Tu solo vas a permanecer parada, en la esquina derecha del comedor, muy atenta por si se te ordena algo. ¿Entendiste bien?

─Si señora Dolores.

─Bien vamos para decirte en donde vas a estar y, por el amor de Dios, no se te vaya a ocurrir dirigirle la palabra al PATRÓN.

─No señora Dolores.

Los invitados ocuparon su lugar en la mesa, el patrón busco con la mirada a Ramona y ahí estaba parada en la esquina del comedor, lucía como una reina, ella lo miro a los ojos, pero al momento bajo la mirada como correspondía al servicio.

La cena empezó los invitados no repararon en Ramona ella era tan solo un miembro más del servicio.

La cena paso amenamente, pero para el hermano del patrón no pasaron desapercibido las miradas llenas de amor que su hermano lanzaba furtivamente a la chica que se mantenía parada en la esquina del comedor con la mirada baja.

Después de la cena Ramona se apresuro a ayudar a recoger la gran mesa, pero el ama de llaves le ordeno.

─Tu deja eso, vete a reunir con tu familia.

El hermano del patrón antes de regresar a su rancho, saludo a Alejandro efusivamente, lo felicito por su desempeño en su nuevo trabajo.

─Te felicito Alejandro, ya me dijo mi hermano, que esta muy satisfecho con tu desempeña, gracias por no defraudarme.

─Yo soy el que le tengo que dar las gracias a usted.

─Aunque no me explico que vivas en estás condiciones, siendo el hombre de confianza de mi hermano ¿Acaso no te paga bien?

─El sueldo no es malo, pero tenga en cuenta que tengo cinco hijos que mantener, además están mis suegros, ya son grandes y para completar el cuadro vengo arrastrando una deuda de mi suegro y lo que yo adeudo en la tienda de raya, que no le voy a mentir, mi mujer y mi hija la mayor también ayudan en la casa grande y pues hay la vamos llevando.

─Según me dijo mi hermano, todo va a mejorar para ustedes los trabajadores, y todo gracias a ti.

─Pues se tardo mucho, desde que llegue a la hacienda y me brindo su amistad, le he estado insistiendo para que cambie las cosas, pero nunca es tarde, espero que no quede nada más en habladas.

─No, lo creo, sé que está decidido en cambiar las cosas.

Los dos hombres se despidieron con un cariñoso abrazo.

─Don Heriberto hablo con su hermano.

─Acabo de despedirme de Alejandro y, por sus palabras, he llegado a una conclusión, de que los cambios que harás en la hacienda no son, porque el te lo haya sugerido, es por esa muchachita que permaneció parada en la esquina del comedor, vi como la mirabas.

─Si, es verdad, estoy locamente enamorado de ella.

─No soy nadie para juzgar tus actos, pero es casi una niña, bien podría ser tu hija.

─¡¡Pero no lo es, y la edad, que importa la edad cuando se está enamorado!!

─Tu sabes lo que haces hermano, solo te voy aconsejar, que te andes con cuidado tu esposa no se debe de enterar de tu amorío, porque si se entera no quiero estar en tus zapatos.

─Gracias hermano, seré más discreto. 



RamonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora