Park Minjoon es el CEO de una prestigiosa marca de ropa, cuando su enfermedad avanza, se ve obligado a decidir cuál de sus nietos será el heredero.
Park Jongseong, hombre perfecto que podría manejar la empresa sin problemas.
O Park Sunghoon, quien e...
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La velada había comenzado con un ambiente solemne: Minjoon, con su porte distinguido, ocupaba el asiento de honor al frente de la mesa, mientras que su esposa, radiante en su elegancia, tomaba su lugar en el extremo opuesto, delineando así las jerarquías familiares.
Jake, observador por naturaleza, no pudo evitar notar la meticulosa disposición de cada comensal, evitando cualquier roce o mirada incómoda durante la cena.
Frente a él se encontraban Jongseong, Jungwon y Tetsu, flanqueados por Sunghoon y Heeseung.
Sunghoon, junto a sus padres, ocupaba un lugar destacado, mientras que los padres de Jongseong se situaban justo frente a él, con Jongseong a su lado.
Cada hijo a un lado del patriarca.
Al otro extremo de la mesa se encontraban los parientes más distantes, cuya complicidad contrastaba con la atmósfera tensa que se comenzaba a percibir.
La abuela, un faro de las apariencias, ocupaba su lugar en este lado de la mesa, aunque parecía estar relegada al silencio.
Jake, consciente de la dinámica familiar, prefería mantenerse al margen, pero la mirada perspicaz de Heeseung indicaba que él también había notado las sutiles tensiones.
Con el transcurrir de la velada, el murmullo de las conversaciones dio paso a un ambiente cargado de tensiones latentes. Los padres de Jongseong discutían en voz baja, mientras que las palabras afiladas de Seohyun eran contrarrestadas por las reprimendas de Jeonghoon.
En contraste, los padres de Sunghoon parecían estar inmersos en una conversación tranquila, aunque distante.
Kyungmi, con su peculiar sentido del humor, irradiaba una energía similar a la de Sunghoon, mientras que Sungmon, más sereno, mostraba un interés genuino en el bienestar del abuelo.
Sin embargo, las verdaderas conversaciones enriquecedoras tenían lugar entre Tetsu y Minjoon, cuya comodidad era palpable mientras intercambiaban anécdotas de su juventud y los primeros años de Courante.
Mientras tanto, Heeseung y Jungwon parecían intercambiar miradas cargadas de significado, que no escaparon a la atención de Jake.
—Chico, ¿Sunghoon te ha contado alguna vez por qué se construyeron las casas aquí mismo en la mansión? —preguntó Minjoon, rompiendo el silencio con su voz profunda y tranquila.
Jake, sorprendido por la pregunta, soltó una risita nerviosa. —No, pero me encantaría escuchar la historia.
El abuelo se recostó en su silla, listo para compartir uno de sus relatos entrañables. —Verás, esta mansión no tiene tantos años de que fue construida, Sungmon y Jeonghoon fueron criados en un departamento que creo que ya fue demolido, pero cuando Courante nació, la verdad es que no tardó mucho para empezar a dar ganancias, mucho más de lo que fue la inversión inicial; ¿O no, Tetsu?
