-¿Qué vas hacer? -pregunté elevando la voz. -Nos reuniste aquí por algo, y dudo que solo sea para hablar sobre su estado. ¿Qué vas hacer?

Troy me miró con lastima. Él, como todos, sabía que esto estaba matándome por dentro.

-Esperar a que despierte. -respondió. -Puede que tarde, aún su sistema está en recuperación.

Las voces de mis amigos se alzaron en un revuelto. Unos decían que no podíamos esperar, que debíamos seguir buscando, mientras que otros alegaban que no podíamos seguir que era mucho, que debíamos esperar que se recuperara de manera natural.

Con un suspiro me levanté de la silla en la que estaba. -Dejen de perder más el tiempo, chicos.

Géminis me miró. -¿Perder el tiempo? Cassy, esto es importante que otra cosa.

-Han estado perdiendo el tiempo. -dije tomando mi bolso. -Ustedes dos tenían una boda que celebrar, Géminis.

-Eso...

-No me digas que no estabas emocionada por hacerla. -interrumpí. -Y tú, Jill, tenias que ir a cenar con tu hermana y aquí estas. Todos tienen cosas que hacer, y sólo yo he estado reteniéndolos aquí.

Salí por la puerta sin decir nada y sin escuchar alguna protesta o algo de mis amigos.

Todo lo que había dicho era cierto, los había estado reteniendo en algo que no era su problema del todo. Quien debía estar aquí principalmente era Troy y yo, los demás podrían hacer lo que quisieran y yo no quería que se perdieran de sus actividades ya antes programadas por mi.

Entré a la habitación en la que se encuentra traba Luke y lo miré detenidamente. Estaba en un estado de coma, estaba inconsciente pero vivía, y eso estaba reflejándose en su cuerpo, rostro y todo. Su cabello castaño había crecido unos centímetros y su piel estaba un poco pálida. Estaba visiblemente delgado por la falta de comida.

Me acerqué a la silla que estaba junto a su cama y me senté en ella. Tomé su mano llena de aparatos y lo volví a mirar. Fue inevitable que una lágrima cayera por mi mejilla.

-Luke, se que en el fondo me puedes escuchar. -murmuré. -Por eso te pido que no me dejes, no ahora y no así. Estuve perdida en el pasado, y fue como perderte. Ahora me doy cuenta que eso no era nada a lo que siento ahora. Te extraño demasiado. No se que hacer ahora, estoy tratando de ayudarte a volver. Troy dice que lo que te está pasando es extraño y complejo, que nunca lo había visto antes. No se si eso es bueno o malo, pero lo que si se es que es mi jodida culpa. Si yo no hubiera...-mi voz se apagó al recordar lo que le había pasado a Luke. Más lágrimas cayeron por mis mejillas. -Lo siento, de verdad. No me dejes, por favor.

La puerta de la habitación se abrió, captando mi atención. Un Luther sudado y con un rastro de sangre saliendo de su ceja y de su labio.

-¿Luther, que...-cayó de rodillas enfrente mi y de su espalda sobre salía una espada.

Un grito salió de mi garganta al mismo tiempo que un Buscador entraba por la puerta. Con una sonrisa en su rostro y con una daga en la mano, el Buscador de acercó a mi rápidamente. Aún en un estado de shock y horror, me moví ágilmente evitando su golpe y que me lastimara con la daga.

No perdí más tiempo para que en mi mano apareciera una espada pequeña de hielo blanco y la blandí contra el Buscador. Él no hizo nada más que esquivar mi golpe con una sonrisa de malicia en su blanco rostro.

-Estás acabada, muñeca. -dijo sonriendo. -Tus amiguitos, tu novio y tú morirán.

-Estás equivocado al pensar eso. -dije antes de volver a dar un golpe.

Revenge © |B#3|Where stories live. Discover now