Dime que me amas [Yoonmin]

capitulo 30.

—¡¿En serio quiere verme?! — exclamó Taehyung sin poder creerlo. Jimin rio bajito y Yoongi bufó asintiendo.

—Ya te dije que sí.

—¡¿De verdad?! —volvió a dramatizar, ahora sacándole una sonora carcajada a Jimin y colmando la paciencia de Yoongi. —Ya, lo siento, pero entiéndeme hombre. En todos estos días he querido verlo, pero no me ha dejado, yo realmente sigo preocupado aunque los doctores digan que ya está mejor.

—Bueno, pues podrás verlo esta tarde. — respondió Yoongi, terminando su comida junto a Jimin.

—Y no vayas a pensar en salirte de la escuela, solo nos queda una hora más y podrás ir a verlo. — señaló Jimin, por lo que Taehyung asintió. No admitiría que la idea se le había cruzado por la mente.

Los tres se levantaron de sus lugares para poder regresar a clases. Yoongi dejó a Jimin en la biblioteca donde se llevaría acabo una junta sobre la graduación de la próxima semana, ambos se despidieron en un tierno y corto beso.

Ya sabía el rubio que su chico lo pasaría a buscar al terminar las clases para irse juntos al departamento. Nuevamente sabía que la semana iba a estar llena de cosas por hacer al ser ya el presidente del consejo, por lo que el grupo era uno de los encargados de organizar tal evento junto al director.

A Yoongi por otro lado no le gustaba la idea de un Jimin todo estresado y cansado, porque aunque disfrutaba cuidar a su chico simplemente le frustraba verlo con la mente ocupada aún sin estar en clases.

Luego de que finalmente el director diera por terminada una de las juntas de organización, Jimin tomó su mochila listo para salir de la biblioteca.

—Jimin sunbae. —llamó Seulgi corriendo hacia Jimin. —Saldremos todos los chicos del consejo a comer comida japonesa, ¿te nos unes? —cuestionó animada con los demás chicos detrás de ella, esperando por una respuesta.

Jimin rascó su nuca nervioso y otorgó una hermosa sonrisa que hizo suspirar a la mayoría.

—Lo siento, chicos. Ya he quedado con mi novio. — se disculpó haciendo una reverencia.

—Pero, sunbaaeee. — puchereó uno de los chicos. —Siempre nos rechazas desde que sales con Yoongi Hyung.

—Calla, tonto. —bramó Irene. —No les hagas caso, sunbae.

Jimin sonrió una última vez y seguido salió del lugar. Levantó la mirada, percatandose de que el clima no se había aligerado para nada, grandes nubes oscuras llenas de agua seguían adornado el cielo. Agradecía que Yoongi había decidido conducir el auto de Jungkook en lugar de su motocicleta.

Al no ver al pálido por ningún lado, frunció el ceño y sacó su celular para llamarle, ya que este siempre acostumbraba estar ahí antes de que terminara la clase o en este caso, las juntas del consejo.