Parte/4/Ramona

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Como ya lo dije anteriormente, Ramona nació el diez de enero de 1910, la niña desde muy pequeña llamó la atención por que, la niña era diferente al prototipo de la raza indígena a la que pertenecía su madre, ella era más alta que los otros niños de su misma edad, poseía un bello rostro ovalado, pelo negro azabache, cejas pobladas, nariz recta, labios ni muy delgados ni muy gruesos y, lo que más llamaba la atención, eran sus grandes ojos almendrados de color negro, coronados por largas pestañas rizadas.

Cuando la niña contaba con cinco años, el patrón se cayó del caballo golpeándose la cabeza, muriendo instantáneamente, los campesinos quedaron consternados por la noticia, no porque sintieran la muerte del patrón, si no por lo que pudiera suceder con ellos; con la llegada de un nuevo dueño, ellos no podían saber, si éste iba a ser igual o más cruel que el fallecido.

Pasaron cuarenta días de riguroso luto donde no faltaron las misas gregorianas y rosarios para que el alma del difunto descasará en paz, la viuda determino, que ella y sus hijos no podía seguir viviendo en la hacienda, cuando era soltera vivía en la ciudad de México, había sido obligada por sus padres a casarse con ese hombre que se la llevó a vivir al confín del mundo como solía decir, ya viuda, ella era la dueña de su propia vida, vendió la hacienda a un hacendado que a su vez, se la obsequió a su único hijo varón, este había contraído matrimonio hacía algunos años.

La viuda solo se llevó las pertenecías personales de ella y de sus hijos, los hermanos del difunto, se encargaron de desocupar la casa y dejarla lista para los nuevos moradores, el nuevo dueño, dio un paseo por la casa grande, quería conocerla antes de habitarla, en su recorrido descubrió una gran habitación grande, que a su vez se comunicaba con otra de las mismas dimensiones, esta última tenía otra puerta, cuando la abrió pensando que se iba a encontrar con otra habitación; grande fue su sorpresa al encontrarse con un pasadizo secreto que llevaba al camino real.

Esto le agradó, ya que él, al igual que la mayoría de los jóvenes adinerados de esos lejanos tiempos, su padre había elegido a su esposa por él, de acuerdo a la fortuna de la contrayente, el primer cuarto lo convirtió en su despacho y en el segundo en una habitación privada, mando construir un baño a todo lujo, esta la quería para poder meter a su amante en turno sin que su mujer se diera cuenta, cuando terminó la remodelación de la casona, el matrimonio la amueblo a su gusto, la pareja llego a habitar la misma con dos niños pequeños una niña de casi la misma edad de Ramona y un pequeño de dos años.

En la hacienda todo siguió igual, Alejandro siguió siendo el hombre de confianza del nuevo patrón, los años pasaron Ramona se convirtió en una hermosa adolescente, que resaltaba entre las otras jóvenes, las mujeres más antiguas que trabajaron en la casa grande, decían que se parecía a la mamá del difunto patrón con la única diferencia que Ramona era morena clara y la señora era muy blanca.

Francisca temerosa de que a su hija le pasará lo mismo que a ella, no la dejaba sola en ningún momento, siempre estaba a su lado, a donde ella iba, la niña iba con ella, la obligaba a cubrirse la cabeza con el reboso y gran parte de su cara, solo los ojos y la frente quedaban al descubierto, parecía musulmana, el patrón tenía otra técnica para violar a las adolescentes, él no las esperaba en el camino, simplemente le ordenaba a la joven en turno.

─¡Tú, llévame agua a mi despacho!

Si patrón lo que su merce ordene─. Contestaba la elegida

Cuando la chica llegaba al despacho con el agua, el hombre cometía su felonía. Un buen día llegó una entrega especial para el patrón, eran dos cajas muy grandes traídas directamente de Francia, eran dos tinas de baño, una la destinó para la recamara matrimonial y otra para su habitación personal, la entrega llegó con los técnicos que las dejaron instaladas, le dieron capacitación a un mozo para el mantenimiento de la caldera para que nunca faltara el agua caliente. Se decía, que el patrón muy seguido llegaba con mujeres de la vida galante las introducía por el pasadizo secreto de su despacho y así como entraban salían.

Cuando Ramona tenía recién cumplió los doce años, se hizo una gran fiesta en la casa grande, se necesitaron muchas manos para atender a la infinidad de invitados que llegaban y llegaban en sus coches último modelo de los años 20's, Francisca y Ramona estaban en la cocina como siempre, había más mujeres dándole los últimos toques a la gran cena que se iba a servir.

Cuando los invitados terminaron de cenar, la servidumbre se aprestó a recoger la mesa, cuando dejaron la cocina brillando como un espejo de limpia, Francisca y Ramona salieron al patio, escucharon las notas musicales, que provenían del gran salón, las dos mujeres se dirigieron hacia allá, se pararon al pie de una gran ventana del salón de donde salían las notas musicales, Ramona pego su frente en el vidrio de la ventana, quedo fascinada con lo que vio, las mujeres vestían elegantes vestidos, algunas de ellas con el pelo corto, los hombres no se quedaban atrás también vestían elegantemente, vio parejas que bailaban al ritmo del charlestón.

De pronto el patrón la vio desde el interior del gran salón, el hombre quedo cautivado con la chica, eran los ojos más bellos que había visto en su vida, él se dirigió a la ventana, pero Francisca en cuanto se percató que el hombre venía hacía ellas, rápidamente alejo a Ramona de la ventana y las dos se alejaron casi corriendo del lugar, se fueron a su humilde vivienda a descansar, el patrón salió de la salón y se dirigió hacia la ventana en donde había visto a la chica, pero cuando llegó la dueña de los ojos bellos había desaparecido.

En los próximos días, el patrón se dedicó a buscar a la dueña de los ojos bellos que lo habían cautivado, sabía que era hija de uno de sus trabajadores, también sabía que vivía en su propiedad, por la vestimenta de la chica, pero no la encontraba por ningún lado, paso un mes y a él no se le olvidaban esos ojos que vio pegados a la ventana, entonces optó por formar a todas las adolescentes y las fue mirando una a una, pero ninguna era la dueña de los ojos bellos que tanto lo habían cautivado. Se dio por vencido y se dijo para sí mismo.

─Quizás es hija de un peón de otra hacienda, ya que con la fiesta que se organizó vinieron trabajadores de otras haciendas aledañas a apoyar el evento, que lastima debe de ser muy bella.

Un buen día que venía en su caballo vadeando el río, escuchó cantar a una joven dueña de una linda voz, la curiosidad lo embargo es por eso, que bajó del caballo y escondiéndose entre la maleza fue siguiendo la voz y lo que vio, lo dejo maravillado.

Francisca estaba lavando en el rio junto a otras mujeres, mientras sus hijas se bañaban en el rio, Ramona estaba sentada en una piedra semidesnuda con su larga cabellera color negro azabache, ella era la que cantaba, de pronto volteo hacia donde estaba el patrón, sin saber que era observada por éste, el hombre estaba hechizado, de pronto vio los grandes ojos negros con sus largas pestañas mirando hacía el lugar donde se encontraba, supo al instante que era la dueña de los ojos bellos que tanto lo habían cautivado y tanto estuvo buscando.

Así como se acercó, se alejó no quería asustarla antes de tiempo, al día siguiente se dio a la tarea de buscarla, recorrió los campos donde algunas jóvenes trabajaban, lo mismo hizo en los caseríos y nada, al final busco en la casa grande, no la encontraba por ningún lado, hasta que fue a la cocina, allí estaba la adolescente con la cara semi-tapada con el rebozo sólo sus ojos y la frente se perfilaban, pero él no ocupó ver más, sus ojos bellos, estaban frente a él, al fin la había encontrado. 

RamonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora