Capítulo 5

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Les recomiendo que a partir de este capítulo escuchen y lean la letra de las canciones que dejaré aquí arriba.



Sentado en su cama, con el lápiz golpeando levemente la libreta aquella dónde se encontraba su tarea la cual estaba apunto de terminar, Jimin soltó un suspiro dejándose caer.

La tarea de biología no le parecía la más divertida en sí, pero era realmente interesante imaginarse la cara de ese pálido pelinegro mientras la hacía, ya que cuando el profesor Oh, les había encargado sobre una investigación sobre distintos tipos de hongos Jimin inmediatamente dirigió su vista a Yoongi, quien por supuesto tenía una pequeña sonrisa en sus labios, una que a penas y se podía distinguir cómo una y que Jimin cómo buen observador pudo notar.

Desde que Jimin había observado a aquel chico nuevo, le fue inevitable no querer simpatizar con él, lo que nunca pensó era que Min Yoongi era tan difícil de manejar y tratar, esos últimos días habían sido un verdadero reto para el rubio, puesto que el pálido siempre mantenía una barrera entre lo personal y social, y cuando Jimin pensó estar cerca de esta segunda, Anthony le arruina todo desafiandole a una pelea en la cual estaba seguro que Yoongi ya se había llevado una mala impresión de él mismo.

Pero ahora que sabía algo sobre Yoongi, pensaba en usarlo a su favor, aquel extraño gusto por los hongos sería el aliado de Jimin quizás para acercarse al pelinegro. Probablemente aquello no era tan diferente ante la rivalidad que optaron por llevar acabo su mejor amigo y el mejor amigo de Yoongi, pero ni así pensaba desistir a ello.

El rubio se removió de su cama hasta levantarse, claramente con sumo cuidado de no aplastar sus cuadernos que ocupaban la mayoría de su cama. Apilando todos estos dispuesto a llevarlos a su escritorio, un papel blanco que resbaló de un cuaderno le hizo agacharse hasta tomarlo y colocarlo en el escritorio.

Era la invitación para la fiesta, misma a la que no pensaba asistir ni por mera petición de su mejor amigo. Ni aunque Anthony le insistiera de igual manera no iría. Anthony... un escalofrío pasó por todo su cuerpo haciéndole sacudir un poco, aquella mención que había hecho el alto sobre aquella discusión que había tenido con el hermano de su madre le había dejado helado sin saber realmente un por qué. Bueno... No era que Anthony conociera la verdad de lo que realmente ocurría, ¿verdad?

Olvidándose de aquello, ordenó sus libros y libretas listas para acomodarlas en su mochila. El orden era muy importante en todo, ya se lo habían dejado muy en claro sus padres. Unos golpes se escucharon en la puerta de la habitación y acomodando su arrugada ropa, caminó para abrirla y ver de quién se trataba.

-¡Cariño! -habló su madre con una sonrisa deslumbrante, aquella que había heredado Jimin. La de cabellos dorados portaba un lindo vestido casual que se ajustaba a su bien formado cuerpo. -Espero que ya hayas terminado tu tarea, Jimin.

El menor asintió rápidamente con su cabeza, aquello hizo sonreir orgullosa a su madre.

-Estaba difícil, pero he terminado.

-Mi Jimin es un niño muy inteligente. Pero, cariño, si está muy difícil recuerda que tu padre o yo te ayudaremos, ¿bien?

-Lo sé, mamá. ¿Y bien? ¿A qué venías? -la mujer dejó de examinar el cuarto de su hijo procurando que estuviese bien ordenado y luego volvió la mirada al menor.

-Saldré un momento, los ingredientes para preparar las decoraciones de los pasteles se me han terminado. Después iré al supermercado para surtir la alacena, tu padre llegará hasta la cena y yo regresaré antes para poder prepararla con tiempo, solo será un momento y regresaré en cuanto antes. No salgas sin avisarme, ¿bien?

-De acuerdo, mamá.

-Dejé la comida preparada, baja a comer algo y después te das un baño. -ordenó de manera cariñosa, tomando las regordetas mejillas del rubio. -Me voy, cariño.

Dime que me amas [Yoonmin]Where stories live. Discover now